Capítulo 63

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La luz me cegó al abrir lo ojos, era demasiado intensa para ser bien entrada la noche.

- No te levantes – dijo Draco colocando una mano en mi hombro

Enfoqué mejor la vista, y las paredes y los utensilios blancos me ubicaron en un hospital.

- ¿Dónde estoy? – pregunté sintiendo la garganta seca

- En San Mungo... por dios Rose, me asustaste, cuando regresé a casa estabas inconsciente, echa un ovillo en el suelo del salón

Lo observé detalladamente, tenía el mismo traje de la ultima vez que lo vi, solo que tenía la camisa desabrochada, la corbata desecha, el cabello revuelto y ojeras debajo de sus ojos.

- ¿Y el bebé? – pregunté llevándome las manos al vientre

- Está bien – susurró – Los medimagos dicen que es fuerte, que se agarró a ti

Sonreí por el comentario, mi bebé quería vivir.

- Supongo que no es lo que esperabas escuchar – susurré recordando nuestra conversación

- No... la verdad cuando me dijeron que estaban bien sentí alivio – dijo revolviéndose aún más el pelo

- Perdón si no puedo creerte...

- No es justo... deberías ponerte en mi lugar – me acarició la mano que aún tenía sobre el vientre

- ¿Acaso te has puesto tú en el mío? Draco entiéndeme, quiero sentir lo que es dar a luz...

- Es solo dolor y de seguro cientos de maldiciones dedicadas para mí

Lo ignoré.

- Quiero sentirlo patear, moverse en mi vientre, quiero algo que sea nuestro... quiero saber que se siente, quiero dejar de sentir envidia cada vez que veo a una chica embarazada, quiero no sentir rencor hacia mi familia, que cada año celebran el nacimiento de un bebé, quiero ser madre... Draco, quiero que tu y yo tengamos una familia... pero si tengo que hacerlo sola, lo haré

- ¿Y que te hace pensar que seríamos buenos padres? – no contesté – Mis padres no son el mejor ejemplo a seguir, y los tuyos mucho menos, así que no se puede decir que tenemos buenos referentes paternos para guiarnos

- No es cierto, puede que no sepamos como hacerlo, pero por lo menos sabemos lo que no podemos hacer... y eso es más que suficiente, nadie nace sabiendo Draco

- Bien, tienes un punto a tu favor... pero los embarazos son peligrosos

- Draco no estamos en le edad media, los embarazos son la cosa más normal del mundo...

- En mi familia son complicados – refutó tajante

- Pero en mi familia son muy abundantes – le respondí – Tengo 7 hermanos, aunque no nos guste recordarlos, y mi madre nunca tuvo ninguna complicación... creo que esta respuesta me da otro punto a mi favor

Draco se levantó y caminó varios minutos por toda la habitación, minutos que parecían eternos, donde el único sonido que se escuchaba era el de mi respiración y el golpeteo de los caros zapatos de diseño de mi esposo.

- Solo diré una cosa... si en algún momento me toca elegir, no haré lo mismo que hizo mi abuelo, ni lo que hizo mi padre... - lo miré confundida – Yo te elegiré a ti, Rose... no a él

- Entonces... - no tenía que continuar, él sabía lo que quería confirmar, y una sonrisa se dibujó en mi rostro cuando lo vi asentir

Sin importarme su negativa, me levanté de la incómoda cama y me lancé a sus brazos, era posiblemente el momento más feliz que tenía en los últimos años. Draco correspondió mi abrazo y me apretó contra su pecho.

Traidora (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora