Traidora (Draco Malfoy)

Epílogo

El primer día de septiembre trajo una mañana tersa y dorada como una manzana, y mientras cruzábamos corriendo la ruidosa calle hacia la enorme y tiznada estación, los gases de los tubos de escape y el aliento de los peatones relucían como telarañas en la fría atmósfera. En lo alto del cargado carrito que empujaba Draco se tambaleaba la gran jaula de la lechuza que ululaba indignada. Este año el otoño se había adelantado, por suerte, amaba esta época del año, y Scorp también.

-   Mamá, ¿es cierto lo que le escuché decir al el tío Blaise? - pronunció Scorpius con cautela casi temiendo preguntar

-  Depende de lo que haya dicho - respondí con una sonrisa mientras esquivábamos a las personas que había en la estación y que miraba la lechuza con curiosidad mientras zigzagueábamos hacia la barrera que separaban los andenes nueve y diez

-  Que tengo más abuelos... y tíos

Fue instantáneo, nada más que pronunció esas palabras Draco se detuvo y yo me quede estática, en shock.

-  ¿Es cierto, mamá? - preguntó inocentemente - El tío también dijo que tenía primos, ¿es verdad? - sus ojos chispeaban - ¿tengo primos con los que jugar?

Mataré a Blaise cuando lo tenga en frente... pero no puedo culparlo por todo, yo fui la que decidió ocultarle a mi hijo sobre mi familia y no me arrepiento, lo estoy protegiendo.

-  Scorp - lo llamó Draco - Es cierto - lo miré con los ojos muy abiertos, vi como mi marido se agachó a la altura de nuestro hijo y colocaba una de sus manos en su hombro

- ¿Y por qué nunca me lo habéis dicho?

- Hay cosas para las que aún eres muy pequeño para poder entender, no quiero que pienses en eso... porque la familia no es un vínculo sanguíneo, el amor es lo único verdaderamente importante, y tú ya tienes una familia que te ama y se alegra por ti, ¿no es cierto?

- Sí - respondió

- Entonces creo que lo mejor es dejar este tema zanjado, llegaremos tarde

Pase junto a ellos y le toque el cabello platinado a mi hijo y comencé a empujar el carrito.

- Mejor es no volver a tocar este tema frente a tu madre - susurró Draco a mi espalda con la intención de que no lo escuchara - Le hace daño, y ninguno de los dos la quiere ver sufrir

Cuando estaba frente a la barrera los esperé y juntos la atravesamos.

Aparecimos en el andén nueve y tres cuartos, desdibujado por el denso y blanco vapor que salía de la escarlata locomotora del expreso de Hogwarts.

- ¿Donde están? Prometió que estaría aquí - dijo Scorpius con inquietud, escudriñando las siluetas de las personas que recorrían el andén

- Ya los encontraremos, no pasa nada - le intenté tranquilizar

- No, no entiendes, no me puedo ir sin despedirme

Intenté buscarlos con la mirada pero el vapor era muy denso y no resultaba fácil distinguir las caras de la gente. Las voces sonaban como una potencia exagera, es más, juro que puedo distinguir la voz de Percy Weasley desde aquí, que se quejaba en voz alta sobre la normativa que regulaba el uso de escobas, y eso lo tomé como un aviso para alejarme de la zona.

-   Creo que ya los vi - comenté desesperada por huir del lugar

Y empezamos a caminar hasta llegar al último vagón y ahí, tres personas nos esperaban.