Traidora (Draco Malfoy)

Capítulo 37

Los problemas cada vez aumentaban más.

Draco estaba realmente molesto por la impertinencia de Snape, la vigilancia de Harry y el continuo fracaso de nuestros intentos de reparar el armario.

Lo peor es que cada ves faltaba menos para terminar el curso: poco más de dos meses.

•••

- ¿Has intentado con este? – murmuré sentada en la cama de Draco

- Déjame ver – contestó el rubio acercándose a mí.

Estaba con una camisa suya de quidditch y rodeada de libros. Llevaba más de cinco horas leyendo sin encontrar mucho que nos sirviera de ayuda.

- Podría funcionar, iré después a comprobarlo... eres la mejor – dijo dándome un beso en mi hombro izquierdo

Me sonrojé y miré mis manos, en una de ellas llevaba su anillo de plata con una enorme "M" y una serpiente grabadas.

- ¿No te gusta? – susurró Draco con uno de sus dedos en mi mentón, haciendo que levantara la vista

- Me encanta – y esa era la verdad – Y mucho más por lo que representa – dije sonrojándome al recordar el momento en que me lo dio

- Te ves adorable

- Pero no lo soy

- Claro que lo eres – apartó unos libros y se sentó junto a mí. Muy cerca – Bueno... aunque ya me has demostrado que hay situaciones en que no lo eres tanto... tal vez quieras recordármelo – susurró en mi oído, a lo que yo respondí tomándolo de su corbata para acercarlo más

- ¿Cómo? - pregunté con fingida inocencia acostándome sobre su cama

- No lo sé – dijo posicionándose sobre mí, repartiendo besos por mi cuello - ¿Qué se te ocurre? – separó mis piernas con una de las suyas para poder acomodarse mejor – Te gusta esta camisa, ¿verdad? – dijo metiendo sus manos por debajo de ella para acariciarme la cintura

- Es muy calentita – contesté nerviosa

- Te la daré – contestó rozando su nariz con la mía – Y aunque me encante como te queda, te necesito sin ella para poder hacerte todo lo que estoy imaginando

Tomó los bordes de la camiseta verde dispuesto a quitármela.

- ¡Malfoy! ¡Rose! - se escuchó detrás de la puerta seguido de unos fuertes golpes en ella, era Theo

- Que oportuno – murmuró Draco molesto, apoyando su frente contra la mía.

Una sonrisa apareció en su rostro cuando le di un beso en la nariz, pero Theo volvió a tocar.

- Ve – susurré empujándolo para que se levantara y me acomodé la ropa

- ¿Qué quieres? – dijo de mala manera cuando abrió la puerta

La sorpresa fue ver que no solo era Theo, sino que Layla iba a su lado. Ambos entraron precipitadamente con evidente preocupación.

- Si, claro, pueden pasar – dijo Draco con ironía

- En serio lamentamos arruinarles la hermosa y pasional tarde que de seguro estaban planeando – dijo Layla provocando que termine sonrojada – Pero esto es importante

- ¿Qué sucedió? – pregunté mientras retiraba un mechón de mi cabello de mi rostro, a la par que me paraba junto a Draco, frente a ellos

- Es sobre Potter – dijo Theo, a lo que Draco soltó un bufido de molestia