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El Diablo amaneció con un ángel al lado suyo.

Era una mañana congelada, Tyler miró su celular que descansó sobre la mesa de noche, y la cantidad de mensajes y llamadas de sus padres eran incontables.

Respiró hondo y se pasó las manos por el rostro para no frustrarse más.

Volvió a ver a Josh que apenas venía abriendo sus ojos.

Joder.

Se le derritió el corazón. Por alguna razón el corazón le latió tán fuerte que era lo único que se escuchaba en esa habitación.

—Buenos días.—Murmuró Josh con sueño aún.

—Buenos días querubín.—Sonrió coqueto.

—Bueno estás tú. ¿Cuanto llevas despierto?—Dijo siguiéndole el juego.

—No mucho más que tu.

—Ya veo.—Se sentó en el colchón y frotó sus ojos.

Tyler sabía que las bromas como esas de "bueno estás tú" eran solo bromas. Bromas entre amigos. O bueno eso pensaba.  Y eso esperaba que no fueran.

—¿Dormiste bien?—Le preguntó admirándolo sentado.

—Sí. Eres cómodo de abrazar, por alguna razón cuando estás aquí duermo mejor.—Rió.

—Bueno, tus abrazos son cómodos.

—Tyler escucha.—Se volteó para verlo de frente.

El echo de que estaba casi recién despierto lo hizo adorable a los ojos de Josh, y viceversa.

—¿Qué?

—Siempre que necesites escapar de esa casa, eres bienvenido aquí. Y cuando me mude de casa, que será pronto, te vendrás conmigo mientras te buscamos algo fijo... ¿Quieres?

—¿Algo como un compañero de piso temporal?

—Algo así.

—Josh no quiero que mis problemas con mis padres sean un tormento para ti.

—No lo son. Por eso, si necesitas huir de ahí, o necesitas ayuda yo voy a estar aquí. ¿Vas a ir a tu casa?

—Tengo que.

—Bien. Alístate y te voy a dejar. Irás conmigo y nadie te pondrá un dedo encima. Vamos.—le dio unas palmadas en la pierna y se puso de pie.

Tyler se puso las sábanas sobre el rostro sin querer levantarse.

—¿Y si dormimos un rato más?—Se quejó.

—Uh-uh—Sintió un golpe suave por encima de la sábana.—Eres el Diablo ¿a que le temes?

Se quitó la sabana de encima para ver a Josh sin camisa mirándolo atentamente. El golpe se lo había dado con la camisa que usó para dormir, la que tenía en mano.

—Yo...—Se le fueron las palabras.

—Exacto. Ahora levanta el culo y vamos.

Respiró hondo, y a los minutos estaban sentados en el auto de Josh escuchando a Taylor Swift en la radio.

—¡I SHAKE IT OFF, I SHAKE IT OFF!—Cantó Josh bailando detrás del volante.

Tyler, lo miraba sorprendido, hasta asustado. Pero estaba quieto. Solo... mirando.

—Joder...—Murmuró evitando no reírse.

—Anda baila.

—No tengo que alegrarme por llegar a casa. No quiero bailar.

𝐐 𝐔 𝐄 𝐑 𝐔 𝐁 Í 𝐍 // [tysh/joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora