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La visión que Tyler tenía se había echo real.
Joshua estaba tirado en el suelo sangrando justo como su visión le aviso meses atrás.

Él lo mató.

Había muerto.

Tyler corrió a acudirlo. Y al verlo aparte de los moretones, no paraba de salirle sangre de la herida en su abdomen.

Un vidrio del auto de incrustó y no dejaba de sangrar.

Tyler hizo lo que pudo en el momento.

El auto, resultaron ser una pareja de chicos de quizás dieciséis que venían ebrios de alguna fiesta.

El alma de Tyler y Josh dejó el cuerpo de cada uno. Y como si fuera una película Tyler apareció en el trono del infierno, siendo ahora el nuevo Rey de las tinieblas.

Tyler estaba sentado en el trono con la mirada perdida y las lágrimas cayendo sobre sus mejillas.

Se le acababa de morir el amor de su vida, y apenas este perdió la vida aparece en el infierno. Como si quisiese.

Y no quería.

Quería estar con él. Le valía una mierda todo el infierno, el cielo o la Tierra. Lo quería a él.

Su rostro sin expresión alguna.

Se sentía sucio, claro si toda la culpa cayó en él. Peleando lo empujó y entre los empujones pasó un auto que les arruinó la fantasía en la que estaban.

Buscó su alma en todo el infierno.

Movió hasta el último demonio y nada.

No estaba.

¿Dónde había ido?

𝐐 𝐔 𝐄 𝐑 𝐔 𝐁 Í 𝐍 // [tysh/joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora