𓆩23𓆪

125 11 16
                                    

—¿Josh? ¿Me estás escuchando?—Dijo su padre acomodándose el cabello.

—Eh... ¿que pasó?

Josh tenia su cabeza bastante ocupada. Pensando en solo una persona. Y no, no era Deborah... el Diablo daba vueltas en esa cabeza.

—Que hoy llegaré un poco mas tarde porque tengo que atender un funeral.

—Ah... de acuerdo.

—¿Recuerdas a la señora Marshall? Pues... se suicidó.

De alguna forma Tyler había logrado hacer ver el incidente como un suicidio. Era el Diablo claro que podía hacer eso.

—Vaya... ¿y sus hijos?

—No tengo la menor idea. Dios los ayude pobres niños. Bien, te quiero. Dios te guarde.

—Amén. Adiós.

Su padre salió de casa dejándolo finalmente solo.

Joshua normalmente decía "amén" por costumbre. No tanto por querer decirlo. Así que si... costumbre.

"¿Pasó por ti más tarde?"

Escribió.

Pero no envió el mensaje.

No quería verse tan... intenso. Apenas ayer estaban besándose en aquel infierno sobre aquel trono.

Pasó todo el día en su casa.

Literalmente.

Se duchó.

Vio un par de películas.

Y se tocó un poco... no lo iba a negar.

A eso de las seis de la tarde pidió comida a domicilio. Sushi, especialmente.

Diez minutos después de terminar el pedido su puerta sonó.

—Joder que rápido.—Se murmuró así mismo.

Esperando al repartidor, no se preocupó por su apariencia, al contrario, salió sin camisa y unos pantalones de pijama negros.

—... vaya.—Escuchó.

Levantó la mirada de un golpe topándose con Tyler.

—Mierda... ¿qué haces aquí?

—¿Estas ocupado? ¿Interrumpo algo?

—Eh... no. Justo pedí comida pensé que eras el... repartidor.

—Te puedo repartir otras cosas...—Vaciló con nervios.

—Joder...—Se rió del comentario sonrojándose.—¿Estás bien? Pasa.—Se hizo a un lado abriéndole las puertas de su casa al Diablo.

—Todo bien. Solo venía a ver a mi querubín favorito.

—Te iba a decir que saliéramos hoy pero pensé que tendrías cosas más importantes...

—Si te soy sincero tú eres lo más importante en mi vida ahora. Así que, si por importantes te refieres a venir a verte. Pues si. Bastante ocupado.—Sonrió volteando a verlo.

Tyler escaneó el torso desnudo del otro, y los tatuajes en sus brazos.

—Andas coqueto. ¿Todo bien? ¿Que pasó con risitos de oro?

—Me odia.

—Ya veo...¿y eso?

—Pues... nuestros padres se enteraron y se formó un desastre.

—Y como no te esta prestando atención vienes a mi.—Se acercó seguro de si mismo mirando directamente al diablo a los ojos. Una mirada tan profunda que juró poder ver el infierno a través de estos.

𝐐 𝐔 𝐄 𝐑 𝐔 𝐁 Í 𝐍 // [tysh/joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora