𝐐 𝐔 𝐄 𝐑 𝐔 𝐁 Í 𝐍 // [tysh/joshler]

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"Muchísima niebla. Un lugar congelado, y al parecer solo totalmente. Desierto. A lo lejos se oían voces, incluso gritos de sufrimiento. En su corazón lo sentía. Sentía dolor, pena, ganas de gritar, enojo y tristeza incluso.

Atravesó la puerta que yacía frente a él topándose con unas escaleras que parecían infinitas. Bajó cada escalón uno por uno, y cada lamento y llanto se escuchaba más cerca.

Un pasillo, uno roto, en un estado pésimo. No tenía nada que solo sostuviera solo estaba el pasillo solo. Debajo de este un abismo.

Caminó sobre el pasillo sin mirar abajo o atrás. El pasillo no tenía fin. Llegó a pensar que estaba caminando en círculos. Los gritos y llantos de desesperación solo pedían perdón o piedad.

Y él Diablo no sintió nada por esas voces.

Estaba caminando sobre un abismo de almas."

—¿Joseph?—Tyler despertó de un salto. Y miró hacia la fuente de la voz. Era su profesor de filosofía. —¿Me va a decir la respuesta? ¿O acaso interrumpo su descanso?

—Lo siento yo... me quedé dormido.—Dijo con vergüenza y acomodándose en la silla.

—Me di cuenta.—Lo miró mal.

—Tyler...—Susurró la chica junto a él. Una chica castaña de ojos miel, con la que solo se sentaba en la clase de filosofía.—Te-Te está sangrando...—La chica intento demostrar consigo misma lo que pasaba. —La nariz.

Tyler se tocó uno de los orificios de su nariz dejando su dedo embarrado de sangre. La sangre no se detenía y su camisa del uniforme blanca quedó con gotas.

El chico se levantó sin decir nada y se fue directo al baño intentando detener la extraña hemorragia.

Tomó un trozo de papel del baño eh intentó detener la hemorragia con el.

—Mierda.—Se susurró a sí mismo mirando el desastre de sangre.

Se quedó en el baño hasta que la hemorragia se detuvo, dejando el lavabo lleno de gotas de sangre al igual que su camisa y una gran cantidad de papel higiénico usado para detener la sangre.

—¿Estás bien?—Ambrose entró al baño.

—Sí.

—¿Que te sucedió?

—No lo sé. Me duermo en filosofía y me sangra la nariz.—Rió con el papel en una de sus fozas.

—¿dormirte en filosofía? Vaya... andas muy rebelde.

—Cállate.—Rió.

—Tyler yo... ahora que te veo, no quiero que lo que paso arruine las cosas. Hablo de las fotos y el beso...

Tyler comenzó a sentir culpa en su pecho. Una terriblemente más fuerte a las que había sentido antes. Tyler sabía que de alguna u otra forma el por ser el Diablo conectaba con las almas perdidas. Como ocurrió en el hospital, y como ocurrió en su habitación.

Así que la culpa que comenzó a sentir solo significaba una cosa: un alma estaba cerca.

—Ambrose. ¿Podemos hablar luego de esto?—Se excusó.—Claro que quiero hablar contigo y nada se a arruinado ¿si?—Sonrió.