|¿Quizás Sea Para Siempre?| [TERMINADA]

|60: Keitaro Okumura|

[Rin pov.]

Sabía que desde que me di cuenta de que _________ estaba embarazada todo iba a ser un tanto diferente, pero jamás creí que mis horas de dormir iban a verse tan afectadas. Había pasado ya tres semanas desde que __________ había dado a luz a nuestro pequeño Keitaro y los cambios-tanto en nuestra rutina y vida-era demasiado notorio. Mi castaña tuvo una recuperación rápida pero aún así siempre estaba al pendiente de que ella no hiciera tanta fuerza o se agitara de más. Nuestros profesores eran muy flexibles y comprensivos al igual que Mephisto así que cada vez que podía sentir que ________ me necesitaba o incluso nuestro bebé me permitían teleportarme las veces que fueran eso y, nuestros amigos jamás nos dejaron solos.

Ahora me encontraba haciendo el desayuno y una taza de té mientras que ________ amamantaba a nuestro pequeño. Un pequeño bostezo salió de mi boca para después ver cómo Kuro saltaba encima de la repisa y después a mi hombro.

"Buenos días, te ves muy bien."

—"Si, esta noche no fue tan pesada así que ambos pudimos dormir al menos unas 6 horas de corrido."

"¿Y el bebé?"

—"Aquí está, Kuro."-Sonreí al escuchar la voz de mi esposa solo para derretirme al sentir como besaba mi mejilla.-"Mira, está dormido."

"Yo también quiero ver al bebé."

Mire a Haruki, este movía su cola alegre y al ver cómo ella se sentaba en el sillón ambos de nuestros familiares se acercaron a ella para observar a nuestro hijo, tal parecía que no se cansaban de verlo y olerlo. A pesar de que Keitaro apenas llevaba 3 semanas de vida, parecía de al menos un mes. Estaba creciendo un tanto rápido pero era normal pues tal y como lo dijo Fernzaelí y Azazel, Keitaro iba a tener un poco más de porcentaje demoníaco que nosotros.

Serví ambos platos mientras que ________ dejaba a nuestro pequeño en el columpio encendiendolo para que se meciera levemente. Podía ver cómo el alzaba sus manitas tratando de agarrar los pequeños adornos que colgaban de éste.

—"¿Cómo te sentirías si fuera a clases con nuestro bebé?"—Miré con atención a ________. Ella me miraba expectante.

—"Creo que, creo que estaría bien. Digo, están de acuerdo y Kei es tranquilo. Además dudo mucho que alguien siquiera intentará quejarse si de repente llora."—Vi como una sonrisa adorno su rostro para después empezar a comer nuevamente.

Solo espero que el tiempo en la escuela se pase rápido de esa manera podamos regresar a nuestro hogar y tener la oportunidad de dormir un buen rato.

(. . . .)

[_______ pov.]

Con sumo cuidado acomodé a nuestro pequeño mientras caminábamos por el pasillo dirigiendonos a nuestro salón. La aparición sombra pareció no afectarle a Keitaro pues su aura estaba totalmente tranquila al igual que él.

—"¿Cómo te sientes?"

—"Bien Rin, un poco cansada pero eso se debe al hecho de que no había utilizado aparición sombra. Pero estoy bien, no te preocupes. Kei también está bien, míralo."

A esto, Rin observó a nuestro pequeño quien al ver a su padre no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa aún con su chupón en boca. Una pequeña risa salió de mi boca para seguir caminando, el brazo de Rin yacía alrededor de mi cintura mientras que la pañalera estaba en su mano libre.

Al entrar al salón no tardamos ni unos 5 minutos y nuestros amigos ya estaban alrededor nuestro, cosa que pareció irritar a Rin pero sabía no tomarme ese cambio de humor muy serio pues era su lado demoníaco actuando más protector de lo que debería.

—"Ay que lindo! Trajeron al pequeño Keitaro!"

—"Tranquila Shiemi recuerda, nada de movimientos bruscos o repentinos para no alterar a Rin o a ________."—Recalcó Yukio a lo que la rubia asintió.—"Demonios, sin duda alguna es la réplica exacta tuya hermano."

—"Lo sé, excepto el color de cabello eso fue lo único que sacó de ________."

—"Y los ojos, tiene una combinación de ambos."

Izumi asintió ante las palabras de su pareja, Shima.

Tenía que admitir que me sorprendí al ver cómo los ojos de nuestro hijo eran una mezcla perfecta de ambos; azules con toques color miel alrededor de su pupila. Él era la réplica exacta de Rin, lo único que había sacado de mi era mi cabello castaño y solo quedaba el ver de qué color iban a ser sus llamas.

Pero algo dentro de mi me decía que iba a terminar sacando las llamas de su padre y abuelo paterno.