|38: Una Pregunta|

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[_______ pov.]

Una risa siniestra irrumpió de la garganta de Azazel mandando escalofríos a todo mi cuerpo. Rin se mantenía firme pero podía notar y sentir como poco a poco el miedo se acentuaba en su piel.

—"¿El hijo de Luci, enamorado de mi primogénita?"—Volvió a reír. Note como mi habitación se hacia más oscura ya que las sombras parecían bloquear la luz de mi ventana.

—"Amo a _________. De la misma manera que usted amo a su madre."

La risa de Azazel se detuvo abruptamente y antes de que pudiera hacer algo, solté un pequeño jadeo al ver como este tomaba a Rin del cuello estampandolo contra la pared. La habitación se volvió completamente oscura y a duras penas podía ver las llamas de Azazel y Rin.

—"¿Que vas a saber tu de todo eso, mocoso?"—Escuché como gruñó. Traté de moverme pero me era imposible, varias sombras me tenían sujetada en mi lugar.

—"P-Porque... L-Lo vi."—Rin parecía hacer un esfuerzo para hablar lo que significaba que Azazel tenía un fuerte agarre en su garganta. Yo lo estaba empezando a sentir.—"V-Vi la fotografía, usted... Usted amaba a Río. Tanto que, a-al perderla apagó su humanidad porque sa-sabia que si no estaba ella no tenía sentido-..."

—"El seguir sintiendo."—Susurro Azazel. Poco a poco las sombras se empezaron a dispersar y mi dormitorio volvió a la normalidad.

Cuando él soltó a Rin bruscamente, fui rápida en acercarme a él y verificar que su cuello estuviera bien. Mis ojos divagaron a su cuello y después a su rostro, él asintió tosiendo un poco y apoyándose en mi para levantarse.

—"Vuelves a siquiera ponerle uno de tus dedos encima,"—Empecé girandome sobre mis talones encarando a Azazel. Este último arqueo una ceja, expectante.—"A siquiera tocarlo o tratar de lastimarlo y me aseguraré de que tu reino anochezca sin rey y amanezca con nueva reina."

Azazel me miró, mis puños estaban cerrados y podía sentir como dejaba que mi lado demoníaco se saliera un poco de control ya que podía sentir mis colmillos crecer un poco más.

—"Si que eres mi hija, mira nada más esos ojos ámbar rojizos."—Dijo Azazel con una pequeña sonrisa para después suspirar. Puso su mano en mi cabeza y yo me congele.—"Tranquila bestia, solo perdí un poco de mi... paciencia con el mocoso."

—"Rin."—Gruñí moviendo su mano de mi cabeza bruscamente.—"Se llama Rin, no le digas mocoso."

—"Esta bien, no me afecta Akabane."

—"________."—Siseó bajito Azazel. Yo lo miré con mi ceño fruncido al igual que Rin.

—"¿Disculpa?"—Preguntó mi peliazul a lo que Azazel suspiró pesadamente.

—"Si tanto la amas, llamala por el nombre que le dio su madre."

Nos sorprendimos por sus palabras, pero me maldije internamente al sentir como mis mejillas empezaban a calentarse. Definitivamente saqué la franqueza de Azazel.

—"¿No tienes que irte?"

—¿Ya quieres que me vaya bestia? ¿Tanto te molesta mi presencia?"

—"No estoy acostumbrada a tu presencia, y si. Porfavor vete, fueron muchas emociones por hoy y mucha convivencia contigo también."

Azazel guardo silencio por unos minutos como si estuviera pensando en lo que iba a decir y el como decirlo. Su ceño fruncido y su cola lo delataba; estaba un poco ansioso por lo que iba a decir.

—"Yo esperaré afuera."—Dijo Rin tomando el pómulo de la puerta y saliendo no sin antes establecer la conexión telepática.—"Estas bien _______, aquí estoy contigo."

Sus palabras me dieron la seguridad que necesitaba y le puse atención a mi progenitor.

—"Mira bestia se que bueno la primera impresión que te di no fue la mejor."

Literalmente mataste a mi papá.

—"Pero quiero que sepas que, a pesar de que tenia mi humanidad apagada, siempre estuve al pendiente tuyo. En cada sombra, yo siempre estaba ahí cuidándote y observandote."

—"Mientes."

—"Cuando cumpliste 7 años, Keith te hizo una fiesta de esa princesa, la pendeja que se murió por comer una manzana."

Sin querer solté una pequeña risa.

—"Blancanieves."

Azazel sonrió rodando los ojos.

—"Ándale, esa princesa. Te compró tu vestido y el pastel tenía la forma de una manzana y era de chocolate."

—"Si bueno, eso no demuestra nada."

—"Por las sombras bestia, eres casi igual de terca que tu madre."—Soltó Azazel apretando el puente de su nariz, luego me miró.—"El punto, es que poco a poco voy a entender todo esto, el ser tu padre y el estar ahí para ti y eso."

—"Gracias, supongo."

—"Antes de que me vaya, si alguna vez estas en problemas golpea el suelo 3 veces y yo llegaré."

Asentí.

—"Bueno,"—Prosiguió levantándose de mi cama. ¿En que momento se había sentado?—"Ya debo irme, cuídate bestia."

—"Gracias, por salvarme la vida."

Azazel parpadeó tratando de digerir lo que había dicho, y sin decir nada desapareció en las sombras. Al parecer Rin sintió como el aura de Azazel desaparecía pues solo fue cuestión de segundos para que el se metiera a mi dormitorio y abrazarme.

Gustosa le correspondí el abrazo.

—"Tenemos que hablar."—Dijo él a lo que asentí para sentarnos en mi cama.

Y así pasamos la tarde. Rin me contó el como volvió a pelear contra su medio hermano, Amaimon y al defender a los Grigori y vencer a Amaimon estos aceptaron el dejarnos vivir con la condición de graduarnos como exorcistas ejemplares. Me contó del como si katana se estrello y fue por eso que terminó unos días en el hospital y también me contó el como Shura seguirá entrenandolo para que pueda controlar sus llamas como yo.

—"Vaya,"—Musité digiriendo toda esa información.—"Lo bueno es que estas bien, que ambos estamos bien."

Noté como se removió y tomo ambas de mis manos. Sus ojos se encontraron con los míos y podía escuchar como su corazón se aceleraba un poco.

—"Lo que le dije a Azazel es cierto, _______. Yo te amo, no solo como mi amiga si no como mi contraparte y compañera."

Sus palabras me dejaron sin aliento.

—"Creo que lo que quiero... Lo que yo quiero..."—Su sonrojo e inquietud me dio un sentimiento de calidez.—"Lo que quiero preguntar, ¿Aceptarías ser mi novia?"

|¿Quizás Sea Para Siempre?| [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora