|59: Desmayos y Gritos|

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[Omnisciente pov.]

Los gritos podían ser escuchados por toda la cabaña alterando no solo a los que esperaban fuera de la habitación pero si no también a la que estaba dando a luz.

—"¡CÁLLATE, POR EL MALDITO INFIERNO CÁLLATE OKUMURA!"—Gritó con coraje la castaña desatando aún más sus facciones demoníacas. El peliazul miró con temor a su esposa.—"¡PARECIERA QUE TÚ ERES EL QUE ESTA DANDO A LUZ!"

Rin iba a contestar pero inmediatamente se calló y tomo con nervios su cola al ver cómo su esposa se retorcía un poco y se sostenía con fuera de la mesa de noche. Un grito salió desde el fondo de su garganta y por inercia, Rin inmediatamente se colocó a su lado.

—"¿Quieres cambiar de posición, pequeña? Lo que encuentres más cómodo para ti, no necesariamente tienes que estar acostada."

_________ miró con ojos llorosos a su tío pero asintió haciendo un pequeño ademán, solo eso bastó para que Rin ya estuviera a su lado ayudándola a levantarse, sosteniéndola y sirviendo de soporte mientras ella trataba de caminar. Con cada contracción que ella sentía apretaba los brazos de él, mientras que él solo intentaba quitar el dolor que ella sentía con palabras de aliento.

—"Lo estás haciendo bien cariño, lo estás haciendo bien."—Dijo Rin sobando su espalda ya que ella estaba inclinándose sobre el borde de la cama.—"Ven, aquí te tengo."

Con otro pequeño grito y apretón, _________ se sostuvo de Rin ambos abrazándose y este último parecía mecerse levemente mientras sobaba aún su espalda. Las contracciones parecían venir más rápido y no fue hasta que Fernzaelí colocó nuevamente su mano en el vientre de __________ que se dio cuenta de que ya iba a empezar a coronar.

—"¡Ay ya quiero que nazca, porfavor!" "¡Todo esto es tu culpa OKUMURA!"—Chilló ella apretando con fuerza la mano de Rin. A este parecía bajarle el color de la cara.

—"Bien, ya estás lista para empezar a pujar cuando lo sientas necesario. Recuerda respirar y escuchar a tu cuerpo."

La castaña asintió ante las palabras de su tío para empezar a acomodarse nuevamente en a cama, Rin estaba con los nervios y ansiedad a flor de piel sin embargo permanecía fiel al lado de su esposa dándole palabras de aliento, limpiando su sudor y dejando que ella le apretara las veces que fueran necesarias.

—"Ya no puedo, ya no puedo Rin."—Jadeo la castaña mientras miraba con temor al ojiazul.

—"Claro que si puedes, no estás sola. Aquí me tienes linda."—Le contesto él para después tomar su mano, un pequeño brillo azul emanó de esta.—"Toma lo necesario."

—"R-Rin no puedo tomar tu vitalidad tú-..."

—"La necesitas más que yo, voy a estar bien. Solo, por favor déjame ser útil."

Un tanto perpleja por sus palabras, ________ asintió apretando un poco su mano y aquel pequeño brillo azul empezó a tornarse rojo mientras que las fuerzas de ella parecían multiplicarse.

—"¡Ya veo su cabecita! ¡Lo estas haciendo maravilloso, ________!"—La castaña asintió y al sentir una contracción, pujó apretando un poco sus dientes y la mano de Rin.

Mientras tanto afuera de la habitación todos estaban ansiosos e incluso Shima parecía palidecer cada vez que escuchaba a _________ gritar o incluso maldecir a Rin.

—"¿Creen que algo se hubiera complicado? Ya casi van a ser más de 3 horas desde que se adentraron al cuarto."

—"Un parto puede durar hasta un día entero."—Dijo Shura llamando la atención de todos.—"Tengamos paciencia y solo esperemos a que Fernzaelí salga con buenas noticias."

Los estudiantes asintieron mirando con esperanza la puerta de la habitación mientras que dentro de aquel cuarto, Rin estaba a punto de desmayarse pues casi toda su vitalidad había sido absorbida por su esposa.

—"¡Solo puja una última vez! ¡Vamos pequeña, solo este último y ya."

La castaña asintió y soltando un pequeño grito pujó solo para que una sensación de alivio y llanto de bebé inundara la habitación. Fernzaelí fue rápido en limpiar al bebé y hacer todo el procedimiento antes de poder entregar al bebé a su madre quien con ojos llorosos y cansancio en todo su cuerpo esperaba con ansias poder cargar a su hijo.

—"Es un bebé muy saludable. Felicidades, es un niño."—Dijo la deidad entregando al bebé a su madre. _________ tomó al pequeño en sus brazos causando que esté se acurrucara al sentir su calor.—"Iré a dejarle saber a los demás para que puedan pasar."

_________ asintió sin quitarle la mirada al bebé en sus brazos. Con sumo cuidado besó su cabecita para después alzar su vista y mirar a Rin.

—"Es nuestro hijo, nuestro pequeño Keitaro."

Rin apenas iba a decir algo cuando la puerta de la habitación se abre dejando pasar a sus amigos todos al ver al pequeño bulto en los brazos de su amiga, rápidamente se dirigieron hacia ella sin embargo, Rin inmediatamente se postró delante de ellos.

—"Rin, tranquilo. No vamos a lastimarlos, sabes que jamás lo haríamos."—Dijo su hermano viendo como él cubría a su esposa y bebé con su cuerpo.—"Tranquilo hermano."

_______ tomó su mano y este la miró por unos segundos para después asentir y hacerse a un lado. Shiemi e Izumo fueron las primeras en acercarse tratando de no hacer ningún movimiento brusco que pudiera alterar a Rin o al bebé.

—"Aw, es tan pequeño y lindo."—Articuló Shiemi mientras unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos. Izumo parecía estar en un trance, mirando con ternura al pequeño.

Algo dentro de Rin se removió y un sentimiento de calidez se incorporó dentro de su cuerpo, por fin tenía su propia familia y él iba a asegurarse de que nada ni nadie le iba a quitar eso. Limpió un poco sus lágrimas y sorbió su nariz haciéndose a un lado para que los demás pudieran acercarse, fue cuando el cansancio y la falta de vitalidad empezó a golpearlo causando que se tambaleara un poco. Antes de que pudiera caer, sintió como alguien lo sostenía y por inercia cerró sus ojos.

—"Lo hiciste bien mocoso."—Escuchó como Azazel habló lo suficientemente alto para que él lo escuchara.—"Descansa un poco, y recupera tu fuerza."

|¿Quizás Sea Para Siempre?| [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora