Extra

95 4 0
                                    

.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hacienda Gandaela.

Los días corren con demasiada lentitud para Mariana. Las labores que, por lo general, lleva a cabo en la hacienda se le están volviendo apabullantemente monótonas y pesadas; solo encuentra sosiego cuando Emilia la deja encargarse del pequeño Tomás, su único nieto.

Extraña mucho a Duván.

Desde que decidió marcharse junto con Vanessa, son muy pocas las veces que ha podido comunicarse con él.

Duván lo hace por seguridad, no quiere exponerlos a un peligro mayor si llegan a contactarse con alguno de ellos o si los utilizan para llegar a él. Nunca se lo perdonaría. Así que por el bien de todos, solo se comunica muy de vez en cuando y solo lo estricto y necesario. Y eso está matando lentamente a Mariana.

Cuando él vivía en la Gran Ciudad, siempre se comunicaban. Siempre. No había día en que ella no lo llamara  para saber de él. Es una madre sobreprotectora y obsesiva y ella lo sabe. Con Rodrigo no tiene ninguno de esos problemas, porque, "gracias al cielo", siempre ha vivido con ella y ahora que se casó, Emilia y él permanecen en la hacienda, junto a su pequeño nieto que adora más que a su vida entera.

Aún tiene rezagos de un pasado que se niega apartarse de su mente y mucho menos de su corazón. No pasan muchos días en que las pesadillas la torturen con aquella horrible escena y ese llanto...

Le costó lo impensable saber de su paradero, ella siempre supo que ese bebé no murió como le quiso hacer creer su madre. Ella escuchó su llanto, ¡ella lo escuchó!

Tuvo que mover cielo y tierra y lo peor fue, que tuvo que hacerlo a espaldas de su esposo. Fue difícil, le tomó años, muchas lágrimas, dolor y sufrimiento, pero por fin lo encontró, por fin supo de su paradero y fue casi que gracioso, saber donde estuvo todo ese tiempo. 

"Era más que lógico", se regaña siempre.


Hacienda Delvalle

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hacienda Delvalle.

Se acerca la vendimia, el tiempo en el que se recoge la uva. Todo está dispuesto, ya que el evento que en la Hacienda Delvalle siempre es motivo de celebración y tanto los trabajadores como la familia participan de este momento. Esta fecha en especial, puesto que Esteban, después de tantos años, ha aceptado hacer parte del ritual.

Sentados todos los Delvalle, en la sala principal, junto con Alejandro, el administrador de la hacienda, coordinan los detalles de cómo se llevará a cabo toda la recogida, el corte y separación de los frutos.

—Solo falta disponer la hora —informa Alejandro, quien sutilmente desvía la mirada hacia donde está Mariela, la hermana mayor de Esteban—. Todo lo demás está listo.

Intenta disimular y sobre todo reprender el leve calor que le recorre la espalda cada vez que la tiene cerca y enfoca la mirada en los papeles que junto con Esteban revisan con detenimiento.

—Perfecto —exclama con satisfacción doña Elvira—. Solo falta que Esteban, nos confirme —se dirige a su nieto quien repasa la documentación correspondiente—. Esteban, ¿siempre estarás...

En ese instante suena el teléfono del estudio.

—Yo contesto —se ofrece—. Hacienda Gandaela.

Del otro lado, Mariana contiene la respiración al escuchar aquella voz y no puede evitar ligarla al llanto de tantos años atrás.

—Hola, buenas tardes —responde finalmente, con mucha dificultad, aunque lo disimula a la perfección.

—Hola, Mariana —la saluda con cortesía—. ¿Deseas hablar con...?

—No, no —niega de inmediato, simulando una sonrisa—. Me equivoqué de número, iba a marcar a otra parte.

—Entiendo —responde amable.

—Fue un placer saludarte.

—Igualmente —y cuelga una vez escucha que cierra la llamada.

Un fuerte nudo se atraviesa en el pecho de Mariana, las lágrimas caprichosas se niegan a obedecerle y terminan una vez más desbordándose. Se limpia con cuidado y al final, sonríe.

"Es su voz", exclama sonriendo conmovida, "Me conformo aunque sea con escuchar su voz".



La saga: AMOR A SEGUNDA VISTA está compuesta por los libros:

Libro 1. INCONTROLABLE

Libro 2. INEVITABLE

Libro 3. IRRESISTIBLE 

Libro 4. INCONFESABLE

Libro 5. INVENCIBLE

MUCHAS GRACIAS A TODAS LAS QUE ME ACOMPAÑARON EN ESTA HERMOSA AVENTURA LLAMADA AMOR A SEGUNDA VISTA


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora