𝕾𝖔𝖒𝖔𝖘 𝖒á𝖘 𝖖𝖚𝖊 𝖉í𝖆𝖘 𝖌𝖗𝖎𝖘𝖊𝖘

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―Algún día esto solo será un mal recuerdo, ustedes los jóvenes creen que la vida es permanente, pero no lo es, crecerás, y el ya no formara parte de tu vida, ni de la de tu hermana, porque ella también crecerá, tu madre en cambio tomo su decisión, no la debes de juzgar sus razones tendrá es una adulta, por más que la ames no debes pelear batallas que no te corresponden, no intentes salvar a alguien que no quiere ser salvada o te hundirás con ella ―dijo Bruno con serenidad mientras conducía hacia Balmont.

No le conteste, no tenía animo de hablar con nadie, Bruno a veces se tomaba atreviditos que no le correspondían como creerse mi psicólogo y querer darme consejos que no le pedí. Me puse los auriculares y le subí el volumen a la música, pegué mi cabeza a la ventanilla del auto, y me perdí en mis pensamientos que no son nada buenos, un día de estos voy a explotar, reprimir tanta mierda me hace mal.

Mis ojos divagan en los árboles secos del bosque que hay que atravesar para llegar al centro de la ciudad, es un día lleno de neblina como todos los demás en este jodido lugar, aburrido, enojado, sin nada que esperar, sentenciado a la miseria. Hasta que mis ojos se topan con ella al mirar a través del cristal de la ventanilla del auto, nada especial me repito a mí mismo, sin embargo, hay algo magnético en ella, algo que grita: mírame, mira como mi cabello y bufanda flotan con el viento al manejar una bicicleta entre los árboles, mírame estoy loca y eso te encanta, solo mírame, mírame porque yo no te miro a ti.

Si pudiera decirle algo ¿Qué seria? ¿un hola talvez? ¿perdón por tirarte el café el otro día? Que estúpido ¿Por qué le hablaría? Si hoy no me apetece hablar con nadie, mucho menos con esa rara.

El auto avanza y ella se queda atrás, al llegar a Balmont me bajo del auto sin decir una palabra. Este instituto no está en la lista de mis lugares favoritos en el mundo, pero prefiero estar aquí mil veces que en ese lugar al cual mi madre llama nuestro "hogar" considerando que hay más mierda allí que en un desagüe de aguas negras.

El resto del día me la paso del mal humor, realmente no me apetece fingir ser amable, me joden todos, paso de todos, hasta que a la hora del almuerzo los chicos del equipo de futbol se sientan conmigo, la mayoría habla estupideces como por ejemplo el bastardo Park Rowell nos explica detalladamente de qué tamaño son los senos de Sandi Santana, regodeándose de que la pobre tonta de Sandi dejo que se los mano ciara en la fiesta del fin de semana. Estos tipos me dan asco, hablan de las mujeres como si no tuvieran madre o hermanas.

Decido dejar de escucharlos y dirijo mi atención a algo más interesante, la nueva está sola en una de las mesas, todos hacen ruido a su alrededor, pero ella no presta atención, como si nada a su alrededor fuera lo suficientemente interesante, con la nariz clavada en ese cuaderno que siempre carga a todos lados, parece sumergida en otro mundo.

―Esta buena ¿Verdad? ―aseguro Tyler Cook refiriéndose a la nueva mientras me ofreció una sonrisa torcida.

― ¿Quién?

―A la que estas mirando.

―No estaba mirando a nadie, estaba mirando al vacío, no a esa chica ―Conteste indiferente.

―Oh genial entonces no te importara que yo la invité a salir, a diferencia de ti yo si estuve mirándola, el otro día en clase de algebra se quitó el abrigo a unos escasos metros de mí y tuve una buena vista de sus melones los tiene de un buen tamaño, además de cara es muy bonita ―expreso el idiota de Tyler sonriendo mientras la miraba.

Al escuchar lo que salió de su boca me entraron unas ganas gigantescas de golpearlo, ¡¿Cómo se atrevía hablar así de ella?! ¡¿Cómo se atrevía a mirarla de esa manera?! Tyler es un cerdo integral.

―No creo que te haga caso ―Le asegure.

― ¿Por qué tan seguro? No existe chica que se resista a todo esto ―Fanfarroneo acomodándose la corbata del uniforme.

―Es que ya sabes ella se ve intelectual seguro tiene estándares altos esas chicas suelen ser así, y bueno Tyler tu así que digamos muy intelectual no eres, reprobaste dos materias el curso pasado, así no pierdas el tiempo con ella y búscate a alguien más de tu alcance ―Le aconseje riéndome descaradamente.

Realmente le hacía un favor a la gruñona al alejar al idiota de Tyler de ella.

―Eres un tremendo burro, un reverendo pendejo Tyler eso es lo que te quiso decir Hero ―Se burló Park y todos lo siguieron.

Todos comenzaron a burlarse de Tyler por haber reprobado dos materias en el curso pasado, era tema olvidado, pero era una buena ocasión para sacarlo a flote de nuevo.

Mientras me reía regrese la vista hacia la chica rara, la cual era un imán para los idiotas, era magnética y eso tenía consecuencias. Nada bueno sucedería en los próximos minutos ya que Kimberly y sus amigas se acercaban a ella, no entiendo porque insiste en molestarla la chica no les ha hecho nada.

Kimberly se paró justo detrás de la chica, la cual no se percataba de su presencia aun ya que estaba muy concentrada en lo que sea que estuviera haciendo, esto no era justo, atacar por la espalda era algo de cobardes y traidores, pero Kimberly es así: una cobra silenciosa y traicionera, eso todo el mundo lo sabe.

Sus peleas son hasta cierto punto infantiles, Kimberly vertió sobre la cabeza de la chica malteada de fresa, la chica se quedó en shock al sentir el líquido frio recorrer por su cabeza hasta su rostro. Al percatarse de lo ocurrido todos pusieron atención en la pelea que apenas comenzaba, sentí la necesidad de intervenir cuando todos empezaron a burlarse de la pobre chica nueva, sin embargo, no lo hice, me quede en mi mesa lo suficientemente alejado, pero lo necesariamente cerca siendo un observador más, porque la pobre chica nueva no tenía nada de pobre y no era de las chicas que necesitaba ser rescatada, se limpió con el dorso de las manos el líquido que se acumulaba en sus ojos para ver con claridad quien había sido, al percatarse que era Kimberly se levantó de la mesa llena de furia y se plantó enfrente de Kimberly la cual se reía como si acabara de hacer la cosa más graciosa de su vida, su sonrisa fue borrada de inmediato cuando la chica estampo su puño con una fuerza sorprendente justo en la nariz de Kimberly.

Después de eso solo hubo silencio, y sangre proveniente de la nariz Kimberly, bueno no cabe duda esa chica está jodidamente loca, pero eso fue genial Kimberly se lo tenía merecido, es ley universal: si te joden te defiendes. No pude evitar reírme, al ver la cara de horror de Kimberly al ver sus dedos manchados de sangre. Uno de los profesores se dio cuenta de lo sucedido, lo que significaba que la nueva estaba en problemas.



***

Notita del autor: si te ha gustado el capitulo házmelo saber votando o comentando, gracias por leerme.

É𝖝𝖙𝖆𝖘𝖎𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora