Josephine
Aquella tarde mientras las hojas de los arboles caían una tras otra apilándose en el suelo como sueños rotos después de a ver perdido su virtud, su aliento de vida. Las cigarras les cantaban a los últimos rayos del sol, que para ser sincera se ocultaba a una hora temprana en Sofía. El humo de nuestros cigarrillos era arrastrado por la brisa de aquel otoño, que entre su ocaso natural vio surgir a la vida, algo que no podría explicar con simples palabras mortales, ¿Cómo se podría describir este sentimiento? ¿Cómo podría describir algo que ni siquiera yo puedo descifrar? La pérdida total de la cordura ¿Talvez? No lo sé, me sentía más viva que nunca, pase toda mi vida reprimiendo esto, estaba tan acostumbrada a no sentir nada, que la sensación se sentía impropia en mi ¿Cómo es que había perdido la cabeza por este chico? ¿Cómo es yo podría desearle más que a nada en el mundo? Esto no era normal en mí, que pase rechazando a la humanidad todo lo que llevaba de vida. Y la simple idea que alguien me llegara a gustar era bochornosa. Pero Hero no me gustaba, gustar es una palabra simple, me pueden gustar las donas, pero eso no significa que quiera agarrar una caja de donas y extasiarme de ellas.
Mis pensamientos estando junto a Hero eran puros e impuros, inocentes y ardientes a la vez, todo se sentía igual: Tan vivo. Cada célula de mi cuerpo, cada pensamiento, cada movimiento, todo era dedicado a él.
Aquella tarde durante esos treinta minutos, permanecimos sentados en aquel viejo y sucio sofá, que autodenomine: mi paraíso personal. Charlamos de nosotros, descubriéndonos y fue más íntimo que desnudarse físicamente, él ni quiera me toco un solo cabello, aunque desee que lo hiciera, no lo hizo. Hero me respetaba y yo a él y era mejor que eso, yo no solo le respetaba también le había obsequiado algo más valioso: mi confianza. Nunca hablaba con nadie de mi vida, pero cuando estaba con él todo salía a flote como si quisiese que me conociera más afondo en todos los sentidos. Le conté sobres mis pasatiempos y gustos personales como, por ejemplo: que me gustaba tocar el piano, dibujar, la música clásica, pero por lo regular escuchaba de todo, le conté también que era alérgica a las nueces y que mi color favorito es el negro, que me gustan las películas de acción y los atardeceres.
Descubrí cosas nuevas en el también como, por ejemplo: que ama el futbol, sabe jugar ajedrez, que le gusta la música Rap de los 2000s, que tiene un perro con un nombre peculiar, que su pastel favorito es el de chocolate y su color favorito es el azul, que prefiere las películas de acción sobre las de terror y en su tiempo libre le gusta jugar videojuegos.
Como esta tarde la precedieron las de toda la semana, había creado un hábito que giraba alrededor de él, al reunirnos en clase de Historia charlábamos sobre teorías sobre porque la Ester estaba amargada y odiaba a todo el mundo.
―Sabes creo que es así porque es divorciada, y sus hijos son unos malagradecidos que no la han visitado en años, por ello se ensaya con nosotros ―Dijo Hero demostrando un poco de compasión hacia la ogra.
―Apoyo tu teoría creo que es divorciada, pero la verdadera razón de su amargura es porque creo que no ha tenido sexo en un par de siglos ―Susurre. Y nos echamos a reír.
Después de clase de historia no, nos veíamos mucho, a veces en cafetería, pero ninguno de los dos se animaba a tomar la iniciativa de saludarnos, mucho menos a iniciar una conversación, ambos queríamos mantener este vínculo que no estoy dispuesta encasillar, pero si le pusiéramos un nombre sería más una amistad, en secreto, lo nuestro era una amistad secreta, aunque a mí no me gustara mucho la idea Hero solo era mi amigo. No creo que sea muy normal quererle comer la cara a besos a tu amigo, pero me conformaba con tenerlo cerca.
Así que en detención cada que el señor Kutrapalli salía por esa puerta hacia sala de maestros, yo salía por la ventana, para encontrarme con Hero, seamos honestos, esta es mi historia de amor, es para la nueva era, él es la princesa de la torre, yo soy el príncipe que la escala para encontrarse con su amor, aunque él no sabe que es mi amor.
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É𝖝𝖙𝖆𝖘𝖎𝖘
FanfictionJosephine no es la chica más sociable, odia casi a todos y a todo, lo único que la divierte es confrontar a sus padres que son hasta cierto punto sobreprotectores, su vida parece ser simple y aburrida nada fuera de lo común para una chica de 17, sin...
