HAMBURGUESAS CLÁSICAS

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~CAPÍTULO 55~

—Tenemos una hamburguesa pendiente ¿quieres ir hoy?—digo cuando está apunto de salir por la puerta para guardar el botiquín.

—Vale, solo si me llevas donde yo quiera.— dice

—Donde tú digas.— digo mientras apoyo mis manos tras de mi. —¿Vamos ya? Es que tengo hambre y solo estamos los dos.— digo pensando en que los chicos se quedaron en la universidad por hacer no se que.

—Guardó esto y vamos, pero caminando.— dice saliendo por la puerta, me levanto mientras me coloco una sudadera y mi abrigo de invierno para salir hacia el salón.

Tanit se coloca esa chaqueta que es dos tallas más grande pero que ama demasiado, coge las llaves y ambos salimos.

El camino es en silencio, un silencio cómodo y reconfortante, caminamos juntos mientras jumó sale de nuestras bocas por el frío que hace.

Tanit expulsa el aire haciendo una gran nube, yo le sigo y hago una más grande.

Meto mis manos en los bolsillos de mi abrigo y ella me da un empujón de juego pero sin darme cuenta hago una mueca de dolor.

—Lo siento.— dice

—Da igual, ¿ya llegamos?— preguntó mirando el cartel que pone "hamburguesas madre"

—Sip, es ahí— señala el letrero que acabo de leer.

—Vamos allá.— digo abriendo la puerta, invito a pasar a Tanit pero ella señala la puerta para que pase primero—¿En serio?—

—En serio— dice y rendido entro yo primero, cogemos una mesa al final del local, el lugar es pequeño y acogedor, rústico con algunas luces amarillas que no dan mucha luz dándole un toque más relajado.

—¿Las pides tu? Es que yo no sé socializar es Erick el que siempre socializa.— dice con una sonrisa inocente

—Voy, ¿hamburguesa completa o que?— preguntó

—Pide dos de las clásicas— dice mientras me levanto.

—¿Para ti sola?—preguntó incrédulo

—No, idiota, una para ti y otra para mi. Las clásicas son buenísimas tienes que probarlas.— dice y sonrió para caminar la mostrador y pedir las dos hamburguesas clásicas.

Tras esperar unos minutos me entregan una bandeja con dos súper hamburguesas, gigantes, con doble carne, mucho queso, con cebolla, lechuga y con una pinta exquisita.

Llevo la bandeja a la mesa y me quito el abrigo dejándolo en el respaldo de la silla.

—Mm—murmuro al morder la hamburguesa y sus sabores me inundan de un placer.

—Es buenísima te dije que tenía que probarla— dice sonriendo al ver mi expresión. —Tienes..— se señala la comisura del labio pero se acerca a mi por encima de la mesa y pasa su pulgar por la comisura de mi labio, su contacto me hace sentir miles de emociones que no se por que me parecen increíbles.

Nos quedamos observando y ella aparta la mirada para morder su hamburguesa, cierra lo ojos para disfrutar sus sabores y verla me parece maravilloso, es perfecta y os juro que jamas en mi vida he visto algo tan perfecto como lo es ella.

Te odiará, como todas.
Este no es el momento conciencia...
Te odiará es solo cuestión de tiempo.

Y así es como mi yo interior cambia mi humor, apartó la vista de Tanit y me limito a comer en silencio con la prevenida de Tanit, lo suficiente para hacerme sentir un escalofrío de impotencia la pensar en lo que ocurrirá más adelante.

—¿Estas bien?—pregunta cuando terminamos.

—Si, voy a pagar.— digo un pco frío, lo que le desconcierta mi cambio de humor, me levanto y voy a pagar las hamburguesas. Vuelvo a por mi abrigo y espero a Tanit fuera.

—¿Puedo saber ahora que es lo que te ocurre?— pregunta según sale.

—Nada que te interese.— contestó borde

—Mira, Tyler, no entiendo tus cambios de humor y no se que hice pero a veces es un poco molesto. No se si eres bipolar o que cojones pero siempre las pagas a conmigo y me estoy cansando de rogarte. Estoy enamorada, si, lo sé pero tú me enseñaste una cosa: no le ruegues a alguien que no te merece, no ruegues a algo que te lastima. Y no se si me lastimas, pero tengo miedo de perderte, de que no te enamores igual que yo de ti. No se por que cojones lo acepto y tú no y yo siga aquí. Me importas ¿vale? Pero ya no quiero ser esa Tanit que estaba con Ryan, no quiero volver a eso. Por que además tú me traes fuerza y borras mis inseguridades pero me confunden tus cambios repentinos de humor, al principio estamos bien  pero luego te pones distante y frío, yo ya no me puedo cerrar a ti por más que lo intenté, peor tú... tú no se como lo haces. Y eso me desespera , quiero entenderte pero tú no me dejas.— dice y al terminar toma una bocanada de aire.

—Es mi culpa ¿vale? Soy yo, es mi puta mente, la vida nunca ha sido buena conmigo y no puedo aceptar que ahora lo sea, no puedo simplemente tenerte y ser feliz, no puedo pro que se que sería mentira, que en algún momento te cansaras de mi y yo no seré capaz de olvidarte ni de enamorarme de alguien más. Por que si yo me enamoro tú te irás y contigo mi corazón.— me desahogo.

—Si no juegas con fuego morirás de frío.– y se a lo que se refiere con eso.—Yo me estoy arriesgando, a lo mismo que tú, me arriesgo a que me rompas más de lo que estoy, me arriesgo a que te canses de mi.. a todo. Pero lo quiero hacer, lo quiero hacer por que siento que vales la pena y si esto no dura te juro que esto será un cuento corto que leeré mil veces, por que yo también tengo miedo pero tú me inspiras a seguir, por que tú tienes algo que me completa..— 

—¿Y si nos quemamos?— preguntó y ella sonríe al saber que ya bajo los muros.

—Pues habrá valido la pena quemarnos.—dice y la cojo de la mano.

—Lo siento— digo

—Perdonado— dice juguetona y empezamos a caminar hacia casa.

¿Como es que no tiene miedo de quemarse de salir destrozada?
Ella es la que tiene más miedo, pero ella es valiente, ella es valiente y se arriesga.

"Pues habrás valido la pena quemarnos"

FARSANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora