La broma que salió mal |Omegaverse| Batjokes

Capítulo 44

Joker quedó tirado en el piso después de aquello, se retorcía teniendo espasmos y apretaba los puños con dolor. Mientras, el espantapájaros miraba desde el escenario complacido, caminaba por este intercambiando miradas entre el payaso y Batman, quien aún no levantaba la mirada y seguía diciendo cosas incoherentes. Los espasmos no se habían detenido y se intensificaban cada vez más. 

— Muy bien hecho, parece que todo va acorde al plan, ¿no es así? —susurró una voz cercana al villano sobre la tarima, este asintió— Perfecto, estarán aquí en unos segundos. Aguarda. 

Y como aquel había dicho, en unos segundo más llegaron al menos cuatro patrullas, de las que descendieron cantidad de policías junto al comisionado Gordon. Entonces, después que estos estuvieron ya armados en las trincheras que habían formado, apareció la mismísima Harley Quinn acompañada y traída por Hiedra Venosa. 

— ¿Gordon? ¿Qué haces aquí? —preguntó Harley sin dejar de mirar hacia aquel escenario, sin notar como su antiguo amor y mejor amigo permanecía en el suelo. Él, sin cambiar su semblante preocupado y enojado mostró una nota de color azul con letras recortadas "la plaza se ilumina ante el acto de hipocresía más grande frente al más grande hipócrita"— Oh, veo que vinimos por lo mismo. 

Harley le mostró su papel; "torcida y retorcida, crímenes comete más cuando él no está con todo arremete, aún así no tuvo compasión, pues contra el retorcido habrá poca comprensión. La plaza traída de traición". Cuando estuvieron todos, observando hacía donde las luces daban, apareció la co-estrella. 

— Así que pudieron resolverlos... y yo que creía que solo Batman era suficientemente listo como para llegar al final —vestido con su traje completamente verde fosforo, un bastón y un sombrero de copa con un signo de interrogación, cubierto por una máscara, el mismísimo acertijo— Ante ustedes, la muestra de la hipocresía de esta ciudad. ¿Por qué perdonarle todo lo hecho a este payaso y a quienes no lloramos a pies del murciélago se nos sigue condenando? 

— No se le ha perdonado nada... —respondió Gordon en susurros— Él está viviendo su condena... 

— ¡Él vivió su condena! —gritó Harley mirando a Gordon con odio, ya había visto donde estaba Joker y cómo lo tenían, no podían hacerle algo de nuevo, no se lo perdonaría— ¡La vivió a manos de psicópatas que no entienden la gracia de las bromas del señor J! ¡Quienes le torturaron de las maneras más asquerosas posibles! 

Espantapájaros rio. Mientras el acertijo respondió. 

— ¿Bromas? ¿lo que le hizo a la ciudad es una simple broma? —respondió este— Esto sí será una broma. 

Entonces, se oyeron gritos por parte de Bruce. Trataba de librarse con todas sus fuerzas más nada lograba, sus pupilas llenas de lágrimas, completamente dilatadas. Su piel pálida y las manos rojas por la sangre acumulada gracias a las esposas le daban un aspecto horroroso. Harley jamás sintió gran aprecio por aquel sujeto, pero era quien cuidaba y amaba de su señor J, no dejaría que le hicieran nada. Cuando quiso saltar la barricada de vehículos policiales, Gordon e Ivy le agarraron los brazos para impedirlo. 

Gordon no quería que estropeara todo. Ivy no quería que esta saliera herida. Ambos habían notado la presencia de los hombres con bolsas en la cabeza rodeándolos con unas maquinas para fumigar que, como era sencillo de suponer, estaban llenas de toxina del miedo. 

Joker se tapaba entonces los oídos mientras se retorcía. Fue entonces que a duras penas logró levantarse, aún con los espasmos en su cuerpo. Su rostro lucía el maquillaje corrido y tenía los ojos bañados en lágrimas. 

— ¡YA BASTA! ¡YA BASTA! —gritaba Joker, desesperado— ¡HAZ QUE PARE! ¡NO QUIERO, NO QUIERO VOLVER CON ELLOS! 

— ¡Sí quieres que se detenga hazlo! ¡Lanza los cuchillos! —respondió espantapájaros. 

Entonces, con las manos temblorosas, tomó un cuchillo y esta vez, dio bajo el brazo de Bruce, sin llegar a darle. "Hazlo divertido" gritaba acertijo sonriendo. Joker lanzó el segundo cuchillo, sobre la cabeza de Bruce, a penas rozándole. Tercer cuchillo, dio cerca de su mano derecha, justo entre su índice y dedo corazón. Le hizo un corte en el último, comenzando a sangrar. Los gritos de Bruce se hicieron desesperantes y en agonía, dolía el alma escucharlo gritar así. 

Entonces, los gritos se detuvieron en seco. Bruce cayó exhausto seguido de Joker, quien se desplomó sobre la mesa, tirando muchas cosas de estas al piso.