Capítulo 56

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El tiempo comenzó a pasar entre felicidad y tiempo juntos. La alegría se sentía en la casa de los Wayne, continuaban teniendo misiones para combatir la criminalidad de la ciudad que nunca se detenía. Pero, con el pasar de los días, Joker comenzaba a sentir algunos cambios en su cuerpo. Cada vez, le daban más ganas de comer cosas que anteriormente no le llamaban la atención y, no importaba cuanto entrenara, su peso seguía en aumento. Se sentía hinchado e incómodo. Había tenido algunos cólicos de baja intensidad que lo tenían muy confundido. 

— Corazón, hoy creo que no te acompañaré a las rondas habituales —dijo Joker a Bruce mientras permanecía acostado. Bruce ya se estaba cambiando de ropa para irse. 

— ¿Te sientes mal, bebé? —Bruce se acercó hasta él, tocándole la frente con cuidado—. Le diré a Alfred que te traiga algo. No te preocupes, volveré cuando termine la ronda. 

Asintió, deseándole suerte. En cuanto se fue, marcó a Harley. Necesitaba de su ayuda. La arlequín respondió en pocos segundos. 

— ¡Mr. J! Cuanto tiempo —estaba tan animada como siempre— ¿Cómo está? 

— De seguro no mejor que tú, que vienes llegando de tu luna de miel —no podía evitar sonreír al escuchar lo feliz que estaba su amiga. 

— ¡AY, fue de ensueño! La pasamos genial en las playas del caribe con Hiedra y a ella le hizo muy feliz visitar el amazonas —contaba todo muy velozmente, parecía estar haciendo mil cosas a la vez. Quizá estaba corriendo un maratón— Pero, ¿por qué llama? 

— Estoy preocupado por algo y necesito aclarar. ¿Me acompañas? 

— ¡Por supuesto, cuente conmigo Mr. J! 

Pasado un rato, ambos se encontraban a las afueras de una cafetería. La gente solía mirarlos con curiosidad. Agradecían que ya no fuera con el pánico de antes. Pero seguían viéndose extravagantes; Joker se rehusaba a soltar su cabello verde y sus labios rojos, al igual que la arlequín que había vuelto de su luna de miel con dos coletas altas pintadas de azul y rosa. Todos sabían quienes eran. 

Pidieron dos cafés con leche y un pastelito relleno de chocolate para Joker, quien deseaba con todas sus fuerzas comerse un gran trozo de masa con caramelo. 

— Entonces, ¿Qué pasa? —preguntó Harley viendo como Joker disfrutaba del pastel con mucho gusto. 

— Pues... —se limpió la boca para no verse ridículo— hace unas semanas llevo con síntomas extraños y... estoy preocupado. 

— ¿Síntomas? ¿Está enfermo otra vez? —la preocupación inundó el rostro de la arlequín. Joker negó al instante. 

— He subido de peso, estoy permanentemente inflamado, estoy comiendo puras cosas que antes no me gustaban y... tuve un sangrado extraño hace unos días —las mejillas de Joker se encendieron al instante. Era una información demasiado personal como para comentárselo a alguien, pero debía confiar en su amiga—. No sé que puede ser. 

— Bueno... esos son síntomas de embarazo Mr. J 

El corazón del payaso dio un vuelco al orí eso. También lo había pensado en algún momento, pero había hablado con el doctor que lo atendió aquella vez cuando pasó todo y le había dicho que no podría quedar embarazado, y de ocurrir, sería uno de alto riesgo. Por esa misma razón no había querido pensarlo demasiado para no hacerse ilusiones. 

— Iremos a la farmacia para comprar una prueba de embarazo y te lo harás —le tomó la mano con cuidado. Sabía que era un tema delicado, conocía lo mucho que Joker había deseado ser padre y tener una familia propia. Cargaba con demasiada esperanza por culpa de estos síntomas y no quería que terminara decepcionado. Podía ser muy doloroso—. Te acompañaré y estaré ahí para todo lo que necesites, como siempre lo he estado. 

Joker sonrió con ternura. Apretó la mano de su amiga con cariño y terminaron de comer lo que se habían pedido antes de ir a pedir una prueba de embarazo a la farmacia. 

Al llegar, la dependienta les vendió una prueba particular para omegas. Se sintió bastante avergonzado, pero gracias a que tenía junto a él a Harley, se vio capaz de pedir más de un test para estar completamente seguros con los resultados. 

— ¿Estás listo? Iremos a casa y las harás. Hiedra y yo estaremos para apoyarte con lo que necesite Mr. J 

En serio estaba nervioso. Pero asintió, confiando en su amiga y en lo que debía ser. 

La broma que salió mal |Omegaverse| BatjokesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora