La broma que salió mal |Omegaverse| Batjokes

Capítulo 21

Voy a advertir que los capítulos siguientes serán bastante explícitos y fuertes, si quieren no leer, les dejaré un aviso, pero he de advertir, que las zonas que están en cursiva, tendrán trascendencia en los siguientes capítulos. Eso. <3

El saber que era tan poco probable que lo encontraran como de salir de ahí era lo que hacia que Joker perdiera muchísimo sus esperanzas. La camioneta en la que iba se sentía atrapado, como si sufriera de claustrofobia, aquello lo estaba matando. 

La camioneta se estacionó. No sabía donde estaba, quiso gritar, más no lo hizo, sabía que ningún ciudadano lo ayudaría debido a su trayectoria criminal. Escuchó la puerta abrirse y como uno de los matones lo volvía a cargar en su hombro, como a un saco. Parecía que estaban entrando a un lugar muy desolado ya que solo se oía algunos insectos hacer ruido. 

Lo dejaron en el piso, de rodillas y le quitaron la bolsa de la cabeza, pudo respirar nuevamente. Estaban en una casa, en el salón de una casa abandonada, y frente a él, Harvey Dent, jugando con su moneda, haciéndola girar entre sus dedos. 

— ¡Joker, bienvenido!  —Dijo este, con una sonrisa irónica. 

— Dos caras... —Fue lo único que dijo Joker mirándolo con ira, tenía ganas sicopatas de matarlo, esas que no había sentido hace mucho tiempo. Quería esos brazos que lo protegían de aquello pensamientos. 

— Esta es mi venganza payaso, por todo lo que me hiciste conmigo —Se levantó, le desordenó el pelo y sonrió— Te contaré. Estarás aquí, y ni te molestes en gritar o intentar huir, no hay nadie en kilómetros a la redonda —Mierda—, mis compañeros te cuidarán, lo harán muy bien, ya que dentro de tres días te llevaremos a una subasta de obras de arte, estoy seguro que serás la atracción principal. Tienes que verte muy lindo, para que paguen mucho por ti. —Dos caras volvió a sentarse, Joker quería llorar, iba a ser vendido a quien sabe quien... y estaría tres días atrapado con esos matones— Pueden llevárselo chicos. 

Los matones tomaron a Joker y lo dejaron en una habitación, parecía un sótano, solo tenía una pequeña ventana cubierta de barrotes. Había una cama de dos plazas, una mesita de plástico y una flor, una rosa. Aquello le hizo recordar el sueño que tuvo la vez que los matones quisieron abusar de él. Lo peor era pensar que esta vez cumplirían con aquello. 

ADVERTENCIA ***

— Muy bien hermoso —Aquello le dio repulsión, lo habían dejado en la cama— De verdad queremos hacerte nuestro, y entre menos resistencia pongas, más amables seremos contigo. 

Jan era mucho más alto que él y que Mick, por lo que cuando le agarró la mano sintió aquella fuerza. A pesar de todo, quitó la mano de un manotazo y se alejó, mirándolo con asco y odio. 

Cuando Mick le quiso besar lo golpeó, empujándolo con los pies. Jan le dio vuelta, como estaba atado de manos y pies se le hizo especialmente fácil. Joker se retorció, se movía para todos lados, intentaba pegar para que no le tocaran. Sintió como Jan se colocaba sobre él, pudo sentir el bulto en su culo, aquello lo hizo retorcerse y querer huir más de lo que lo estaba intentando. 

Las manos de Mick entraron bajo su camiseta y le tocaron los pezones, se sentía usado y asqueado, sobre todo por la electricidad que le recorrió. Quiso imaginar que aquellas manos eran las de Batman, aquel hombre que con tanta dulzura y amor lo había tratado todo el tiempo (al menos desde que habían dejado de ser héroe y villano), más no pudo. Las manos de Mick eran mucho más tersas, menos tiernas y con menos amor. 

La simulación de embestidas que le daba Jan lo estaba asustando. Mick le giró el rostro, besándole, metiendo la lengua en su cavidad. Sentía ganas de vomitar, solo deseaba besar a Bruce. 

Las manos de Jan se metieron en su pantalón, y comenzó a masturbar su miembro de una manera demasiado dura, sin cuidado, aquello le dolía. 

— Ah- Ah... me duele imbéciles. —Gritó Joker, queriendo alejar esas manos de allí. Sintió como le deban una muy fuerte nalgada, le golpeaban la espalda y luego le besaban en esos sitios. 

— Nos tratarás con respeto, ¿oíste? —Gritó Mick, agarrandolo de la madibula, mientras lo besaba con más fuerza. Vio como se ponía de rodillas frente a él y se bajaba el pantalón, le obligó a abrir la boca, y por mucho que lo quiso evitar, los golpes que le dieron le hicieron abrirla de todos modos. 

Mick metió su miembro erecto en su boca, follandola de una menera dura y horrible, le hacían tener arcadas, tenía los labios cubiertos de saliva y fluidos. Mientras tanto Jan le bajaba el pantalón, y lo seguía masturbando. Sentía como le abría con cuidado las nalgas, y como algo húmedo le recorría. Quiso llorar. 

De pronto, pudo sentir unos dedos, le estaba comenzando a penetrar unos dedos. Mientras tanto, observaba a Mick gemir y extasiarse de la imagen que tenía ante él. Aquello le daba más asco. Pronto, pudo sentir como Mick se venía en su boca y lo obligaba a tragar. Unas lagrimas se asomaron en sus ojos. 

— Preciosura, voy a penetrarte, no sabes lo que llevo esperando esto. —No sabía para que le avisaba. 

Jan tomó su cuerpo, y lo embistió. El dolor fue horrible, gritó, lloró, pero no podía hacer nada, se sentía un sucio juguete. Las embestidas eran fuertes, dolorosas, pero aun a pesar de todo, se vino. Pero Jan seguía penetrándolo, mientras, Mick le besaba por todos lados, dejandole chupones, tocándole el miembro. 

Pronto, en medio del dolor, un liquido se resbaló entre sus piernas cuando por fin, Jan retiró su pene de allí. Se había corrido dentro. 

Lo dejaron acostado, desnudo, atado sobre la cama y se fueron. Quiso sentarse, más el increíble dolor no se lo permitió. Comenzó a llorar, mucho, gimiendo el nombre de Bruce. Quería salir de allí y volver con él...

— Alguien ayúdeme... por favor...