La broma que salió mal |Omegaverse| Batjokes

Capítulo 23

El día había llegado, una parte de él estaba completamente ansioso, solo por las miserables ganas que tenía de volver a ver la luz del exterior. Lamentablemente, iba hacia lo que parecía ser un futuro peor.

Quizá sería vendido a un viejo de esos fetichistas que lo usaría como juguete mientras lo vestía con trajes raros. Y de tanto abuso, y latigazos, sangre, moretones, moriría. Al menos físicamente, porque su mente y emociones ya habían muerto desde que lo separaron del que al fin había podido ser su hogar.
La verdad, mientras pensaba eso, solo podía pensar en Batman, en su querido alfa.

Como le encantaría verlo una última vez. Quería vivir con él lo que una pareja normal hacía.
Quizá ver películas abrazados, beber café en las mañanas, pelearse por quien lava los platos... Bueno, quizá eso no, ya que viven en una mansión y Alfred se encarga de esas cosas.

Solo deseaba verlo. Ver su hermoso rostro sonreírle una vez más, volver a besarlo, a sentir esa cosquilla en su cara por la barba que se dejaba unos días, amanecer hasta verlo a su lado, contemplarlo como si fuera lo más hermoso que hubiera visto nunca.

En medio de sus pensamientos, sus captores aparecieron. Lucían tristes, y agobiados, como si hubieran tenido que  soportar una larga charla.

Pudo ver como le desataban las manos, le curaban las heridas y las cubrían con maquillaje. Le arreglaron el cabello.
Joker solo miraba hacia abajo, se dejaba ser, luego de días con ellos, supongo que se había terminado adaptando a sentir esas manos en todo su cuerpo.

Se sintió algo mejor, o menos muerto, se podría decir. Esos idiotas le dieron algo decente de comer, algo rico, era obvio lo habían pedido... O robado de algún sitio de comida. La pasta estaba deliciosa, como había extrañado comer algo bueno. Y como extrañaba comer con Bruce.

Cuando terminó de comer, trajeron unas prendas extrañas. Era una camisa blanca, unos shorts, ropa interior negra femenina, unos calcetines hasta la rodilla negros, muchas ligas y cinturones.

Se esperó lo peor.

Pero simplemente los dos tipos comenzaron a vestirlo, solo porque Joker no tenía fuerzas para hacerlo por si mismo. Le colocaron la ropa interior, parecía que estuviesen luchando internamente por no volver a follarlo como los días pasados. Abrocharon el short, cada botón de la camisa, a excepción de los 3 cercanos al cuello, para que se viera el escote y la clavícula, pusieron las calcetas y lo finalizaron abrochando los cinturones en sus piernas y torso como simples accesorios.

Lo estaban poniendo lindo y sexi para la subasta, para ese viejo rico que lo compraría.

Lo dejaron allí, bebiendo agua, y comiendo algo más de comida antes de salir. Joker podía sentirse algo mejor que en un principio, y tenía mucho miedo de que fuera la última vez que se sentiría algo mejor.

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Bruce comenzaba a desesperarse.
El payaso no aparecía por ningún lado, no sabía de él, no había crímenes, ni Harley sabía, ni siquiera su confiable computadora...

Pronto se acercaba la subasta de obras de arte del que su compañero le había hablado, y debía asistir para saber que era lo que se ocultaba en esos lares, no había buena pinta, y estaría preparado. Si había algo extraño o sospechoso, detendría a quien estuviese allí.

Cuando detuviera todo este lío seguiría con sus búsquedas nocturnas por la ciudad en busca de su amado. Realmente lo extraña, lo necesitaba, comenzaba a sentirse realmente mal, como si algo malo le estuviese pasando a su payaso.
Esperaba que solo fuese otra de sus bromas.