Sentimientos Encontrados.

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Tres días se la pasó encerrada en aquella habitación de hotel, estuvieron negociando presentando grandes expedientes con información relevante de sus monedas de cambio, fueron largas horas reunida con el abogado, un representante de la fiscalia má...

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Tres días se la pasó encerrada en aquella habitación de hotel, estuvieron negociando presentando grandes expedientes con información relevante de sus monedas de cambio, fueron largas horas reunida con el abogado, un representante de la fiscalia más el juez, en un momento de los descansos tuvieron que derivar a Altagracia al hospital más cercano por un gran ataque de nervios, sumándole que se le subió la presión un poco, le aplicaron suero intravenoso y por supuesto la esposaron a la cama, su abogado continuo a pesar de que ella no se encontraba presente pues no contaban con mucho tiempo.

Mientras ella recibía el tratamiento necesario y aprovechaba para cerrar los ojos un momento, recibió la visita de su abogado casi al mismo tiempo que venía la enfermera para quitarle el suero, después de averiguar como se encontraba su cliente paso a contarle la buena nueva; efectivamente habían conseguido la absolución completa de sus cargos. Sus moneditas no tenían idea de que ahora cumplirían una larga condena gracias a ella, por lo que podría relajarse un poco, para cuando volvieran a la habitación de hotel le harían firmar un par de documentos, nada más para certificar que obtuvo "justicia".

También quitarían su nombre y rostro de todas las alertas de búsqueda y captura, su pasaporte sería liberado y por supuesto verían que las autoridades de México desbloquearan sus cuentas, también le devolverian todo lo que se tomó como "evidencia", como Altagracia quería tomar de una buena vez su avión, se fue con el rastreador puesto, se lo iban a quitar una vez llegará a México. La verdad ya lo había aceptado como parte de su cuerpo después de haber pasado casi cuatro días con el, una vez pudo pasar por sus cosas y firmar todo lo necesario fue a abordar el avión acompañada de su abogado.




– ¿Abrimos una botella de champán para celebrar?

– No puedo beber pero te la mereces — le hace una seña al camarero — Sirvele una copa por favor

– Si Doña

– No se ve muy alegre ¿Todavía se siente mal? Porque le insistí en que se quedará otro par de horas

– Es sólo cansancio, deseo llegar a mi casa de una buena vez

– Creo que no volverá a los Estados Unidos en mucho tiempo

– Eso te lo puedo asegurar, al menos no por gusto

– Brindemos por su absolución y porque no tenga que regresar aquí — toma su copa

– Salud — brinda con su jugo

– ¿Le molesta el rastreador? Tengo un contacto en la policía que podría quitárselo ni bien lleguemos

– De hecho, tengo una persona en mente ¿Podría mover los hilos una vez más a mi favor abogado?

– Por supuesto, dígame de que se trata

– ¿Conoce a la detective Karen? Antes tenía corte de dora la exploradora

– Si, sé a quien se refiere, una verdadera joyita

Barrotes De AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora