Al final Altagracia tuvo que tomarse tres días después de que Aliyah fuera vacunada, está vez la fiebre le duró un poco más pero pudo mantenerla controlada, la razón por la que se detuvo fue porque Aliyah lloraba mucho por las noches, sabía que el pinchazo la tendría incómoda al menos tres días, por lo que nada más asistió a esa estúpida junta que ya había aplazado y luego se desligo de la constructora. José Luís iba en horarios de trabajo para no levantar sospechas con Eleonora, esos días prácticamente no le vieron el polvo en su constructora, aparecía para el desayuno en casa de Altagracia y se retiraba a su hora de "salida".
Estos tres días fueron los primeros en los que ella no tuvo ninguna queja o reproche hacía él, pues cuando José Luís estaba en la casa, ella podía darse el lujo de descansar por un par de horas, todavía no confiaba tanto en él como para dejar que se la lleve fuera de la propiedad pero ahora podía quedarse a solas con la pequeña; aún así Magda se aparecía de vez en cuando, a ella le preocupaba muchísimo que se le cruzaran los cables y terminará llevándose a la niña, aunque sabía que ni siquiera podría cruzar la puerta, el miedo era real. Una vez Aliyah estuvo más tranquila y con mejor cara, Altagracia llamó nuevamente a Lucho para avisarle que comenzarían a trabajar.
– Hoy la veo mucho mejor Doña — le hace caras a Aliyah quien sonríe — Hace unos días hasta la cara le había cambiado
– Ella está fresca como lechuga — se sirve del té — Yo soy la que por poco se queda sin corrector para ojeras
– Bueno pero lo bueno es que la niña Aliyah estará sana por mucho tiempo, las vacunas son importantes
– Sana ¿Pero a que costo Magda? — cierra los ojos por unos instantes — Me arden los ojos del cansancio
– ¡Yo se lo dije! No debió llamar a ese muchachito, Doña ¿Por qué no aprovecha que es dueña de la constructora y descansa?
– Porque si quiero que mi constructora este arriba nuevamente debo empezar ahora, además entre más rápido me levante, tendré más tiempo para criar a esta niña que es una salvaje
Aliyah pego un gritito como de protesta, ahora que estaba más grandecita, cada que escuchaba su nombre lo hacía, Altagracia lentamente giro la cabeza para poder verla, lo primero que se encontró fue a su niñita con el puño en la boca y sonriendole.
– ¿Te revelas? ¿Así están las cosas ahora? ¿Eh? Aliyah te estoy hablando
Ella volvió a responder de la misma manera pero está vez agregando una risita, Magda estaba fascinada con esto así que también le contagiaba la risa, Altagracia sólo se rindió y prenso una leve sonrisa.
– Lo que me va costar civilizar a este humanito — toma de su taza de té
– ¡Ay pero si ella es bien portada!
– ¿Bien portada dices? Si a leguas se nota que tendré que regañarla muchas veces, estoy jodida
– Bueno la sangre no es agua Doña, el padre que le consiguió pues... usted lo está terminando de criar
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Barrotes De Acero
RandomOh barrotes! Fríos, tan fríos cómo tus manos cuando soltaron las mías. Delgados cómo tus lindos labios. Pero fuertes cómo la espada que clavaste en mi costado, el día que me traicionaste.