Después de que pasará por lo típico en la primera ecografía, se le tomó una muestra de sangre, agendaron la próxima cita y pudo salir al fin de aquel consultorio, detestaba con su alma estar en el hospital. Al salir pudo ver a Matamoros muy nervioso caminar frente al coche, estaba segura de que si seguía así haría un hoyo en el piso, sin más se acercó a él, ni siquiera la dejó hablar, enseguida comenzó a interrogarla, cosa que le dio mucha gracia.
– Tranquilízate, está todo bien
– ¿¡Qué está todo bien!? Se especifica, no puedes hacerme esto ¿¡Sabes lo preocupado que estoy!? Te comportas raro, Navarrete se comporta raro ¿¡Qué está pasando!?
– Es que me embarace
– ¿Qué?
– Estoy embarazada
– Pero... — se caya unos segundos — ¿Y es de él?
– ¿Y de quién más va a ser? Ha estado frecuentando la casa y tú ni cuenta
– ¿¡Por qué no me dijiste nada!? ¡Te dejo venir sola!
– No sabe que vine, ahora cálmate, no vayas a buscarlo, tiene en la cabeza un embrollo bastante grande... no quiero agregar más tensión
– ¿Lo sabe?
– Se lo dije ayer, digamos que... fue un shock grande
– Dime que no sugirió que te encargaras sola
– No, no lo hizo, dijo que sería el papá que este bebé va a necesitar, puedes tranquilizarte, está todo bien, haremos lo mismo que con Aliyah o eso creo, ahora no estoy segura de que haremos
– ¿Y qué hay de ti? Todo bien que se quiera hacer cargo del bebé que hicieron juntos ¿Pero y tú?
– ¿Yo que?
– ¿Te va a cuidar?
Sonrió leve ante esa pregunta, le entrego la ecografia para ganar más tiempo, su cabeza estaba tratando de formular una frase que no lo hiciera ir hasta la constructora de Navarrete y molerlo a golpes.
– Se ve más pequeño que cuando supe de Aliyah
– ¿Está todo bien con ambos?
– Si, sólo debo seguir los mismos cuidados que cualquier embarazada, antes de llegar a casa debemos pasar por una farmacia...
– De acuerdo, ahora responde mi pregunta ¿Te va a cuidar? ¿O se hizo al idiota?
– No tiene la obligación de cuidarme Matamoros, no tenemos o teníamos una relación... fue sólo sexo
– ¿Y ahora que salió la sorpresa simplemente te desecha?
– No me desechó...
– Y por eso huyó mientras tú dormías, es un cobarde Altagracia. Él no puede simplemente venir, divertirse todo lo que quiere contigo, fingir que te cuida porque Aliyah me contó, sé que él se encargo de cuidarte el día que a penas te podías mover — niega — Seguro por su culpa, no puede dejarte así
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Barrotes De Acero
CasualeOh barrotes! Fríos, tan fríos cómo tus manos cuando soltaron las mías. Delgados cómo tus lindos labios. Pero fuertes cómo la espada que clavaste en mi costado, el día que me traicionaste.