Barrotes De Acero

Afrontar.

Después de una buena noche abrazada a Aliyah y de despertar tarde en la mañana, se encargo de que Aliyah desayunara bien pues hoy le tocaba ir de mañana a la guardería, la fue a dejar acompañada de Matamoros, después regreso pero siguió sin desayunar pues no le provocaba nada en realidad, encendió las velas en su altar, le pareció extraño la forma de las llamas de las velas, tomó su mazo de cartas y fue a la sala, comenzó a mezclarlas bien mientras se sentaba frente a la mesita, las tres primeras cartas que saco la dejaron algo confundida.

Saco otras tres y quedo peor, negó guardando sus cartas, iba a recostarse otro rato pues seguía bastante cansada y no era para menos, aunque intento dormirse no pudo, las cartas seguían apareciendo en su mente, harta decidió revisar su calendario, si es verdad que no se ha sentido del todo bien estos últimos días pero tampoco es como si se estuviera cuidando, pasaba muchas horas trabajando, dormía poco, empezaba a saltarse comidas nuevamente, exageraba con el café y el tabaco era obvio que se sentiría de la verga pero aún así encargo unas pruebas de embarazo, lo malo es que se tardaron un montón.

Tanto que Aliyah ya estaba en casa cuando ella recién entraba al baño, sabía que la peque iba a buscarla así que trato de hacerse las pruebas lo más rápido posible, sólo que con los nervios sus manos se volvían algo torpes, enseguida escucho la vocesita de Aliyah en el cuarto, se quedó en silencio para ver si se iba pero en cuestion de segundos la tenía apoyada en la puerta pidiendo que le abriera, sacó la tapa que cubre el recipiente de prueba e intento hacer pipí.

– ¡Mami!

– Ya voy mi amor, espérame dos minutos ¿Si?

– Es que tengo hambre — apoya la frente en la puerta

– El almuerzo ya está, sólo aguantame unos minutos que ya vamos a comer

– ¿Por qué cerraste la puerta? Mami

– Mi amor las puertas están para cerrarse

Dejo la muestra en el piso para poder limpiarse, dejo correr el agua para que Aliyah no sospechara y coloco la muestra sobre el lavabo, sumergió las tres pruebas por unos segundos para luego dejarlas a un lado.

– Te estás tardando mucho mami

– Mi amor — le abre la puerta — Puedes entrar, me lavo las manos y ya estoy

– Tengo hambre — se quejó mientras abrazaba sus piernas

– Me encanta que tengas apetito, eso quiere decir que te vas a comer todo el almuerzo — termina de lavarse las manos

Le puso la tapa al recipiente y dejó la toalla de mano sobre ella y los test por si alguien más entraba, después cargo a Aliyah para ir más rápido al comedor, una vez allí aunque los nervios le habían echo un enorme nudo en el estómago se obligó a comer para evitar responder las preguntas de Aliyah, después del postre jugo con ella un rato, la correteo por la sala, le dio muchos besos y luego tuvo que dejarla ir al sofá pues sus queridas caricaturas comenzaban.