Aquellas primeras tres semanas habían sido bastante tortuantes, el no poder valerse por sí misma la ponía en un verdadero mal humor, luego estaba la picazón, los dolores insoportables en el tobillo, realmente ayudaba el analgésico pero por el embarazo no podía chicharse de pastillas como lo hubiera echo en un pasado, así que implementó un truco bastante viejo, orgasmos, tantos como pudiera tener, José Luís era bueno para eso. De vez en cuando pasaba sus tardes en el jardín recostada con el pie elevado, su yeso tenía un montón de dibujos, Mónica y Aliyah se habían encargado de ello.
Isabela hablaba con ella por FaceTime, desde que había vendido sus acciones de la constructora y se fue a París para estudiar diseño de modas se comunicaban de está forma, hubiera venido de no ser porque estaba en finales, había mucha presión y viajar podría joderle el semestre, sin embargo seguía bastante pendiente de su tía en la medida de lo posible. Además Altagracia tenía bastante entretenimiento, ver cómo Mónica trataba de convencer a su hermanita para jugar a otra cosa era bastante divertido, Aliyah era bien terca así que no iba a ceder pero ver los intentos de Mónica seguía siendo divertido.
– ¡Es muy terca! — se quejó a medida que venía en su dirección
– Tú también, sabes que no va a ceder y le insistes
– Es que no puede jugar siempre a lo mismo, desaprovecha su imaginación
– Mónica, si ella quiere jugar que es una hechicera sanadora déjala — ríe acariciando su vientre
– Pero ya estoy harta de ser el dragón, quiero ser una Ninfa
– ¿Y no te deja?
– ¡No! Quiere que sea el dragón
– ¿Estás segura que tienes 26 años?
– ¡Mamá! Ser el dragón es la cosa más aburrida, sólo me usa para encender su caldero
– También se monta sobre tu espalda para que la lleves al pueblo
– ¡Y me jalonea el cabello!
– ¿Y si el dragón tuviera el poder de convertirse en una Ninfa? Como maléfica aunque ella era Hada
– Eso... ¡Eso no es mala idea!
– Regresa allá y ve a proponerselo, tal vez te deje si mencionas a maléfica
– ¡Aliyah! ¡Se me acaba de ocurrir algo que no puedes rechazar! — fue corriendo hasta la casita
– ¿Resolviendo los problemas del pueblo? — pregunta Luís detrás suyo
– Bueno es que la Hechicera y la Dragona siempre pelean, alguien tiene que evitar el incendio y la destrucción del pueblo
– ¿Estás muy aburrida verdad?
– Nunca he estado tan aburrida en mi vida, mi diversión más grande es ver como estás dos pelean y el drama que siempre hay en el pueblo
– La obstetra ya llego, haremos la ecografía en tu estudio, venía a buscarte
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Barrotes De Acero
RandomOh barrotes! Fríos, tan fríos cómo tus manos cuando soltaron las mías. Delgados cómo tus lindos labios. Pero fuertes cómo la espada que clavaste en mi costado, el día que me traicionaste.