Oh barrotes!
Fríos, tan fríos cómo tus manos cuando soltaron las mías.
Delgados cómo tus lindos labios.
Pero fuertes cómo la espada que clavaste en mi costado, el día que me traicionaste.
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Los primeros minutos aprovecharon que no había tráfico, Altagracia iba adelante con Matamoros, usaba unas gafas oscuras con una peluca negra que la dejaba bastante diferente; atrás teníamos a una rubia y una pelirroja, tal y como lo habían planeado luego de casi media hora de la fuga notaron sus ausencias, el hospital se cerró por completo y pusieron a todos los funcionarios en su búsqueda, revisaron las cámaras pero no había nada allí, se emitió el boletín para reunir fuerzas con las demás comisarías y revisar todos los semáforos, mandar a patrullas a las afueras de la ciudad y para dirigir el tráfico.
Por supuesto luego de la búsqueda primaria revisarían las cámaras de la ciudad pero también estaban cubiertos por esa parte, habían pagado y amenazado para que luego borraran a la Ban de ciertas calles para que no encontrarán la casa donde iban a esconderse, llegaron sin ningún problema pues como estaban y adelantados no les toco la revisión de la policía, la casa en cuestión estaba en una zona residencial pero una de esas en las que no encuentras a tus vecinos a más de dos kilómetros de distancia, era bastante segura por esa razón; ni bien descendieron de la mini Ban tomaron sus nuevas pertenencias, Matamoros entregó las llaves para que se encargarán de que la mini Ban fuera vista bien lejos de allí.
La casa era una auténtica belleza, estaba al nombre de Leticia, una de las identidades de Altagracia que estaba lejos de ser descubierta por la policía, la casa contaba con una cochera bastante espaciosa para sus tres coches, al poseer una constructora sabía perfectamente como quería que los planos de su linda casa se vieran, no buscaba algo convencional y eso se notaba ni bien pusieras la vista en ella, Altagracia era fanática de la luz natural por eso siempre requería de muchas ventanas o incluso muchos tragaluz en le techo, para esta casa decidió implementar el negro, blanco y un color madera peculiar para todo.
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Al entrar te encontrabas con el recibidor, la sala y una cocina preciosa, por un tiempo estuvo obsesionada con el mármol negro por lo que a la hora de construir esta parte de la casa fue obvia su elección para la gran mesada que contaba con un pequeño lavadero, se usaría para los alimentos y el lavado de manos, también tenía varios compartimientos para almacenar cosas, a un costado se encontraba el desayunador que rodeaba parte de la mesada y decidió que debía ser de la madera que se usaría en toda la casa, frente a la mesada comenzaba la cocina, tendría la forma peculiar de una L para que hubiera bastante espacio, consiguió que colocaran el mismo mármol en las paredes y los demás muebles que van en la pared para guardar todos los artículos de la cocina así como la alacena serían de un negro opaco, la nevera era enorme y de un gris también opaco.
