En México por supuesto la bomba había caído cuando la noticia de que Altagracia estaba libre apareció, Mónica, Isabela y Regina se encontraban colocando la mesa cuando en la tv apareció la noticia, lo que más le sorprendió fue el embarazo, Mónica se preocupó cuando escucharon el relato del médico que había atendido a Altagracia, si bien lo del parto prematuro era falso, si comento que estaba bastante flaca a lo que debía por el tiempo de gestación, el resto no lo reveló pues lo que está en tu expediente médico es privado.
Ya en la casa de Navarrete pues cuando supieron la gran noticia Eleonora se puso como loca, ahora ella creía que la persona que los estuvo atormentando todo este tiempo pudo ser Altagracia, tuvieron que sedarla antes de que le diera un ataque de histeria, Lucho ya se encontraba en casa y presenció todo esto, tampoco pareció caerle bien la noticia pero no fue por todo el desmadre que estuvo pasando en la casa, él sabía bien que su padre estuvo frecuentando la cama de esa mujer por esa razón lo enfrento preguntándole si aquel bebé que mencionaron era suyo, Navarrete por supuesto lo negó todo.
Su hijo no era una joyita y la verdad no era para menos, con la madre que le tocó y el padre ausente que resuelve todo con dinero, no es como si hubiera tenido el mejor ejemplo de todos. Así que decidio negarlo todo para evitar que hiciera una futura estupidez, nadie se acercaría a Altagracia, mucho menos para hacerle daño ahora que estaba esperando un bebé. No es un secreto que ella resulta una obsesión para él y ahora que lo volverá papá, bueno Altagracia valía su peso en oro más o menos; iba a esperar a que las cosas se calmaran un poco para comenzar a buscarla, la conocía lo suficiente como para imaginarse el recorrido de países que haría hasta que la policía quedara mareada.
Ella no buscaría establecerse tan rápido y en caso de que lo hiciera, el país que elegiría obviamente sería Brasil, allí estaban la mayoría de sus negocios, sin mencionar que tenía a toda la policía de su lado. El problema es que los gringos no se van a cansar de buscarla a menos que les de batalla, lo más probable es que vaya a Europa, seguro París. Haría un par de apariciones para llamar la atención, luego volvería a desaparecer pero en algún país vecino, seguramente la última vez donde será vista podría ser en España o Londres, allí cuenta con muchos contactos; una vez se sintiera a salvo regresaría a Río donde pasaría una temporada escondida.
Tal vez hasta que el bebé nazca o un tiempecito más y luego volvería a las andadas, sabía que en el primer sitio donde sería buscada podría ser México o Brasil por eso buscaría refugio en Europa, una vez dejará pistas allá regresaría a las playas tropicales donde nadie estaría buscándola, bueno salvo Navarrete por supuesto. Una semana había pasado y las noticias no eran alentadoras, al parecer no encontraron nada en el desierto, así que comenzarían con la búsqueda en México, creían firmemente que salió del país, iban a pedir ayuda a la policía de Brasil para averiguar si fue a buscar asilo allí, la policía era bastante predecible a veces.
– Pero no lo entiendo — toma asiento al lado de Mónica — Si tiene cinco meses, se embarazo estando aquí presa
– Estuvo cuatro meses presa aquí — concuerda Mónica — ¿Quién la habrá visitado en aquel tiempo?
– Bueno los dos únicos hombres que yo vi en el juicio fueron Matamoros y ese empresario... el que siempre mandaba flores a la casa
– José Luís — interrumpe Regina trayendoles café a ambas — Siempre estuvo detrás de Altagracia, aunque ella le dijera mil veces que no
– ¿Bueno pero el empresario esté no trajo al testigo que la mando presa?
– ¡Entonces el bebé es de Matamoros! — se cubre la boca en shock — No lo puedo creer
– ¿De Matamoros? — frunce el ceño Regina — Tu tía jamás le hubiera dado una oportunidad, tiene la costumbre de no meterse con los empleados, ella decía que donde se trabaja no se debe de dar ese tipo de cosas
– Bueno pero huyo con él, se fueron por todo un año a viajar por el mundo, pudo pasar ¿no? Mi tía le bajaba fuerte al tequila, cuando toma se le desaparece el juicio
– Se le podrá ir el juicio pero no creo que él sea el papá, tal vez ni está embarazada realmente, pudo falsificar el resultado y usarlo de excusa, debió tener un plan para escaparse ni bien piso la cárcel
– No creo que eso sea mentira mamá, mi tía podrá aparentar muchas cosas pero no mentiría con algo así
– Bueno, yo la creo capaz de eso y más
– Tía por favor... hablamos de mi mamá, ahora podría estar quien sabe donde, con quien sabe quien y encima de todo embarazada. Me preocupa mucho que se haga a la loca y le termine pasando algo grave
– Mónica, ya debes de saber que cuando se trata de Altagracia esa es una posibilidad grandisima, tal vez no te guste pero ella es... un alma libre, cuando la aprisionan su mente se enfoca en recuperar esa libertad, ya habrá echo cada estupidez
– Basta mamá, que estés enojada no te da el derecho de hablar mal de ella, Mónica es su hija y sólo está preocupada, al igual que yo y con tus comentarios no estás ayudando
Un silencio incómodo se instalo entre las tres, Regina traía mucho rencor desde que supo que Altagracia había mandado a matar a Felipe pero no sólo eso, sino que mandó preso al papá de Isabela que después murió allí, vendiendole la mentira de que las había abandonado. Además las cosas empeoraron cuando supo que no estaba en su testamento, Mónica e Isabela se habían quedado con la empresa y una suma bastante generosa para ambas, la casa y todas las propiedades habían quedado en manos de un tercer heredero que hasta ahora no sabían de quien se trataba porque el abogado no tenía permitido revelarlo, esa era una gran condición que Altagracia dejó.
Ninguna se esforzó en averiguar pues creían que llegaría el día en que se presentaría para reclamar sus bienes pero eso nunca pasó, Mónica creía que aquel tercer heredero era simplemente Altagracia bajo otra identidad, tal vez para vender aquellas propiedades cuando fuera necesario, esa teoría creció cuando supieron que estaba viva, ninguna de las dos entendió porque aparecían en el testamento si siendo sinceras no lo merecían. Probablemente esa era la manera que Altagracia encontró para no dejarlas desamparadas cuando decidió fingir su muerte, no es un secreto que adoro a Isabela con todas su fuerzas y que empezó a sentir muchas cosas por Mónica.
Tal vez lo hizo para sentirse tranquila consigo misma, si bien aquí las tres erraron terriblemente desde un principio, dos de ellas estaban muy arrepentidas por todo lo que habían dicho y por las heridas que les causaron, Altagracia también se sintió culpable, dijo e hizo cosas horribles, sin embargo no estaba lista para enfrentarse a ambas y menos ahora que estaba en media fuga con un bebé en camino. Pero volviendo a lo que ocurría en la cabeza y corazón del señor Navarrete, él se estaba volviendo loco al no tener noticias de Altagracia, decidió cobrar un par de favores para ser el primero en saber si ya había llegado a Francia.
No iría a buscarla aún sólo necesitaba saber si ella se encontraba bien, escaparse de todo un país que anda detrás tuyo no es cosa fácil, cuando Altagracia tiene un objetivo no se detiene hasta conseguirlo, no importa si debe pasarle encima a alguien, lo hará sin ningún tipo de remordimiento pero ahora le preocupaba que se viera tan débil según su expediente médico, todo bien que se enojó con todas las que le hizo hace unas semanas pero tampoco la quería muerta, menos ahora. Navarrete andaba de un lado al otro en en oficina escuchando lo que la prensa tenía para decir sobre esta gran fuga pero no revelaban nada que le fuera útil y eso lo ponía peor.
– ¿Por qué se tarda tanto? Ya debió de lograr salir del país
– Señor no tengo respuesta para eso...
– Llama de nuevo a nuestro contacto en Francia, debe estar escondida en su departamento, sé que tiene una casa cruzando el Sena, le mande todos los datos, pregúntale si ya fue a verificar
– Señor... hace unas semanas quería que le diéramos un alto a esa mujer ¿Por qué ahora se preocupa tanto?
– ¡Porque carga a mi bebé! ¿Entiendes o te lo dibujo? Está esperando un hijo de los dos, no puede pasarle absolutamente nada ¡El primer idiota que se acerque va a recibir un tiro en las pelotas!
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Barrotes De Acero
De TodoOh barrotes! Fríos, tan fríos cómo tus manos cuando soltaron las mías. Delgados cómo tus lindos labios. Pero fuertes cómo la espada que clavaste en mi costado, el día que me traicionaste.