Luego de dos días insistiendo e insistiendo para ver a Altagracia, hubo un cambio inesperado, una enfermera comenzó su turno, no estaba enterada de que Altagracia debía ser sedada, así que cuando despertó, simplemente se encargo de que comiera un poco, vigilo su presión y le preguntó si sentía algún dolor, pronto le preguntó por la bebé, la enfermera sonrió diciendo que iba a traersela, cosa que cumplió, dado que las cosas estuvieron tan tranquilas, nadie protesto, creían que José Luís le daría el biberón en una de las habitaciones, como estuvo haciendo estos días.
– Ha estado llorando un poco, creo que se sentía muy solita, también me dijeron que no está aceptando mucho el biberón ¿Quiere que la ayude con eso?
– No es necesario... ¿Cuándo saldremos?
– La pequeña sale hoy en la tarde, pasará a buscarla su papá, usted sale mañana
– ¿Mi obstetra se encuentra aquí hoy?
– Creo que está por entrar a una cesárea, va a tardar un rato
– En ese caso, me gustaría solicitar otro obstetra ¿Podría hacer eso por mí? No es necesario que se lo comuniquen al papá de la pequeña, ahorita le mando un mensaje para avisarle
– Por supuesto, ahora regresó con su nuevo obstetra señora — le acerca la cuna — Tiene una hija muy bonita
Una vez estuvo sola, reviso si su bolso continuaba aquí y así era pero su celular no estaba, seguramente lo tenía José Luís, en estos momentos todavía se agradecía ser tan paranoica como para esconder bien otro celular en su bolso, a simple vista se notaba que José Luís había buscado justamente eso pero ella tenía muchos trucos que seguía sin enseñarle, mientras marcaba el número de Matamoros tomó la ropa que se pondría ni bien el nuevo obstetra le daba el alta.
– ¿Hola?
– ¡Matamoros!
– ¡Gracias a Dios! Altagracia he tratado de verte estos últimos días, quita la maldita prohibición
– No la puse yo, escúchame bien, he estado sedada estos últimos días, estoy coordinando mi salida, necesito que pongas a Aliyah y a Magda en una camioneta ahora, que se lleven lo básico y me las mandas a un sitio lejos de José Luís, de preferencia que no conozca el lugar y ven por mi al hospital, nos vamos a encontrar en el estacionamiento
– Hijo de puta... Guarda bien ese celular, me voy a encargar de todo aquí y voy para allá ¿Tienes a la bebé?
– Ella está aquí conmigo, moviliza todo, ve a abrir la caja fuerte, saca todo, en la camioneta debe haber otra bolsa con dinero, deja que Magda se lleve esa, en caso de que pase algo
Cuando finalizó la llamada, camino hasta la pequeña cuna junto a la camilla, la pequeña ya no lloraba sin embargo se estaba quejando, dejo la ropa sobre un mueble y la tomó en brazos sonriendo levemente, se veía un poquito diferente que hace dos días, además ahora podía verla bien, al llegar el nuevo obstetra le entrego a la enfermera la bebé para que pudieran revisar a Altagracia.
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Barrotes De Acero
RandomOh barrotes! Fríos, tan fríos cómo tus manos cuando soltaron las mías. Delgados cómo tus lindos labios. Pero fuertes cómo la espada que clavaste en mi costado, el día que me traicionaste.