(terminada) Varonil ángel de cabellos dorados se presenta ante ella con sus hipnóticos ojos ámbar, defendiendola de en medio de un bochornoso conflicto.
Algo hace que su mundo caiga de cabeza nuevamente, fortaleciendo su odio a los héroes por una m...
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Hospital mental de Mufutafu... Keigo se encuentra fuera de ese hospital, con la mirada seria. Afuera le espera una mujer, de cabello castaño y ojos del mismo color con un uniforme pulcro y bien planchado y sin costuras, con una sonrisa se le acerca.
-¿que tal keigo, como estas hoy?- saluda ella.
-hola, mucho más feliz ahora que te veo- le da un apretón de manos.
-esta lista, solo que no debes mencionar nada sobre su familia, aun no está preparada para eso- cometo y le invitó a entrar.
-lo entiendo totalmente, me sentí triunfante cuando aceptó mis flores, gracias por conseguir el permiso Marié, no se como pagarte- le sonrío keigo.
-otro café es suficiente- le guiño.
La mujer con uniforme de enfermera lo llevó a una habitación blanca y limpia, con un fuerte olor a alcohol y sangre, en el fondo se encontró con una hermosa mujer madura que miraba el cielo con nostalgia. -buen día, soy él de las cartas y el ramo de flores, te he estado buscando mucho tiempo, al fin te encontré-
La mujer lo mira. -oh, si te he visto, eres Hawks, ¿que trae por aquí a un ángel caído del cielo?- sonrío con nostalgia.
-bueno, desde ese 22 de diciembre que no te veo, creí que estabas muerta, me alegro que no- se acerco.
-eres tan hermoso como ese día, aun tienes brillo en tus ojos- ella se levantó.
-me halagas, también te ves hermosa a pesar del tiempo- keigo se inclinó y beso la mano de ella.
-¿y tu esposa?, dijiste que estabas casado- preguntó con curiosidad.
-de ella... Hablamos otro día, quisiera saber si deseas recibirme con mayor frecuencia, quiero que nos conozcamos con calma, no quiero alterar tu progreso, no quiero lastimarte- la miro con ternura.
-eres muy dulce Hawks, claro que si, es mejor ir despacio, mi salud es primero- sonrío ella.
-te agradezco, no sabes lo feliz que me haces- le sonrío él, le entregó un relicario.
-y... ¿Esto par que?- lo vio curiosa.
-cuando sea el momento, te daré algo que puedas poner en él, pero cuando estés lista, daremos el paso definitivo- hawks le miró con nostalgia.
-me voy, no puedo estar mucho tiempo lejos de casa, adiós-hawks se despidió con un guiño y salió por la puerta después de que ella le afirmara con la cabeza feliz.
Hospital Fénix....
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