Capítulo 5

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-Hola La, ¡que lindo verte de nuevo! ¡Te extrañé horrores!-Candela me abrazo fuertemente muy alegre cuando le abrí la puerta, anoche me había costado dormirme, mi cabeza no dejaba de pensar, y todos esos pensamientos solo habían logrado angustiarme más-¿qué onda tu cara? ¡Traje comida! Ensalada cesar-me mostró los envases de plástico-¡algo te pasa!
No sabía por donde empezar..
-Peter me besó-disparé, ella elevó sus cejas y abrió sus ojos como platos-¡toda mi vida soñé con eso! Pero estaba en pedo y me sentí mal porque estuvo coqueteándome como a cualquier otra.. ¡y no me gusta eso! No soy cualquier persona, soy Lali, la persona que siempre estuvo a su lado, bueno, hasta que me fui de viaje para cambiar de aire, pero volví y.. Se comportó muy raro, ¡y otra vez la cago! No es novedad que se mande cagadas, ¡pero esta vez la cagó demasiado conmigo!-solté un suspiro sintiéndome molesta.
-Siempre la caga demasiado con vos.. Pero esta vez tocó fondo.. ¡boluda te besó! ¡Seguro no lo viste venir!
-Lo sé, es demasiado, nadie me lo creería si se lo contara, bueno.. Solo vos y Eugenia-agarré el envase de plástico con la ensalada- ¿comemos? Gracias por comprarme comida y venir a verme, tengo que llenar mi heladera y no fui al supermercado
Cambié de tema, quería hablar de anoche y al mismo tiempo no.
-¿Qué onda todo con nuestros clientes? Pienso volver a las reuniones presenciales, extrañé la oficina-me sinceré, ella me sonrió.
-Todos te extrañamos en la oficina-me tomó de la mano y me guiñó un ojo, noté que estaba alegre y al mismo tiempo preocupada-¿querés seguir hablando de Peter? ¿Te mandó un mensaje o algo hoy?
-No.. Todavía nada-negué con la cabeza- y sinceramente no sé de que hablar, obviamente significó algo para mi, pero seguramente para él no, y todavía tiene que darse cuenta de que hizo para que decidiera irme a la mierda, alejarme.. Sigue en modo ciego y ni lo registró
-Así que ese es tu plan.. Hacerte desear-Candela elevó sus cejas y se rió- ¡contá conmigo para lo que necesites! Yo también considero que el estúpido se merece algo de sufrimiento
-Ey.. Tampoco hacerlo sufrir..-¿porque soy tan humana y culposa?
-¡Él te hizo mierda La! ¡Merece sufrir! Nada de peros, ¡hacelo sudar!
-Es demasiado...
-No.. No es demasiado, sé que cuando te reencuentres con Eugenia va a decirte lo mismo-Candela se cruzó de brazos y solté un suspiro.
-Tenes razón, va a decirme lo mismo
-Dos pensamos igual, igual vos tenes la última palabra La
Asentí y tomé un poco de vino tinto, ¡había extrañado el vino argentino!

Al llegar la tarde noche se me ocurrió ir al chino de la vuelta de mi casa, ahí me lo crucé a Peter, yo había ido en ropa deportiva más como normalmente me vestía antes.
-¡Ey!-me saludó con la mano y lo noté algo nervioso-perdón por... ¡Te compré varias cositas para tu heladera! Supuse que no tenías nada..-me señaló una bolsa enorme- agarré lo que te gusta, pero tal vez te falta algo, podemos volver a revisar las góndolas y.. 
-Gracias-asentí con la cabeza y lo dejé hablando solo para hacer eso, me paseé por las góndolas, agarré café, varios tés, edulcorante, galletitas dulces, arroz y algunos lácteos.
-Alguna de esas cosas ya te las compré-agregó él y lo fulminé con la mirada-¡todo bien! Nunca está de más comprar algo..
Una vez en la caja él quiso pagar pero no lo dejé, volvimos a mi casa juntos.
-Gracias por todo lo que compraste, no tenías porque-terminé de guardar las últimas cosas que había dejado en la mesada de la cocina.
-Lali.. Ayer me comporté como un idiota, perdón...-tomó aire y lo soltó de manera lenta- siempre la cago con vos, siempre, ¡ni una bien hice desde que volviste?
¿Peter Lanzani esta reconociendo que siempre la caga si se trata de mi?
Elevé mis cejas sorprendida, no pude ocultar mi sorpresa.
-Todo bien, solo tenías alcohol en sangre, y gracias por las compras, lo mejor es que me ponga a trabajar, desde que pisé suelo argentino no revisé mails ni nada de eso..-iba a seguir hablando pero él puso su mano sobre mi boca, me miró a los ojos.
-Ya son las ocho de la noche, no da que te pongas a trabajar ahora, ¿quién va a revisar un mail un Domingo ocho de la noche?
-Las personas que trabajamos en cada segundo de la semana, que vos seas muy relajado con tu sistema de trabajo y aparezcas por tu oficina pocas veces es tema tuyo, pero la mayoría de la gente siempre está predispuesta a centrarse en el trabajo
-La mayoría de ls personas no, solo vos La... Sos muy auto exigente, cuando éramos más chicos y era nuestro último año en la secundaria te pedí que "bajes" un cambio y disfrutes, pero no pudiste con tu genio porque querías ser abanderada y ganarte una beca
-¿Me vas a seguir pasando factura de cosas del siglo pasado o vas a irte?-lo miré firme.
-¿Porqué me estás corriendo todo el tiempo? Vos y yo tenemos que hablar de lo que pasó... Yo.. Te pido perdón..-puso su mano en su pecho, del lado del corazón- fuiste.. Tu mano dura pega fuerte-elevó sus cejas- pero supongo que me lo merecía, perdí la cabeza.. Bueno, no tenía la cabeza muy lúcida, pero por el otro lado dicen que los borrachos dicen la verdad...-se hizo un silencio que nos incomodó a loa dos.
-¿Qué verdad? Solo te comportaste como el mismo Peter de siempre, solo que hiciste algo completamente fuera de lugar-asentí con la cabeza mostrándome firme y él suspiró.
-Vos... A vos te pasa otra cosa conmigo, ¿qué es Mariana?-me agarró del brazo porque previó que iba a escaparme, su mirada empezó a quemarme, "por favor, no quiero caer de nuevo" empecé a rezar para mis adentros.
-Na... Nada
Soy pésima mentirosa, él se rió con ironía sin soltarme del brazo.
-Sabes que voy a volverte loca hasta que me digas que te pasa... Lo mejor es que me lo digas de una Lali-con su mano libre me acarició suavemente la cara, instintivamente cerré mis ojos, pero solo fue unos segundos porque él habló, no me lo dejó pasar- ¿estas molesta porque te besé? No me olvidé de eso... Te pido perdón, yo no te veo de esa manera, no quiero que sigas ignorándome solo porque cometí un error, estaba medio medio de copas, no te apartes de mi por un error mío
Y me clavó otra más de sus millones dagas imaginarias, otra vez me mandó a la friendzone.
Me quedé mirándolo firme, sin pestañear, era ahora o nunca... Quería hacer algo, no quería volver a ser la misma tonta de siempre que se queda sin palabras y le deja pasar todas.
-Vamos a un lugar a bailar y tomar algo, es un plan que te gusta mucho, pero no tu bar donde te conocen todos, un lugar donde no te conozca nadie, y hablamos, queres hablar, ahí podemos hablar
Elevé mis cejas y sin dudarlo asintió con la cabeza.
-Voy a cambiarme, ya vuelvo
Di media vuelta y subí las escaleras con nerviosismo, ¿acaso yo estaba llevando el manejo de la situación?

Elegí un mono sencillo, negro y me puse unos aros dorados, tacos bastante altos y agarré una cartera, cuando volví al living Peter ahora tenía puesta una campera de cuero, siempre solía dejarla en mi casa.
-La encontraste-no pude evitar esbozar una pequeña sonrisa que él me correspondió.
-Hace dos meses que no la uso.. Me gusta usarla cuando salimos los dos juntos
Eso me sonó raro, pero decidí no ponerme a pensar mucho en eso.
Partimos al lugar que le dije en su auto, al llegar había una cola larga para ingresar, le hice hacer toda la fila, nada de mover contactos para que nos dejen pasar, sé que se sintió molesto.
Pasé por la barra, pedí dos caipiroskas antes de sacarlo a bailar, lo tomamos demasiado rápido, le di mis manos y él las tomó con las suyas, nos abrimos paso al centro de la pista de baile.
Después rodeé su cintura con mis brazos y "ajusté" mi agarré, cuando lo miré a la cara él estaba medio perdido.
-¿Vamos a hablar ahora que estamos bailando?-fueron sus primeras palabras cuando nos empezamos a mover, negué con la cabeza.
-Todavía no
Él me hizo girar, yo iba moviéndome de manera provocativa, estaba jugando mi primera carta.
-Acepté solo porque quiero saber que te pasa La
-¿Realmente queres saberlo? No te va a gustar lo que podes llegar a escuchar..
Una mujer lo agarró a Peter del brazo para alejarlo de mi como siempre, era normal verlo irse con otras personas, pero esta vez puso peso muerto y la mujer fastidiada lo soltó.
Sonreí como si hubiese obtenido una victoria rocé mi boca sobre una de sus mejillas mientras lo abrazaba fuertemente hacia mi cuerpo para ver si finalmente podía "despertar" a la bestia que habitaba en el interior del hombre que siempre me mandó a la friendzone.
-¿Que no me va a gustar? ¡Dispará! ¡No tengo miedo a lo que me puedas decir!-me miró a los ojos y después reparó en mi boca, estábamos demasiado cerca- ¡voy a tener que tomar medidas si no me decís por una puta vez que te pasa conmigo!
-Estoy enojada-elevé mis cejas.
-Eso ya lo noté.. Y no me gusta eso, no quiero hacerte enojar.. Ya te pedí perdón por lo que pasó, igual.. El que estes así..-nos señaló- no ayuda mucho que digamos, soy hombre Lali
-Sos hombre, pero ahora mismo solo sos Peter, bailando con tu mejor amiga Lali y nada raro-remarqué- puede pasar
Él llevó una de sus manos a mi pelo y me hizo una caricia.
-Te dije que iba a tomar medidas-¿estaba amenazándome?
Hizo una caricia por mi espalda que estaba parte de ella al descubierto y supe que mi plan me estaba saliendo mal, yo estaba intentando provocarlo queriendo que se asuste por estar siendo "atraído" por mi pero en vez de eso me estaba pagando con la misma moneda, está jugando a seducirme porque sabe que eso va a molestarme.
-¡Sos un hijo de puta Juan Pedro!-me molesté cuando bajó su mano y me.. ¿Me tocó el culo?-¡ahora vas a quedarte pensando en lo que me molestó toda la noche, toda la semana y todo el mes!
Iba a irme pero no pude, no había caso, él no tenía intención de soltarme.
-¿Tan mal beso que estas tan cabreada? No pienso hacerlo más si me decís que fue lo que te molestó como para alejarte de mi.. ¡Y necesito que hables! Porque sé que vas a odiar el hecho de que intente besarte de nuevo, pero si no tengo otra yo voy a tener que..
Lo tomé por el cuello de la camisa atrayéndolo por completo a mi cuerpo y lo besé, hice lo que siempre soñé, lo besé en los labios y se quedó estático, Juan Pedro se quedó estático, justamente él, la persona a la que nada lo sorprende.
-No pienso decirte nada, quiero que vos solito te des cuenta.. No podes ir por la vida haciendo lo que haces Peter, te quiero.. Obvio que te quiero.. Pero hay cosas que no estas pudiendo ver.. Y como viste tus amenazas conmigo no van, nos conocemos los dos-elevé mis cejas- ahora quiero bailar un rato más y me llevas a mi casa, ¿dale?
-Me engañaste.. Me prometiste que íbamos a hablar si salíamos..
-No te lo prometí-le sonreí al notarlo perdido- ¡ahora vamos!-aparté sus manos de mi cintura y volví a moverme al ritmo de la música.

Peter me dejó en la puerta de mi casa, el motor de su auto se apagó y era obvio que se quedó todavía en estado de shock, sobretodo porque nunca actuaba como últimamente estaba actuando.
-¿Donde está mi Lali?-me tomó de la mano y su desesperación al hacer ese gesto me impactó.
-Ella... Ella está, solo que está esperando que abras los ojos, que veas.. Y es la última oportunidad, o pienso rendirme.. Y pienso renunciar..
-¿A qué?-obviamente entendió aún menos, le dejé un beso en la mejilla y me solté para terminar dejándolo solo, una vez en mi casa suspiré, solté el aire contenido y sentí una especie de adrenalina al recordar que finalmente lo besé, que lo desconcertado.

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