Capítulo 9

514 38 6
                                    

Desperté aturdida, estiré mis brazos y poca luz entraba por la habitación, mi habitación, me volteé para seguir durmiendo y a mi lado estaba Peter, no tenía remera, entré en pánico y me miré a mi, ¡estaba casi desnuda! Solo tenía una tanga puesta, ¿pero de arriba? ¡En topless!, ¡¿qué carajo hice?!
No sabía con que cara iba a verlo, ¿porqué me dolía la cabeza?
Zarandeé del brazo a Peter para despertarlo, tenía que ser "valiente" y enfrentar la realidad.
Sus ojitos chinos me miraron medio confundido, al vernos como estábamos también se asustó.
-¿Qué pasó?-disparé-¿qué recordas? ¿Porqué se me parte la cabeza?
-Tomamos dos botellas de vino entre los dos, bueno, vos más que yo.. y.. todo se desvirtuó La-empezó a contarme.

-Flashback-

-Bueno, ¡basta de vino La!-Peter me sacó la copa de la mano y eso provocó que mi top se manchara, se riñó de rojo.
-Voy a ponerlo a lavar-me lo saqué como si nada y fui hasta el lavadero, intenté encender el lavaropas y no pude.
-No es buena idea, dame-Peter agarró mi remera y la dejó en un baldo con agua, cuando me volteé y nos vimos cara a cara me di cuenta de que estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no mirarme los pechos- ¿vas a cambiarte? Te lo dije hace unos minutos atrás, soy hombre Lali, no quiero seguir pensando escenarios raros en los que vos y yo..-hizo una pausa.
Y lo besé agarrándolo del cuello de la camisa, me importó poco el arrepentimiento que me iba a agarrar el día siguiente, él me rodeó con sus brazos y su respiración se acelero.
Le desabroché la camisa y lo empujé suavemente hacia una pared, me encimé y seguí besándolo con desesperación, él recorrió mi espalda con una de sus manos acariciándome, de golpe se apartó.
-No-me miró nervioso, la voz le tembló- no...
Su rechazo fue una cachetada en mi cara, me puse a llorar y él no supo que hacer.
-Ey, tomaste mucho, no quiero aprovecharme de vos La... Sos hermosa, obvio que sos hermosa, y es obvio que en este preciso instante está volviéndome loco, lo más probable es que no te acuerdes de todo lo que te estoy diciendo ahora, y es mejor así-apoyó su frente con la mía y no dejó de mirarme intensamente-ey, vamos a dormir..-me tomó de la mano, nos metimos en mi cansa y besó mi mejilla- descansá mi La la land

-Fin del flashback-

-Así que solo quise lavar mi top, vos lo pusiste en un balde con agua y jabón, me acompañaste hasta la cama y caí muerta, me dormí a los tres segundos-elevé mis cejas, sabía que me estaba omitiendo varias cosas de la historia.
-Ajam-respondió tratando de sonar convincente.
-Ajam-lo imité-¿podes pasarme una remera de mi armario? Algo para cubrirme.. Quiero salir de acá, bañarme, desayunar tranquila..
Peter asintió y rápidamente se puso de pie, tenía sus boxers, y eso permitía que vea su culo marcado perfectamente.
Quería matarme porque me atrapó mirándolo, se rió en mi cara.
-No soy el único al que le gusta mirar.. Pero voy a ignorar que esto pasó-elevó sus cejas y me reí de los nervios.
-¿Podes darte la vuelta?-lo miré a los ojos y en vez de eso se sentó a mi lado, yo seguía cubierta con las sábanas.
-Vi todo, ¿realmente te da timidez?
-¡Obvio tarado! ¡Sos Peter! Mi amigo Peter-me di el lujo de mandarlo yo a la friendzone, eso hizo que su cara cambiara-ahora voy a bañarme-me puse la remera dándome la espalda y me paré, cuando lo hice olvidé un detalle: estaba en tanga, sabía que tenía sus ojos completamente clavados en mi..
-Y te intimido..-se rió.
-¡No hace falta que sigas molestándome!-me alejé y me encerré en el baño, recién ahí pude respirar tranquila.

Salí lista, no me había maquillado como últimamente lo hacía, seguro era temprano, pero cuando llegué a la cocina y lo vi a Peter preparar fideos con salsa me di cuenta de que era el mediodía, me sorprendió verlo cocinar.
-No estoy haciendo gran cosa, solo pasta de paquete y salsa de botella un poquito condimentada
-Me da miedo ese poquito...-no pude evitar sonreírle.
Busqué en mi cajón de medicamentos y encontré una pastilla para mi dolor de cabeza.
-Gracias... Gracias por estar cocinando y por.. Por cuidarme-tenía que admitirlo, Peter se había portado bien, me detuvo de lo que seguro pudo ser un gran error, lo había deseado, pero esa no era la manera, no era el momento, tal vez si en algún otro momento se me diera la oportunidad de cumplir ese sueño todo sería distinto.
-¡Pasta lista! ¡Pusiste la mesa! ¡Bien!-me sonrió y los dos nos sentamos- nada de alcohol-me sirvió agua y me puse a comer en silencio.
-Nada mal..
-Sé sincera-me miró a los ojos y ambos nos reímos- la salsa esta un poco picante, se me fue la mano con la pimienta
-Pero se puede comer, ¡de todo se aprende querido!-le sonreí y que me haya correspondido con su sonrisa enorme hizo que sintiera un cosquilleo, era tan tan tan lindo, tan seductor, tan sexy..
-¿No tenes que irte hoy?-lo miré y él dejó de mirar su comida, se había quedado pensativo.
-Hoy es Sábado La, ya terminó la semana, sabes que trabajo a la noche
-¿Pero no tenes ninguna reunión?
-¿Queres echarme de tu casa? Podes decírmelo, hay confianza-se rió divertido y negué con la cabeza- creí que sí.. ¡Encima de que te cuido me queres sacar a la calle!
-¡No seas dramático!-me reí fuerte.
Hace mucho no me reía tanto con Peter, así solían ser nuestras tardes en nuestra infancia, tomábamos leche chocolatada y comíamos medias lunas, jugábamos al fútbol, a jugos de mesa, el elástico, hacíamos manualidades y siempre terminábamos sucios con pintura, hasta que él cumplió los trece clavados y algo cambió, nuevas chicas captaron toda su atención, y lo nuestro... Dejó de ser esa relación única que era en el comienzo.
-Entonces hasta que sea la noche pienso instalarme a pasar el día con vos-elevó sus cejas sonriéndome, eso me tomó por sorpresa- te lo dije, hay mucho para ponernos al día
Terminamos de comer y se encerró en mi baño para darse una ducha, por suerte él siempre tenía ropa suya acá, así que me asomé a la puerta y entré, la dejé sobre la tapa del inodoro cerrada, Peter abrió la cortina y se me quedó mirándome, me agarro vergüenza al darme cuenta de que estaba desnudo, solo lo ojeé por una milésima segundo, pero fue suficiente para que salga huyendo.
-¡Boluda están pasando muchas cosas raras!-llamé a Eugenia mientras salía al jardín de mi casa, caminaba de un lado a otro nerviosa- me vio en topless.. Casi en bolas, casi es generoso, porque... ¡soy una boluda, no se controlarme con el alcohol! Y hago esa clase de estupideces que me dan vergüenza ajena.. Y lo que él me dijo... Me cuesta creer que no es invento de mi imaginación, ¿lo habré soñado?
Me quedé tan concentrada en escuchar a Eugenia que no me di cuenta de que Peter estaba hace diez minutos también escuchándome hablar a mi.
-Así que recordas varias cosas de anoche..-elevó sus cejas- vamos a hacer como que nada eso pasó, es lo mejor
-¿Para quién?-me atreví a desafiarlo.
Las pupilas de Peter se dilataron cuando se acercó a mi y rodeó mi cintura con sus brazos.
-Por lo menos para mi-besó mi frente y me soltó.
Estaba en modo histeria, y eso estaba empezando a molestarme.
-¡Si tan jodido es para vos ignorar de tema acá estoy Juan Pedro!-me señalé- ¡acá me tenes! ¡Sacate las ganas y volvemos a la normalidad!
No pestañeó, no nada, mi respiración se acelero cuando otra vez se me acercó.
-No-pronunció esas dos letras sin dejar de mirarme- no.. Vos me importas demasiado, y si "llego a caer" no quiero que después todo se vuelva aún más raro, no tengo sentimientos amorosos, bueno, de ese estilo.. Te quiero.. Te quiero mucho pero después de eso es muy fácil confundir las cosas
Otra vez él lastimándome, pero en vez de llorar quise redoblar la apuesta, iba a demostrarle que iba a caer, bueno, tengo la esperanza de poder hacerlo, es mi única chance.
Lo sostuve de la mano y tiré para que entremos en el interior de mi casa, lo abracé hacia mi cuerpo y rocé mis labios sobre su cuello, noté que se incomodó, era ahora o nunca, había llegado mi chance.
Fue así como lo terminé llevando a mi cama, hice lo que siempre fantaseé, y por pongo me pongo a llorar al ver que la única que estaba haciendo todo era yo, Peter me estaba ignorando.
-¿Qué te pasa?-lo miré a los ojos tratando de ocultar mi angustia y desesperación- tenes razón, ¡esto fue un error!-iba a ponerme de pie pero lo permitió, me hizo girar y quedé debajo suyo con mis brazos estirados, él me sostuvo de las manos y me besó, no hubo nada dulce en ese beso, la pasión dio lugar al salvajismo puro, la desesperación por recorrerlo con caricias me estaba matando.
Mi respiración quedó agitada y él descasó su frente en la mía.
-Nunca más, nunca más hagas todo lo que hiciste.. ¡Nunca más! ¡Nunca más va a pasar esto!
Escondió su cara en la almohada.
¿Mi cuerpo? Quedó alterado, todavía sentía adrenalina.

Cazadora de sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora