Ya habían pasado tres días del campamento, y fue lo suficiente como para querer regresarme a casa y ver televisión lo que restaba de las vacaciones, lo único que habían hecho fue jugar partidos de futbol, basquetbol y voleibol, era aburrido solo ver como corrían detrás de un balón, o evitar que cayera al suelo, aunque me habían invitado a participar un par de veces, siempre lo terminaba rechazando, ya había perdido la condición física como para jugar, además que no me llama la atención.
Prefería estar leyendo en algún lugar lejos de los demás, hasta incluso, me gustaba estar ayudando a la maestra Rocío en preparar la comida, que estar jugando fútbol.
—Hijo —dijo mi mamá, haciendo que diera un pequeño brinco cuando puso sus manos en mis hombros.
Me encontraba sentado en una banca tipo picnic. Volteé a mi derecha para verla y me quité los auriculares para prestarle atención a lo que tenía que decir.
—¿Qué pasa?
—Ven —contestó. Así que guardé mis cosas en la mochila y me la puse sobre el hombro, ella puso su brazo alrededor de mis hombros, los dos mediamos lo mismo, así que era algo que hacía mi madre comúnmente—. Van a hacer una búsqueda y se necesita alguien más para que se complete el equipo.
—Sabes perfectamente que no me gusta estar con los demás.
Mi madre ignoró lo que acababa de decir, porque me quitó su brazo cuando llegamos al grupo de estudiantes.
—Que bien que te unas Sebastián —dijo Omar, fruncí el ceño, en ningún momento dije que participaría—, el equipo de Danna hace falta un integrante así que puedes estar con ellos
Como era de esperarse, dos de ellos hicieron una mueca de desagrado, mientras que Danna me recibe con una sonrisa.
—Como ya están completos los equipos, les diré de qué trata para los que no lo han jugado —dijo el hombre mirándome—, se les entregará un mapa, en donde hay pistas para conseguir una de estas banderas —levantó un pedazo de tela color amarilla—, son tres en total, los equipos en conseguir una bandera se llevará un premio.
—¿Qué darán de recompensa? —Preguntó un chico.
—Será un secreto, para que se motiven a jugar. Son tres diferentes mapas al igual que las pistas, cuando uno de los equipos traiga una bandera se sonará la campana, cuando suene tres veces significa que se termina la búsqueda, ya saben, es imposible que se pierdan, y recuerden en no saltar la malla.
Mi madre nos entregó un mapa a cada equipo. El profesor da inicio al juego, así que nos adentramos al bosque en donde hay grandes pinos. A través de las ramas se pueden filtrar algunos rayos del sol, en diferentes puntos hay algunas mesas para hacer algún tipo de picnic. Danna junto con los otros dos iban más adelante que yo.
—Creo que se en donde puede estar —dijo Danna, al momento de arrebatarme el papel, ella lo dobló y lo metió al bolsillo de su pantalón.
—¿Por qué estás segura de eso? —Preguntó Ángel, era nuestro compañero de curso.
—Porque es el mismo mapa que me tocó hace un año.
—Pero pudieron cambiar la ubicación.
—No lo creo, el encargado de esconderlas fue Alberto, y esta vez no fue la excepción.
Así que seguimos a Danna entre los pinos. Solo se escuchan los pájaros y nuestras pisadas sobre las hojas secas. Cuando llegamos al lugar en donde se suponía que se encontraba la bandera, no había nada, solo un pedazo de papel con una pista, Danna se sorprendió al ver Alberto cambió las banderas de lugar.
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Desaparecidos
Misterio / SuspensoAntonio Lugo ha desaparecido. El pueblo de Zarca entra en pánico cuando el chico se va sin dejar ningún rastro, pero no es el único, otros habitantes como en sus alrededores empiezan a desaparecer, nadie sabe donde pueden estar. Todos piensan en un...