En ese momento estaba seguro de que alguien había estado poniendo las hojas de papel con las pistas para que buscara las esferas, pero ¿con qué objetivo?, ¿Por qué él no iba ir por ellas y quería que yo fuera el responsable de recogerlas?, no dejaba de pensar en eso desde que vi aquel hombre salir de la cochera de mi casa.
—¿Estás seguro de que encontraremos allí la tercera esfera? —Preguntó Danna con la respiración entre cortada.
Estamos corriendo alrededor de la cancha, Omar nos puso a trotar para iniciar con la clase de educación física, la cual no me agradaba mucho.
—No estoy del todo seguro —le contesté un poco inseguro, lo único que teníamos era la pista que me dijo aquel hombre en mi casa—, pero puede que haya algo allí.
—No lo sé Sebastián, es raro que una persona te deje un papel con alguna ubicación, ¿no has pensado que él puede ser el secuestrador?
También lo llegué a pensar, pero una parte de mi estaba seguro que aquel sujeto nos quería ayudar a encontrar la esfera, sabía que no tenía que confiar al cien.
—No lo creo, si así fuera, ya lo hubiera hecho —dije mientras detenía el trote, ella hizo lo mismo.
—Pero si vamos tenemos que estar acompañados.
—Llámale a Alberto, sé que le interesara esto.
Volví a trotar antes de que Danna le marcara a Alberto.
†
La ubicación que se encontraba en la hoja de papel era en el bosque, al saber que volvería a estar rodeado de esos altos árboles, un escalofrío recorrió mi cuerpo, aunque tenía miedo de encontrarme con aquellas personas o las sombras, quería saber qué podía encuentra en ese lugar, tal vez era la esfera, pero también existía una posibilidad de que se tratara de un secuestro o algo parecido.
Mi suerte estaba yendo a mi favor, mi madre iría a cenar con Omar, así que aprovecharía ese momento para salir de la casa cuando ella estaría fuera e intentaría llegar antes que terminará su cita, bueno ese era el plan principal, antes de que mi madre lo cambiará.
—¿No hay nadie más que la cuide? —Le pregunté a mi madre.
Ella me volteó, se notaba en su rostro que aquella pregunta la hizo molestar, mi madre me acababa de decir que tenía que cuidar a Clarissa, la hija de Omar, debido a que la mamá de él se había enfermado y la tuvieron que internar en el hospital, ellos iban a ir a verla, y no podían llegarse a Clarisa por su edad.
En los últimos días había conocido un poco más a Clarissa, debido a que iba a la casa de Omar a estudiar para el examen de la universidad, era una niña agradable, pero tenía que ir al bosque, y no podía estarla cuidado para buscar la esfera.
—¿Por qué no la quieres cuidar? —Preguntó ella al cruzarse de brazos—. Es una buena niña, no hará travesuras.
—Lo sé, solo que no sé cómo cuidar niños, ¿Qué voy a hacer si le pasa algo?
—No es complicado, solo quédense en casa, pueden ver una película jugar a algo. Por favor, Sebastián, hazme ese favor, no va a ser complicado.
Abrí la boca para decir algo más, pero me interrumpió el sonido del timbre, mi madre caminó hasta la puerta y la abrió, puedo ver a dos personas en la entrada. La niña entró sonriente y abrazó a mi mamá.
—Hola Sebas —saludó Omar con una sonrisa.
—Hola —contesté, tratando de sonar lo más normal.
—Ya nos vamos —dijo mi madre al tomar su bolso para salir—, se cuidan, por cualquier cosa me llaman.
—Clarissa te portas bien —dijo Omar, la niña solo asintió con la cabeza.
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Desaparecidos
Mystery / ThrillerAntonio Lugo ha desaparecido. El pueblo de Zarca entra en pánico cuando el chico se va sin dejar ningún rastro, pero no es el único, otros habitantes como en sus alrededores empiezan a desaparecer, nadie sabe donde pueden estar. Todos piensan en un...