Embarazada de un cazador.

Capitulo 42: El sacrificio.

—¡¡Ya hemos cruzado está campana cinco veces!!—Exclama Hiro.

—Siento que hemos caminado den círculos —Dijo Kristoff.

Keiler escucha eso y enseguida corre hacia una torre alta en el cementerio.

—Tienen razón —Dijo Keiler —Intentan engañarnos. Parece un laberinto.

—Que ingeniosas podemos verlas, sentirlas pero no son reales—Murmura Hiro.

—¡Tiene que ver una manera!—Exclama Anna—¡Si tan solo la supiéramos!

—Lo que hay qué hacer es concentrarnos—Menciona Mérida.

—¡Mi cabeza en este momento está en mis hijas y en su seguridad! ¡¿Entienden?!—Exclama Elsa frustrada, ella está haciendo lo posible para no congelar el cementerio en ese momento pero es casi imposible.

—¡¡Lo que pienso es que todo esto lo creo Jack!!—Exclama Tadashi.

—Tad...

—¡¡No Emma!! ¡¡Todas sus conspiraciones!! ¡¡Los enemigos que hizo todos los días de su miserable vida!! ¡¡¿Que resultado esperaba?!! ¡¡¿Que las niñas nacieran en una vida feliz?!! ¡¡¿Que él vivirá para verlas crecer?!! ¡¡¿Vería una familia feliz?!!

—Esas fueron tus fantasias Tadashi, no las de Jack—Mérida responde.

—Esta era la esperanza de su rendición, la felicidad y una vida para Jack, empezar de nuevo—Murmura Keiler.

—Pero él ya no está y si salvamos a mis niñas, ellas crecerán sin su padre—Murmura Elsa triste llorando en el hombro de su hermana menor, Anna la abraza.

—Podrás decirle a mis sobrinas cuánto te importaba su padre—Dice Anna—Cuando las salvemos.

Pasaron unos minutos más buscando pero sin éxito.

—Ya pasamos por aquí dos veces—Menciona Flynn.

—Tenemos que ser más inteligentes—Dice Punzie.

—Vengan creo que es por aquí—Menciona Cass.

A lo que todos la siguen buscando está vez más rápido pues el tiempo se les agota.

. . . . . . . .

Hipo salto del susto, prácticamente cayó al suelo bruscamente y temblando al ver a su medio hermano levantarse de la mesa donde lo puso para preparar el funeral.

—¿Pero que...?—Hipo pregunta sorprendido levantándose del suelo.

—Me duele el cuello—Menciona Jack moviendo la cabeza de un lado a otro—Malditas brujas ya verán lo que les haré.

—¡Jack estás vivo!——Exclama Hipo alegre—¡¿Pero como?!

—Ellas eran brujas y solo un espíritu puede matar a otro espíritu —Dice Jack intentando levantarse pero no puede—Carajo.

—Debes acostarte—Dice Hipo.

—¡No quiero acostarme! ¡Quiero ver a mis hijas!

—¡Ya tus amigos y Emma se están encargando de eso!—Contesta Hipo.

—No, debo ir yo —Dijo Jack volviendo a intentar levantarse pero es en vano.

—Estas demasiado débil, no te puedes ni levantar tu mismo—Le regaña Hipo.

—Aunque tenga el corazón clavado por una flecha tengo que ir a salvar a mis hijas—Refuta Jack.

—Los demás se están encargando de eso.