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De nuevo iba tarde.

Mi andar era apresurado y mi respiración un completo desastre, todo por intentar llegar a mi destino a tiempo, cosa que ahora creía imposible. Este contratiempo se lo debía a mi mala costumbre de pensar que podía llegar a todos lados en diez minutos.

El día se encontraba parcialmente nublado debido a las constantes lluvias de los últimos días. Sin embargo, era perfecto y bastante fresco a mi parecer. Amaba los días nublados y lluviosos.

Justo en una esquina antes de mi destino, miré la hora en mi celular y suspiré más calmada al notar que aún tenía algunos minutos para llegar a tiempo.

Estaba a poca distancia, así que, como ya era costumbre en mí, comencé a admirar la magnífica edificación que se mostraba imponente ante los demás edificios que la rodeaban.

La biblioteca.

Hace media hora que había estado hablando con Arthur y después de haber conversado acerca de cómo nos había ido en el día, me comentó que acababan de llegar nuevos ejemplares.

Así que, aquí estaba, intentando encontrarlo para poder comprarle nuevos libros. Sin embargo, una expresión de confusión invadió mi rostro al ver a uno de los muchos clientes esperando cerca del mostrador principal.

A ella ya la conocía y no era mucho de mi agrado. Más, intentando dejar esa impresión de lado, me acerqué para ser amable y poder saludarla.

—Hola —murmuré llamando su atención e ignorando a mi voz interna que me decía que me alejara de ella.

Solo esperaba no arrepentirme de esto.

Al voltear, Alice hizo una mueca de desagrado, ella no estaba feliz de verme.

Desde la distancia que nos separaba, pude notar que su aspecto era igual de pulcro que la vez anterior que nos vimos. Su cabello estaba perfectamente peinado en una coleta baja, sus mejillas estaban bañadas de unas pecas que parecían maquilladas <<porque la última vez que nos vimos no las tenía>> y su ropa era de una marca bastante reconocida.

Era toda una niña rica, cómo Derek.

—¡Tú! —espetó en un reclamo.

Ya me arrepentía.

—Sí, soy yo —murmuré calmada—. Solo quería saludarte.

Ella me escaneó con la mirada antes de responderme.

—No sé si lo notaste, pero, no quiero nada que ver contigo.

Mi ceño se frunció en señal de molestia.

—Solo intentaba ser amable —murmuré ofendida.

—No necesito de tu amabilidad.

Su respuesta tosca me hizo suspirar en señal de molestia.

—Esto me pasa por intentar ser buena persona —murmuré por lo bajo—. Bien, no me agrado esta charla y no es un gusto. —No esperé su respuesta, solo comencé a caminar en dirección a donde sabía que Arthur estaría.

Al recordar sus palabras, la ira me invadía. ¿Qué le había hecho para que ella me tratará de esa manera?

—¿Vienes a ver a Arthur? —inquirió la castaña, mirándome de forma retadora. A todas estás, ¿no se cansaba de molestar? Porque estaba desesperando que me siguiera por la biblioteca.

Antes de responderle, miré brevemente a mi alrededor. Los pasillos en esta zona estaban casi vacíos, cosa que me tranquilizó porque no deseaba causar algún alboroto aquí.

Yo te cuido [#PGP2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora