Al final había llegado.
Recordaba como si hubiese sido ayer el día en que se había inscripto en la universidad para participar por pasantías y obtener de ese modo experiencia profesional que le sirviera realmente para su futuro cuando obtuviera su título y un trabajo de lo que realmente amaba hacer. En ese momento no había esperado que Nueva Editorial fuese una de sus opciones, y mucho menos que semanas después cruzara el umbral del edificio de aquella empresa para presentarse como la nueva pasante.
Todo se veía tan lejano y tan solo habían pasado tres meses. Pero habían sido tres meses de emociones, de aprendizaje y de amistades. Había conocido a personas increíbles como a Joanne y a Jim, incluso también a sus tres compañeros de pasantía en el departamento de edición. Frank formaba parte de los buenos recuerdos, aunque su relación con él fuese amistosa y no como en el inicio.
Clarise Collins encabezaba su lista de personas con la que más experiencias y recuerdos se llevaría en caso de no ser elegida aquel día. Había sido primero su jefa, con aquella imagen lejana de mujer inalcanzable que siempre estaría por encima de todos y que jamás le dedicaría una sola mirada a su simple y mundana presencia en la empresa; pero al cabo de unas semanas estaba bajo su tutela, oyendo sus consejos, aprendiendo de su sabiduría e imaginándose lo que sería llegar a su puesto algún día en su propia carrera que apenas iniciaba.
El viernes había iniciado como un día normal de trabajo y cada uno estuvo en sus tareas correspondientes. Clarise no había dicho nada al respecto de la reunión que tendrían en pocas horas, como si la idea de que aquel fuese su último día fuese algo solo existente en la mente de Margo. Pero cuando Joanne le dio ánimos, e incluso entre sus compañeros se alentaron pasase lo que pasase más tarde, cayó en cuenta que no era una mera imaginación suya.
La reunión de la última jornada de pasantía se llevaba a cabo en un auditorio un tanto más grande de lo que había sido el primero en donde habían tenido su primer encuentro hacía tres meses atrás. Ahora no solo estaba el grupo de veinticuatro jóvenes postulantes, sino también los tutores de cada uno, compañeros de trabajo e incluso Jim que había pedido que lo cubrieran para poder asistir y alentarla un par de asientos más atrás.
Quien encabezaba la reunión en el extremo del auditorio con el impoluto traje y su rostro tan típicamente estoico era George Milles; quien les había dado la bienvenida ahora los despedía con la misma nula emoción que utilizó el primer día que había dado el tour por la empresa. No se lo veía ni feliz ni desanimado, como si en verdad estar en ese sitio en ese momento fuese un trámite más; una tarea más de su trabajo que debía realizar para volver a su puesto al acabar.
Clarise Collins estaba sentada a un lado cerca de él. Siendo la editora en jefe y prácticamente responsable de todos era su deber estar allí. Seguramente diría unas palabras y todos se emocionarían. Margo no sabía bien del todo que ocurriría y Joanne, a quien había cruzado segundos antes de que la mandaran con todos los pasantes, tampoco.
—Ya sabes que es la primera vez que formo parte tan activa de un programa de pasantías —explicó cuando le preguntó qué ocurriría a continuación—. Supongo que anunciarán los ganadores y consolarán a los perdedores, pero como te digo: al igual que tú, es mi primera reunión aquí.
Margo estaba sentada entre medio de Charlie y Benjamín. Ninguno de los dos había dicho mucho y ella misma tampoco tuvo intención de entablar una conversación con cualquiera de los dos. Benjamín se veía cansado, como si quisiera que todo acabase pronto para ir a su casa; Charlie era una fría máscara de imperturbabilidad que se asemejaba demasiado al rostro de Milles. Incluso había llegado a esperar algún comentario mordaz de su parte, pero nada había sido pronunciado.
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En cuerpo y alma
Roman d'amourMargo Parryl se siente regocijada con la vida que lleva. A pesar de haber sido abandonada de bebé, encontró el amor en la maravillosa familia que la adoptó: sus padres y su hermano Henry son lo más preciado que tiene. En una época de cambios, donde...