| Capítulo especial I

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HALLEY:

El escándalo que había a mi alrededor era absolutamente sorprendente. Podía haber dejado anonadado a cualquier persona. Aunque claro, esto era Nueva York y yo tan solo era una chica que provenía de una ciudad más pequeña y menos concurrida que esta, así que, ¿qué podría decir?

Sonreí al pensar en ello mientras me ponía de puntillas para tratar de localizar entre tantas personas mi equipaje. No era más que una maleta pequeña, porque solo iba a pasar unos días en la Gran Ciudad, pero, aun así, a la extensa cinta transportadora no le parecía conveniente dejarme recoger mis pertenencias cuanto antes.

Decidí esperar pacientemente y, después de pasar cerca de unos veinte minutos esperando y observando a otros viajeros alejarse con su equipaje, por fin pude acercarme a recoger el mío.

Intenté no perderme entre aquel mar de personas que salían de sus respectivos aviones o que tenían intenciones de embarcar mientras trataba de encontrar la salida del aeropuerto y, una vez en el exterior, conseguí que un taxi se detuviese y le di la indicación de la dirección a la que tenía que ir.

Había decidido venir a pasar unos días con el guitarrista, aunque claro, él no lo sabía. Llevábamos cerca de un mes sin vernos porque había tenido que viajar para ultimar algunos detalles del que iba a ser su primer disco. Estos últimos meses mi chico había conseguido una cantidad enorme de seguidores y se había convertido en un artista novedoso con tan solo dos canciones publicadas que sonaban en la radio cada dos horas.

Hache solo tenía que ir a hacerse las fotos para la portada del disco —que salía en un par de meses—, dar el visto bueno a la campaña de promoción y arreglar un par de cosillas, pero, como era de esperar, una cosa llevó a la otra y al final tuvo que quedarse a atender numerosas entrevistas que fueron surgiendo y que eran importantes para su carrera musical.

Había tenido que asistir a ciertos eventos y Halle, Xander, White y yo lo habíamos estado viendo en la televisión del apartamento, gritando como locos de la emoción al verle ser aclamado por tantas personas.

Siempre se me ponían los vellos de punta al verle en aquellos sitios, porque recordaba que había logrado su sueño y estaba consiguiendo lo que tanto había anhelado.

Marc le había acompañado a todos lados y, según el guitarrista, era un gran apoyo para él. A veces se sentía solo y las llamadas con nosotros no podían ayudarlo lo suficiente, así que agradecía que por lo menos tuviera a alguien en quien poder apoyarse cuando la industria se le echaba encima.

Me apeé del vehículo después de pagar y me despedí del señor antes de echar a caminar con mi maleta hasta entrar en una cafetería. Hache vivía en un apartamento cercano al lugar en el que me encontraba, pero sabía que no estaba en casa porque tenía una entrevista muy importante en aquellos momentos, me lo había dicho la noche anterior.

Y yo no tenía llaves de su apartamento, así que iba a tener que esperar.

Sonreí al ver que estaban emitiendo aquella entrevista en la televisión de la cafetería y me senté con mi café helado a escucharla con atención, pasando desapercibida entre la clientela, también muy pendiente de las palabras del rubio.

Estaba guapísimo. Se había dejado crecer el pelo —seguramente porque no habría tenido tiempo estos meses de ir a cortárselo—, y llevaba una camiseta de manga corta de color azul que se quedaba ceñida a su cuerpo y unos vaqueros a juego que le daban un aire despreocupado.

—Esa es una pregunta interesante, Caleb, y sí que es cierto que las personas que escuchan mi música desde hace tiempo se lo preguntan. El disco tendrá doce canciones y, aunque solo habéis podido escuchar dos y tengáis que esperar unos meses para escucharlo entero, creo que os va a encantar la estética y los diferentes ritmos que hay en él.

Al compás de las estrellas ✔ [#HR2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora