30 | La persona adecuada

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30| La persona adecuada

HALLEY:

Ayer el ensayo general fue una tremenda maravilla. Todo fue viento en popa, Halle aguantó sin echar la pota durante todo el ensayo en Sky, Hache afinó a la perfección —cosa que me esperaba, porque tenía maldito talento para esas cosas—, White y Xander no se insultaron, Arden dejó de chuparle el alma a Kevin durante las horas del ensayo —había quedado con él antes y nosotros tuvimos que interrumpir su cita para que viniese—, y yo fui capaz de bailar sin que mi pierna provocase un escándalo.

Los pasos habían salido muy coordinados, las voces parecían ser un pedacito de cielo y los preparativos estaban todos listos. Aunque tenía miedo de lo que podía salir de aquí esta noche.

Algo me golpeó en la cabeza y, cuando me agaché a recoger el objeto, pude ver que se trataba de un zapato.

—¡Ay! ¿Se puede saber quién ha sido? —pregunté, dándome la vuelta para observar a la multitud.

Brens y Didi se señalaron la una a la otra y algo gritaba a viva voz que había sido la primera de estas la que me había golpeado. Puse mis brazos en garras pidiendo una explicación en silencio y fue la última quien empezó a explicarme.

—Brens y yo pensábamos que estabas distraída. Mi plan era preguntarte si estabas bien, pero a ella se le ha ocurrido no dejarme terminar de hablar y lanzarte... eso.

—¡Serás mentirosa!

—Vale, está bien, estoy distraída pero no era necesario lanzarme un zapato a la cabeza, esos botines pesan un quintal, por Dios.

Didi, que recogía su cabello dorado en una coleta alta, me dijo:

—Estamos todos vestidos, eres la última Halley, el espectáculo empieza en una hora y le has prometido a Hans que irías a ayudarle a ceder el paso y a subir a la sala de luces.

Dejé escapar un suspiro, ciertamente agobiada.

—Lo sé.

—Escucha, no bailas en la primera canción por eso, tienes tiempo, pero también tienes que vestirte para ayudarle, las puertas abren en diez minutos y tienes que presentar desde abajo. Es tu espectáculo, lo has planeado tú, tienes que hacer un gran recibimiento.

Recibimiento que no había preparado.

Hache intentó ayudarme ayer, pero lo cierto es que preferí evitar el tema y hacer otro tipo de cosas con él en lugar de ocuparme de aquella responsabilidad. Supongo que en el fondo pensaba que sería fácil presentar algo con el corazón, porque según el guitarrista, mis ojos eran todo lo que necesitaban mirar cuando me escuchaban hablar del teatro para ser conscientes de la conexión tan fuerte que teníamos.

Pero me había olvidado de mi miedo escénico y ahora entendía por qué el secuestrador especial había querido poner de su parte para ayudarme con ello.

Mierda, mierda, mierda.

Requetemierda.

Le di la espalda a ambas bailarinas, que se habían ajustado sus deportivas en los banquitos de los vestuarios, para ir a por mi vestido de presentación. Era largo y azulado, un color que nunca solía llevar puesto pero que, según Halle, combinaba a la perfección con la temática del cartel que preparé.

Mi maquillaje era sencillo, uno que complementase a mi vestuario posterior, ya que con este vestido solo iba a presentar el espectáculo. Mi mejor amiga se había encargado de maquillarme entre bambalinas, haciendo un par de descansos para evitar vomitarme encima.

Al compás de las estrellas ✔ [#HR2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora