11 | Padres

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11| Padres

HALLEY:

—Halley, ¿estás lista? Vas a llegar tarde.

Tragué grueso apretando con la esponjilla y mordiéndome la lengua en un gesto de concentración que a la vez me impedía soltar una maldición en voz baja.

—Sí, ya bajo —exclamé cuando terminé con lo que estaba haciendo.

Recogí mis cosas a la velocidad de la luz y me aventuré escaleras abajo sin correr demasiado, mi pierna no me lo agradecería de lo contrario.

Cuando llegué a la parte baja mi madre se encontraba apoyada en la puerta principal, que estaba abierta permitiendo entrar a una pequeña brisilla. Mi progenitora, que tenía los brazos cruzados en su pecho en gesto impaciente, me miró con el ceño fruncido y se incorporó en su sitio.

—¿Te has maquillado para ir al hospital?

Le mostré la sonrisa más falsa que pude rezando a todos los dioses existentes porque creyera lo que iba a decirle.

—Sí. Sé que no es propio de mí, pero creo que me ayudará a sentirme mejor, ¿sabes? Lo he leído en un artículo de internet, decía que maquillarse daba confianza a las mujeres y he decidido probar. ¿Por qué? ¿No te gusta?

Mentira, mentira, mentira.

Había tenido que hacer eso porque el idiota de Hache me había hecho un chupetón en el cuello.

El muy condenado se marchó ayer sabiendo lo que había hecho.

No era capaz de comprender cómo nadie se dio cuenta anoche, ni mis padres ni el propio Kevin, pero me sentía orgullosa de mis habilidades para esconder algo decentemente.

—Claro que me gusta, estás muy guapa. —Me sonrió—. Me alegra que estés siguiendo mis consejos y que intentes verte mejor.

Sonreí.

—Claro mamá, quiero estar bien, ya te lo dije: estoy intentando cambiar.

Mi madre me mostró la sonrisa más sincera que había visto en muchísimo tiempo y me apremió con un gesto de su mano.

—Vamos, llegarás tarde a terapia.

Asentí y la seguí hasta el coche. Halle no había podido llevarme hoy a la sesión porque tenía prácticas en la mañana y mi madre se había negado a dejarme ir sola en autobús porque estaba plenamente convencida de que iría derechita a clases o a Sky sin pasar por el centro de salud. Odiaba que no fuera capaz de confiar en mí, aunque muy en el fondo sabía que Halle llevaba razón cuando me dijo que me lo había buscado yo.

Aunque la verdad era que estaba demasiado cansada como para ir a algún sitio hoy.

Anoche, cuando Kevin me dejó en casa y volví a la realidad de mi casa después de todo lo que había pasado, el subidón de emoción que me había traído el regreso de Hache desapareció al ver a mis padres encasillados en el sofá esperando por mí y por mis respuestas.

Les dije que se me había hecho más tarde de la cuenta porque estaba preparando la campaña de ayuda a Sky y que el hermano de mi mejor amiga podía confirmar que el teatro había estado abierto y que yo no había estado en ningún otro lugar.

Al principio se sorprendieron, pero para mi agrado no dudaron de mí. Ellos ya conocían mi proyecto desde hacía unos meses y cuando les dije que lo retomaba tras el accidente se pusieron muy contentos porque dijeron que me vendría bien para tener otra cosa en la que pensar y distraerme.

Al compás de las estrellas ✔ [#HR2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora