Se puede amar de muchas maneras, se puede calentar la piel con muchos cuerpos, incluso se puede traicionar el corazón tratando de hacerle entrar en razón con muchos otros corazones que no laten al mismo ritmo que el nuestro; pero nunca se podrá dejar de amar a nuestra más grande perdición, esa que al oído susurra palabras de amor cada noche y clama en vida el tacto de su piel; esa que llora de felicidad cada que se encarniza entre los tejidos y los huesos y no se cansa de danzar en el aire con su largo cabello revuelto; esa que ordena adoración y entrega adoración en cada beso; esa que el corazón no buscaba, pero que encontró entre las tinieblas para ser salvada y amada hasta que deje de latir por ella.
La vida tiene su ciencia, a veces comprendemos que el acto de amor es solo en base del sexo; no obstante, el amor se construye con sueños, honestidad y de genuino amor para con la otra persona. En el camino de tranquilidad y soledad que vivía antes de ella, una mujer y un amor no formaban parte de mis ilusiones. Soñaba con ser parte del Obispado, terminando de entregar todos mis conocimientos a jóvenes que, al igual que yo, se unieron a un mundo de amor y adoración.
Pero ahora me doy cuenta que en esa vida hubiese sido infeliz e incompleto. Ser sacerdote es una tarea para pocos, ya que se debe renunciar a todo lo mundano para predicar la palabra de Dios. La devoción de lo divino puede resultar un arma de doble filo para quien no está completamente formado y capacitado mentalmente para vociferarla a todo un pueblo, pues tarde que temprano, las necesidades básicas del hombre y las tentaciones van a asechar para que la fe tambalee en un pedestal de gloria.
Mi fe tambaleó, aun cuando me creí inmune a las tentaciones del diablo; sin embargo, fue allí donde el sentido de mi vida empezó a teñirse de colores. Cuando antes había negro y blanco, el azul, el rojo, el morado y un sinnúmero de colores aparecieron para llenarme de una explosión que se expandió para cada fibra de mi ser y me hizo conocer lo que es amar y ser correspondido.
No ha sido fácil amar a una mujer que trae a sus espaldas una bola de temores e inseguridades a raíz de su niñez y todo el sufrimiento que vivió en manos de un hombre que no la amó y tampoco la cuidó como lo que es; una hermosa y resplandeciente flor, pero Samantha, aunque tuvo que matar y ensuciar sus manos cuando no debía, pudo encontrar el camino a su libertad y su tan anhelada felicidad.
Sus miedos se han ido de a poco con el pasar de los años, no por el miedo de que su alma vaya a ser condenada por la muerte de un hombre, sino por el hecho de tener la esperanza y la posibilidad de volver a ser madre. Aunque en un principio decayó en un mar de tristeza y de pensamientos sin sentido, regresó a la realidad tan pronto la tomé de su mano y le entregué una vez más mi corazón y mi protección en un abrazo que la despertó de una terrible pesadilla.
Me aseguro cada día de demostrar cuán importante son ella y mi hijo que, no planeado y sí amado, crece en el vientre de mi ahora esposa.
—¿Sabes qué día es hoy, mi amor? — susurré en su oído, tomándola de la cadera y pegándola a mi cuerpo.
—No sé qué día es hoy, pastelito. ¿Tenemos alguna cita con la doctora?
Me reí, escondiendo el rostro en su cuello y deleitándome con su dulce aroma.
—Hace cinco años te atravesaste en mi camino — repartí muchos besos desde su cuello hasta su hombro—. Hace cinco años me enredaste con tu descaro y tus provocaciones.
—Uy, como olvidar al padrecito pervertido — soltó una risita—. El descarado eras tú, no yo.
—Todo fue por tu culpa — deslicé mi mano por sus brazos, acariciando con suavidad todo a mi paso.
—Quiero saber todo eso que pensabas de mí — incluso podía ver su sonrisa maliciosa aun cuando me encontraba a su espalda—. Eras muy obvio. Bueno, lo sigues siendo.
—Es que nunca voy a poder ocultar todo lo que me provocas — le hice sentir mi erección—. Es imposible dejar de adorarte.
Se giró entre mis brazos, sonriendo y viéndome como hace cuatro años lo hace; como su todo. En esa mirada que, en un principio creí que habitaba la maldad y que con el pasar de los días fui descascarando esa falsa máscara que mostraba con todos, solo hay una enorme ilusión y un resplandeciente amor que me quema poco a poco y me funde en su corazón hasta la eternidad.
Mi esposa; esa mujer que me llenaba de pensamientos impuros y perversos con solo una mirada llena de malicia, es la misma que me mira ahora con devoción y ternura. Es difícil poder describir lo que Samantha me hace sentir luego de cuatro años de matrimonio, compartiéndome esos sueños y hermosos sentimientos que quedaron en manos de otro hombre y fueron destrozados de la manera más ruin y malvada.
Y construirla fue lo más hermoso que he podido hacer en toda mi vida, porque de ese modo, conocí a esa tierna Samantha de la que tanto me habló que era en el pasado. A esa niña traviesa, risueña y soñadora que cayó en el pozo equivocado y murió ahogada en la maldad de este mundo.
—Quiero verte vestido una vez más de cura, pastelito — jugó con los botones de mi camisa—. Me excita que me liberes de mis pecados mientras te devoro entero y sin pausa.
Esa corriente atravesó todo mi cuerpo y se estableció en la dolorosa y creciente erección que palpitaba incesante por ella.
—Confieso que he pecado, padre.
La tomé de brazo al ver que trató de arrodillarse.
—¿Q-qué haces? Recuerda que estás embarazada, mi amor.
—Apenas si la barriga se me ve — deslizo las manos hasta mi pantalón, liberando mi hombría y tomándola en su pequeña y cálida mano—. Líbrame de todos mis pecados, padre —se arrodilló a mis pies, rozando sus labios por toda mi extensión.
La perversión de sus palabras me llevaron a someterla y adorarla como cada día de nuestra vida juntos; amándola con esa locura y dominación que tanto la deshace en mis brazos.
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¡Hola, mis amores! Espero que les haya gustado esta novela tanto como a mí. Voy a extrañar a mi padrecito perverso y tierno, pero bueno, el final es inevitable.
Gracias por el apoyo y el cariño que siempre me dan, ustedes me hacen muy feliz con todos esos lindos comentarios y mensajes que me dejan día a día.
¡Los adoro con el alma!
¡Nos leemos muy pronto, guapuras bien hechas!
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Perdición[✓]
Roman d'amourEn el mundo de Logan, el silencio y la paz era lo que reinaba desde hace muchísimos años, pero en una noche, esa tranquilidad a la que vivía sometido, se verá interrumpida por la maldad y la tentación de un cuerpo hermoso y un rostro de ángel, dándo...