Bonus final 1. RECUERDOS

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La casa revuelta, invadida de cajas a medio hacer, le estaba provocando unas tremendas ganas de llorar. Ese sentimiento de nostalgia se veía agravado por la soledad del momento y por el cansancio con el que se había levantado esa mañana. Luisita suspiró, se secó con el dorso de la mano una lágrima que se deslizaba por su mejilla y se levantó del sofá decidida a recoger la estantería llena de recuerdos de su relación con Amelia, de su vida juntas. Lo retrasó hasta que se antojó inevitable, ya no vivía a allí, pero quitar de las baldas esos objetos, significaba romper del todo con el vínculo que le unía a ese espacio, a esa casa que había sido testigo de su historia de amor, desde el principio.

Abrió la vitrina y los observó. Sonreía con cariño cuando su mirada se detenía en cada uno de ellos. No ocupaban gran cosa, por eso había elegido una caja metálica para transportarlos, allí le cabrían todos, pero las historias que encerraban eran gigantes. Uno a uno, componían los capítulos de la historia que habían vivido juntas, desde el día que se vieron por primera vez en el King's.

Al principio los había ido guardando sin ninguna intención, sin darse cuenta, como un acto inconsciente movido por un sentimiento que empezó a fraguarse desde que se miraron a los ojos por primera vez, desde la conversación ligera que mantuvieron en la barra del bar que, por unos instantes, le hizo olvidar el agujero negro en el que vivía en ese tiempo.

Amelia, llegó a su vida como un soplo de aire fresco que templa una calurosa noche de verano. Algo así le dijo la primera vez que se vieron, inconsciente, dejándose llevar como no lo había hecho desde hacía mucho, «pues me alegro de que esos aires te hayan traído hasta aquí», recordó, al detener la vista en el posavasos de la primera caña que le sirvió y rio por la nariz por el atrevimiento con el que lo había soltado. Así, sin pensar, como era ella antes, como no había sido en tanto tiempo.

Cuando Julia se fue creyó que ya había conocido el amor, la felicidad plena y que nada, a partir de entonces, le haría volver a sentirse viva. Se resignó a un futuro en blanco y negro en el que se esforzaba por sobrevivir a un día tras otro, en los que aguantaba estoicamente las miradas de compasión que le dedicaban, sin querer, su familia y amigos. Pero, entonces llegó ella y a base de sonrisas sinceras, abrazos reconfortantes, conversaciones profundas y silencios necesarios, consiguió, poco a poco, librarla de la pena con la que cargaba en los hombros y la mantenía alejada del mundo.

El posavasos fue lo primero que metió en la caja. En realidad, no tenía sentido seguir conservándolo, a simple vista solo era un trozo de cartón de una conocida marca de cerveza, agrietado por el paso del tiempo, pero para Luisita significó el principio de todo. Si le preguntaran por qué se quedó con él, contestaría que: ni idea. Simplemente lo vio allí, después de que Amelia le dedicara aquel guiño que le aceleró el corazón, cuando se iba con María al despacho para hablar de la relación laboral que estaba por venir. Lo miró con media sonrisa, lo cogió y lo guardó en el bolsillo trasero del vaquero, tratando de que Gonzalo no se diera cuenta. Le hubiera gustado quedarse también la copa de la que había bebido, que tenía el carmín de sus labios impreso en el borde, pero en el pantalón no le cabían tantas cosas.

Lo siguiente en lo que se detuvo fue en una figurita del Puente Don Luis I, en la que ponía Oporto en la base. Se la compraron a un vendedor ambulante que se acercó a ellas, mientras veían el sol caer sobre el cauce del Duero, desde Vilanova de Gaia. Su primer viaje juntas, o el segundo, si contamos el fin de semana en Santander.

Estaba sentada al lado de Amelia, rodeándola por los hombros y dándole diminutos besos en la sien. La sonrisa no le cabía en la cara, por lo feliz que le hacía su chica, y por haberse liberado, hacía unos minutos, del peso que suponía haberle dicho a su madre, cuando le preguntó por la relación que mantenían, que solo eran «amigas».

Sólo si es contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora