DIECISEIS

19 3 0
                                    

Respira Grace. Respira, por lo que más quieras.

Me incorporo hasta estar sentada y con los ojos cerrados y una mano en el corazón, intento calmarme.

Pero no puedo. Son demasiadas cosas, la pesadilla que es básicamente un recuerdo, la culpabilidad, lo que ha pasado hoy con Dylan... Joder. No puedo.

Se me ocurre ir a pedirle ayuda a Carlos y me levanto tambalenadome. Cierro los ojos con fuerza y me apoyo en la puerta cuando llego a esta. Intento abrirla pero no puedo.

No se abre... ¿Por qué no se abre? Abrete, por favor...

Observo la puerta y caigo en la cuenta de que tiene el pestillo puesto. Lo quito con un poco de esfuerzo y consigo abrir la puerta.

Salgo y voy directa a la habitación de Carlos y Kattia. Llamo a la puerta y abro.

La cama esta bacía. ¿Donde coño están? Joder... Joder.

No me jodas... 

Voy a la cocina y me siento en la prima silla que veo.

Grace, tranquila. Estas a salvo... Estas a salvo.

Empiezo a llorar de pura desesperación.

Odio escuchar mi respiración, odio escuchar como me estoy ahogando. Lo odio...

Céntrate... Céntrate joder. Respira.

Inhala... Exhala... Inhala... Exhala...

Deja. De. Llorar. Joder.

Respira. Respira... Respira por favor.

Dios, me voy a morir. Dios mío, me está dando un infarto, eso es...

Dios mío, me voy a morir. Yo no quiero morir...

Lloro con más fuerzas aún y me dejo caer sobre la mesa de la cocina sin conseguir respirar.

Pero ¿Donde están Carlos y Kattia?

Si es de noche, joder.

Yo no me quiero morir. No me quiero morir.

Por favor... Que alguien me ayude.

Me voy a morir...

¿Quién me puede ayudar?

Dylan... Dylan..

Me levanto tan rápido que caigo al suelo como una tonta. Me levanto utilizando todas mis fuerzas y voy hacia la puerta de casa. Abro y me apresuro hasta la puerta de enfrente y llamo con desesperación.

Espero, espero y espero.

Llamo otra vez. Dios mío. ¿Y si me desmayo? Estoy sola... Nadie... Nadie me va a poder ayudar... Me apoyo en la puerta desesperada.

Dylan no abre... Me voy a morir.

La puerta se abre y caigo hacia adelante ya que estaba apoyada en esta.

Dylan se agacha asustado y me agarra la cara para que lo mire.

—Grace.

—Dylan... Ayu-ayudame... Me voy a mo-mo-rir.

(...)

—¿Ya estás mejor? —pregunta ofreciéndome lo que parece una tila.

Asiento y agarro el vaso a la vez que mi cuerpo se mueve por un hipido.

Siempre me da una especie de hipo cuando me tengo un ataque de los fuertes.

Dylan se sienta a mi lado en el sofá y apoya su cabeza en mi hombro.

BAILANDO SOBRE EL MAR ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora