capítulo diez.

58 9 4
                                    

Ante los ojos de Jungkook, el día no podía ser más resplandeciente y hermoso.

Apenas habían llegado, Jungkook había bajado del autobús con calma sintiendose mucho más relajado que antes, después de una pequeña siesta durante la hora y media que tuvieron de viaje en el autobús se sentía completamente recargado y con ánimos, y ya que estarían ahí durante lo que restaba de el día hasta un poco tarde al día siguiente decidió despreocuparse y quedarse tranquilo durante el tiempo que estuvieran ahí.

Al menos ya no se sentía presionado, y un buen día en la piscina con sus amigos era todo lo que necesitaba para sentirse mucho mejor con si mismo.

Aspiro el embriagante olor que emanaba el lugar, sintiendo la presencia masculina del rubio bajar de el autobús y parar justo a su lado sin decir nada.

En el momento en que Jungkook volteo levemente en dirección hacia Jimin, sintió su mano siendo tomada con brusquedad jalandolo hacia el cuerpo ajeno, el azabache jadeo de él dolor intentando liberar el agarre pero sólo forzó a que se hiciera incluso más fuerte. Observó por un par de segundos el rostro furioso de el rubio con completa confusión, estaba completamente perplejo, simplemente no entendía que estaba pasando.

—¿Jimin que mier-? —Jungkook no pudo continuar, pues su muñeca se hallaba siendo apretada con tanta fuerza que dolía, gimió debido al dolor tratando de zafar el agarre temiendo por una marca visible en su muñeca.

—No quiero que te apartes de mi hoy, Jungkook. —Respondió con simpleza el rubio, tensado su mandíbula... ¿Molesto?

Jungkook se asustó, temiendo por ver el lado molesto de Jimin, así que simplemente bajó la cabeza dignandose a simplemente no decir o no hacer nada.

No necesitaba arruinar el día para nadie, y sabía que si se negaba Jimin estaría furioso el, así que si morirme asintio levemente dándole una respuesta positiva, dándole lo que el quería escuchar.

—Y-yo... Esta bien, me quedare junto a ti. —Murmuró en respuesta, sintiendo como el agarre en su muñeca de suavizaba hasta que ya no pudo sentir dolor en la zona, pero el rubio aún así lo miró, haciendo sentir ligeramente mal al azabache.

Jimin comenzó a caminar, y entrelazo de una manera posesiva sus dedos, teniendo el completo control de Jungkook como siempre lo había tenido, al ser su único amigo, Jungkook temía de perderlo, y eso era algo que simplemente Jimin amaba.

El hecho se sentir que Jungkook era de su propiedad, que era la única persona a la que el recurría en sus peores momentos.

El sentimiento incluso era enfermizo a ojos de cualquiera, incluso a los mismos ojos del rubio quien simplemente disfrutaba del placer que esa emoción de regalaba al surgir desde lo más profundo de su ser.

Desde que habían sido pequeños en los momentos de desesperación para Jungkook, Jimin siempre había estado a su lado acompañándolo en las buenas y en las malas. En sus peores días donde Jungkook terminaba encerrado en sótano por las crueles acciones de su repulsiva madre Jimin solía escabullirse por una pequeña ventana que daba hacia la parte externa de la casa y le llevaba dulces a su pequeño amigo, jugaba con el y lo abrazaba hasta que dejara de llorar dándole todo su amor y compañía.

Quizás esa era la razón de aquel sentimiento tan enfermizo.

El sentimiento de dependencia de Jungkook hacia el de alguna manera marcaban posesión para el; El solía alimentarlo, quererlo, darle todo lo que necesitaba. Hasta que el imbecil de Kim Taehyung vino a quitarle a su pequeño pelinegro.

Paro en seco, ¿Kim... Taehyung? El rubio estaba atónito, estaba... En estado de Shock sin creer en todo lo que estaba pasando. Soltó la mano de Jungkook con brusquedad y comenzó a correr alejándose de él y alejándose de él lugar.

unhappy ও taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora