unhappy ও taekook

capítulo treinta y dos.

El sonido de una voz resonaba por la habitación, pero por supuesto la voz grave y molesta de Taehyung era lo menos que ahora le importaba.

Su mente se encontraba en blanco por completo, ni siquiera teniendo al capacidad de distinguir las palabras con claridad, porque ahora todo en lo que podía pensar era en esos dedos quienes se movían en su interior con rapidez.

Tres dedos de Taehyung ahora mismo se encontraban penetrando su interior, tocando en todos los lugares que hacían al menor volverse un desastre, abrazando con más fuerza el cuello de su mayor, casi aferrándose a su cuerpo como si en cualquier momento fuera a caerse.

Mordía su brazo. No le quedaba opción alguna pues cualquier sonido involuntario podía acabar muy mal gracias a la llamada con Dios sabe quien, estaba demasiado ocupado como para siquiera interesarle esa mierda.

Cada vez que uno de sus chillidos se volvía ligeramente alto sus movimientos se detenían, y eso no era bueno para la salud mental del pequeño azabache, quien trataba de mover sus caderas para liberarse, pero seguía siendo apresado cada vez que intentaba hacerlo por su cuenta.

Quería quejarse, reprocharle al respeto pero sabía que lo mejor ahora era no molestar a su mayor.

Al menos si aún quería tener un culo con el cual sentarse.

-T-tae... Tus dedos. -Trato de decir, y valla le importaba un carajos lo demás, aunque sea susurrandolo en el oído libre del mayor, intentando mover un poco sus caderas para que hacerle entender lo que realmente quería.

Y si, sonaba como toda una puta, pero eso no le importaba en lo más mínimo al menor ahora mismo.

Pudo ver una sonrisa burlona apoderarse de los labios del ajeno, deseando comerle la boca en ese instante.

Como deseaba poder tener un polvo rápido ahora mismo con Taehyung, sin ni siquiera importarle si el maldito socio de la empresa escuchaba todos sus malditos gemidos y chillidos soltados sin pudor alguno.

Recostar sus manos en el escritorio y dejar su mente en blanco con el jodida pene del mayor en su interior era todo en lo que podía pensar ahora mismo, no en una estúpida llamada que ni siquiera era para el.

Pero Taehyung lo había ignorado, siguiendo con la conversación que parecía no tener un final alguno definido, eso era bastante desesperante si así le preguntaban al azabache Jungkook, quien ahora mismo tenía ganas de matar al socio de negocios por no dejarlo coger de una buena vez y liberar la dolorosa ereccion en su extensión.

-Tae, por favor cuelga. -Rogó en un murmuró, tener aquellos tres dedos llenando su estrecho interior sin hacer algún movimiento estaba comenzando a acabar con su salud mental.

Esta vez ni siquiera su orgullo lo detendría a rogar por algo, porque ahora todo lo que deseaba podía hacerse realidad si tan sólo el mayor le hiciera caso en lo absoluto.

Al carajo, su culo en buen estado para después, ahora tenía que buscar la manera de llamar la atención del mayor para que dejara su "importante" llamada para consentir un rato sus caprichos, se lo debía por haber tenido que soportar todo el escándalo por Baekhyun por culpa de Taehyung y su maldita toxicidad.

Aunque del sexo después de eso no se quejaba, porque ahora el hecho de que lo hubiera dejado en la cama abandonado, con espasmos y sin una gota de energía después de toda una noche completa no parecía ni siquiera tortuoso en lo más mínimo.

El lo había disfrutado.

Su mano de forma muy consciente cabe recalcar se dirigió hasta la entrepierna en los pantalones de vestir de Kim, sonriendo al encontrar el bulto formado por el pene de su mayor. Estaba duro como una roca y eso le gustaba, porque el era el único que podía poner a Kim de esa manera.

El podía hacerlo sentir como si estuviera en el cielo aunque ambos estuvieran ardiendo en el mismísimo pozo del infierno.

Terminó por lograr sacar su pene de su pantalón finalmente minutos después, escondiendo su cabeza en la curvatura de su cuello, dejando suaves besos ahí mientras su mano comenzaba a moverse por toda la extensión del mayor quien solo apretaba la mandíbula, dejando de hablar por un momento antes de continuar.

-Cuelga, cariño. -Hizo un leve puchero, mirando al mayor, deseando que tan solo lo escuchara y colgara esa molesta llamada.

Este nuevamente lo ignoro, pero el repentino vacío en su interior lo hizo quejarse internamente, Taehyung había sacado sus dedos, dejándolo completamente vacío.

Quiso maldecir, o decir algo, pero antes de que pudiera hacer algo fue dejado de pie en el suelo, Kim también se había puesto de pie, colocando su mano en su hombro para hacerlo finalmente arrodillarse en el suelo.

Paso saliva en seco, dirigiendo su mirada hacia adelante para ver el miembro de Kim en frente de él, sintió como su garganta se cerraba por un momento.

¿El no iba a...? Sus pensamientos fueron interrumpidos abruptamente en el momento en que su cabeza fue sostenida desde la parte de atrás, posando por unos segundos su glande en sus labios.

Ah, valla que lo haría.

Sin protesta alguna, abrió sus labios permitiendo a entrar a la extensión del mayor quien con facilidad se deslizó por la boca del menor, haciendo que Kim quisiera gruñir alto.

Sabía que se estaba conteniendo demasiado por aquella jodida llamada pero a quien mierda le importaba, por lo menos follaria su boca aunque deseaba que lo que estuviera penetrando fuera otro lugar de su cuerpo.

Relajo su garganta, permitiendo que toda la extensión ajena pudiera recorrer su garganta una y otra vez en embestidas.

Sus manos se aferraban a sus muslos mientras su cabeza era manipulada al antojo del mayor, siendo el quien decidía cuando era tiempo o no de parar o de respirar.

Sus piernas habían comenzado a temblar, estaba increíblemente caliente y sólo estaba chupando su polla, se sentía casi al borde por sólo ver esa expresión en el rostro de Taehyung quien tenía que guardar en su interior todas la maldiciones que deseaba soltar.

No supo cuánto tiempo pasó, hasta que finalmente la llamada fue colgada.

-No sabes como te follare ahora que ese maldito dejó de hablar. -Fueron las únicas palabras que salieron de la boca de Kim.

Y oh mierda, valla que lo deseaba.