capítulo catorce.

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Dos meses ya habían pasado desde que Jungkook apartó ligeramente de su vida a Taehyung.

Las veces en donde ambos se veían eran escasas, raras y a veces incómodas, pero habían muchas mejoras en la vida del pequeño azabache desde entonces; Había conseguido algo de dinero en un pequeño trabajo de medio tiempo que Chaeryeong le había ayudado a conseguir, tenía muchos amigos desde aquel día de la piscina por lo que ahora a Kim no lo consideraban como un bicho raro en la escuela, y como cosa sorpresiva, Jungkook llevaba un mes de relación con Yoongi.

Así es, ambos se habían vuelto pareja con el tiempo a escondidas de Taehyung, habían ocasiones en donde ambos se colaban a una de las habitaciones de huéspedes y pasaban ahí por lo menos media hora haciendo cualquier cosa, veces en donde el iba a casa de Yoongi o que el mismo se colaba por su ventana durante la noche.

Siempre y cuando Taehyung no lo supiera, sería bueno para el menor.

En este momento Yoongi se encontraba en la habitación del menor, por petición de unas de sus hermanas el había estado haciendo los deberes que le correspondían y por supuesto que al ver una de esas tareas implicarian pasar un rato junto a Jungkook no pudo resistirse.

Mientras el organizaba el closet con la ropa ya lavada y doblada de él azabache este mismo se encontraba sobre la cama sentado y mirándolo fijamente con una ligera sonrisa. Jungkook tan solo llevaba una bonita camiseta negra la cual cubría su cuerpo después de su bóxer, por suerte la camiseta quedaba lo suficientemente grande para llegar hasta sus rodillas.

Sin embargo, el pelinegro se encontraba aburrido solamente observando a su pareja sin hacer absolutamente nada, y nada no era algo que él quisiera hacer. Se acercó sigilosamente hacia el mayor metió sus manos debajo de su camiseta tocando directamente su piel desnuda, dejando varios besos sobre su espalda, la diferencia de altura era alta así que aún así se veía muy chiquito a comparación que Yoongi.

Con una pequeña sonrisa cerró el closet que ya estaba ordenado y dejó sus palmas sobre las ajenas, dejando un beso sobre sus dedos antes de girarse.

—¿Que es lo que tratas de hacer, hmm? ¿Quieres que tu tío nos descubra? —Interrogó en un tono divertido acercándose más al cuerpo de Jungkook quien solamente sonreía.

—Me vale mierda que el se entere o no

Tomo el cuello de su camiseta y lo jalo hacia el besándolo, primero fue un beso sencillo y puro hasta que bueno... Ya no se hizo igual, una de las manos de Yoongi sostenía con firmeza la cintura ajena.

El azabache sintió que sus piernas temblaron mientras un jadeo completamente audible se hizo presente por la impresión, la palma abierta de el mayor había caído en uno de sus glúteos azotandolo con fuerza, estando completamente seguro de que más tarde quedaría una marca en el lugar.

Detente.

El calor subía en el lugar y la ropa solamente incomodaba, Jungkook se dejó caer sobre el colchón mientras las ansiosas manos de su pareja recorrían su cuerpo quitando así su ropa íntima en el proceso, se metió entre sus piernas volviendo a atacar la boca del menor metiendo sus manos debajo de la camiseta.

Sus manos acariciaban todo su cuerpo con pequeños roces, los jadeos y pequeños gemidos resonaban en el cuarto sin importar lo mucho que el menor tratara contenerse.

Los besos pasaron a su cuello y hombros, amando cada uno de aquellos besos que quedaban marcados en su piel, lo amaba, ¡Dios, realmente lo hacía!

Sus ojos se encontraron con los de Yoongi, quien al percatarse de su respiración agitada sonrió de una manera descarada y burlona, dejó un pequeño beso sobre la tela pidiendo así permiso al menor para continuar.

Tierno.

Subió con cuidado la camiseta hasta la altura de su pecho dejando descubierto su cuerpo desnudo, el mayor inspeccionó el bonito cuerpo del menor y una sonrisa se hizo ver en sus labios cerrados, acercándose y dejado besos sobre la tierna piel que el contrario tenía.

Mierda, para ya, ¡Pará!

Con ternura Yoongi besaba la tierna carne de los muslos del pequeño, quien se removia debajo de él aferrándose a sus sábanas, suaves gemidos salían de la boca del azabache quien se volvía loco por aquellos pequeños roces y aquellos pequeños besos, mordidas y lamidas.

No podía hacer nada más que disponerse a recibir lo que él mayor le ofrecía a pesar de que lo volvía loco, aquella sensación hacia que su cuerpo temblara por el placer que inducia.

—Yoongi-ah... M-me gusta. —Jadeo, hechando su cabeza hacia atrás, su cuerpo sudaba sin saber porqué, se sentía completamente irreal y bien, dios, malditamente bien.

—Vuelve a decir mi nombre una vez más Koo. —Volvió a acercarse a su cuerpo dando aquella orden.

Una orden que gustosamente acato el menor.

—Yoongi. —Repitió con una sonrisa rodeando con sus brazos su cuello. —Mi bonito Yonnie.

Y sus bocas volvieron a juntarse.

Solo separate, huye ¡Huye, maldita sea!

Estocadas, embestidas, gemidos, jadeos, gruñidos. En eso se resumió la habitación en donde ambos cuerpos desnudos estaban.

Jungkook sentía que pronto iba a fallecer si seguían en ese ritmo, sentía como si estuviera siendo llenado por completo. El sexo con Min Yoongi definitivamente era el mejor, y no sólo por su gran experiencia, si no también por aquella dulzura característica de él.

Las caricias en su cuerpo jamás pararon, entrelazan sus dedos o simplemente dejaba dulces y tiernos besos en cualquier lugar de su cuerpo, abrazaba su cuerpo y lo besaba haciendo que Jungkook... Simplemente se sintiera en el cielo ¿Por qué jamás fue tratado de esa manera? Nunca lo supo, pero la única vez que vio a alguien más siendo tan tierno con el era por Taehyung.

Taehyung... Mierda, ¿Por que debía recordarlo en un momento como este? No se suponía que tenía que pensar en ese imbecil.

Sin embargo, de nuevo, las embestidas comenzaron a aumentar, sacando de la cabeza cualquier pensamiento ajeno del menor.

—¿En qué tanto piensas cariño?

—En nada importante. —Murmuró dejándose así llevar por el momento.

No esperaban que pronto se arrepentirian de todo.

unhappy ও taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora