capítulo trece.

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De vuelta en casa y encerrado en su habitación. Así estaba Jungkook ahora, se encontraba completamente aburrido viendo cualquier cosa que encontrara en su celular, desde que había llegado había ignorado con totalidad a Taehyung lo que significaba que no había preguntado por el al llegar, tampoco había ido a ojear su oficina o se había colado en su habitación.

Las encargadas de limpieza fueron quienes se vieron más sorprendidas al respecto, no estaban acostumbradas al comportamiento extraño que últimamente el menor tenía. El personal decidió ignorarlo, pero el azabache no había salido en lo absoluto de su habitación en las dos horas que ahí llevaban, solo se había llevado unos bocadillos a su cuarto cuando llegó y la puerta no se había abierto desde entonces.

Los rumores ya se habían comenzado a repartir entre las paredes de la casa Kim, asumiendo una posible pelea entre ambos miembros de la familia Kim, sin embargo uno de los empleados. Min Yoongi era uno de los únicos que se había realmente preocupado por el menor.

Ya eran más o menos las 7:43 p.m y el menor de la familia Kim aún ni siquiera había tomado algo de comer o había pedido la cena que se supone que hacía más de media hora debía estar servida y en el cuarto del menor.

Las empleadas le habían advertido no meterse en la vida del menor Kim pero Yoongi era demasiado masoquista como para dejarlo así, después de todo apenas era un adolescente y jamás había visto que Jungkook se saltará de esas maneras las comidas.

—¿La cena del joven Kim ya está servida? Se la llevaré personalmente. —Yoongi, entró a la cocina de nuevo en donde Ye Won terminaba de hacer algo ligero para el azabache, un tazón de arroz y sopa de fideos de pollo, sería suficiente para mantener el estómago del azabache lleno hasta el día siguiente.

La chica asintio, cruzandose de brazos mientras se recargaba en la encimera, alzando una de sus cejas en dirección hacia Yoongi.

—Idiota, pequeño y estúpido idiota, ¿Cuántas veces tus hermanas deberán decirte que dejes de entrometerte en la vida de los Kim? El niño no quiere comer, no es asunto que nos convenga a nosotros. —Dijo con simpleza la chica de corta cabellera, sosteniendo el puente de su nariz con sus dedos. —Es mejor vivir en ciega ignorancia en esta casa, y lo sabes, si te metes con el sobrino de él señor Kim abran graves consecuencias, apenas y podemos hablar con el chico.

—Eso no me importa Umji, estoy preocupado por el chico, es todo. —Tomo la bandeja y camino en dirección a la salida de la cocina escuchando una suave risa detrás de él haciéndolo parar.

—Entonces te veré en tu funeral. —Fue lo único que escucho antes de retirarse de el lugar.

[ . . . ]

Tres golpes a la puerta hicieron reaccionar al joven que estaba dentro de la habitación, sentado en el suelo al pie de la cama dibujando en una pequeña libreta que había encontrado por la habitación.

Se levantó con mucho cuidado del suelo murmurando un pequeño "pase" mientras acomodaba su desordenado cabello, también se había sentado en la orilla de aquella cómoda cama que poseía.

El chico de tez blanca entró a la habitación mirando al pequeño sobre la cama, dejó la bandeja sobre el escritorio con la deliciosa comida y Jungkook solamente miró con confusión aquella bandeja de alimentos.

—¿Mi tío te envió a traerme esto? —Cuestionó con cierto asco en su voz. Después de que le había confesado todo a Chaeryeong habían tenido una larga plática al respecto.

Chaeryeong le abrió los ojos, dándose así cuenta de que todo lo que pasaba en su cabeza estaba mal, desde el desarrollo de leves sentimientos hacia el hasta el punto de tener sexo con quien se supone y era su tío. Decidió no seguir aceptando cosas innecesarias de él mientras que conseguía un trabajo para pagar sus propias cosas y irse, considerando el... Quizás, aceptar la propuesta de Jimin y ir con el.

—No. Yo y las mujeres de servicio nos dimos cuenta que no a comido nada desee que llego, y ya que el señor Kim no a llegado todavía pensé en traerle algo para comer. —Respondio con simpleza y con una sonrisa iluminando su bonito rostro, el azabache de manera curiosa lo inspecciones con la mirada; Cabello negro, tez pálida, rasgos felinos y tiernos. Era mucho más atractivo de lo que Jungkook pensaba.

Nuevamente observó la bandeja y su estómago rugio un poco con hambre, abochornando al pequeño azabache quien se sonrojo, no quería admitir que tenía hambre, el quería devolver la bandeja y quedarse encerrado el resto de la noche pero su cuerpo no pensaba de la misma manera.

La suave risa del pelinegro resonó por el cuarto, siento totalmente encantadora ante los oídos de él azabache. De una manera sutil Jungkook sonrio sin saber porqué, realmente disfrutaba la compañía del mayor.

—Bueno, supongo que debería irme y tu deberías comer un poco de lo que hice para ti ¿De acuerdo? No vallas enfermarte. —Dicho eso Yoongi se acercó a la puerta para irse, pero fue detenido por aquel pequeño azabache de ojos brillantes que se aferraba a su brazo.

Sus grandes y adorable ojos se iluminaban con la luz artificial de la habitación, un pequeño puchero era notorio en su belfo inferior mientras que con fuerza se aferraba rodeando con sus brazos el mismo del mayor.

—No te vayas aún, acabas de llegar ¿Me dejaras solo? —Ladeo la cabeza en duda y oh mierda que Yoongi supo que estaba jodido.

Sus intentos obligaron a atraer al azabache hacia el acunandolo en sus brazos, sintiendo así como los brazos del menor también rodeaban su cuerpo correspondiendo. Sus rosas nasales se llenaron del olor del mayor embriagadolo.

Benditas sean las colonias masculinas que utilizan los hombres.

Jungkook se siente dopado con sólo percibir el aroma que emanaba el ajeno. Por supuesto que antes se había topado con Yoongi en otras ocasiones, y desde el maldito día que entró a la cocina y lo vio adentro se sintió somnoliento y cómodo a su lado, pero nunca habían estado juntos por tanto tiempo.

Y mientras el pelinegro prácticamente se desmayaba entre los brazos ajenos Yoongi solamente podía pensar en lo jodido que estaba ahora.

En lo jodido que estaba teniendo en cuenta que el menor también lo buscaba de la misma manera.

Plantó un pequeño beso en su cabeza.

Solo esperaba que Kim Taehyung no arruinaría todo tan pronto.

unhappy ও taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora