unhappy ও taekook

capítulo treinta y siete.

Caminar tranquilamente por los pasillos de la universidad nunca había sido tan confortable para el, después de todo lo que había pasado hacia tan solo unos días en el hospital había quedado atrás por completo y tal como siempre Taehyung y Jungkook seguían juntos e incluso dormían juntos desde que regresaron del hospital a causa de las pesadillas que a veces el mejor tenia. No le importaba ya que ahora Chaeryeong se encontraba a su lado platicando animadamente sobre una chica que conoció el otro día en el bar, ya sabía sobre la sexualidad cambiante de su amiga así que no era de preocuparse en lo absoluto, le había comenzado que el nombre de la chica era Lia al igual que un montón de detalles a los cuales Jungkook no puedo prestar suficiente atención sin perderse gracias a lo rápido que venía toda esa conversación, pero aun así seguía siendo bastante divertido escucharla hablar y hablar sobre aquella misma persona. La mayor por supuesto ya sabía desde días anteriores sobre el problema que hubo en la familia Kim con respecto a su madre y con Taehyung, por supuesto contándole absolutamente todo de su relación con el, aunque por suerte Chaeryeong sólo alzo ambos pulgares en alto diciendo que sin importar quien lo cogiera siempre lo iba a querer como un niño chiquito, pero por supuesto el chisme de Baekhyun no tardó mucho tampoco en ser comentado en el momento en que Chaeryeong fue al hospital para verle.

No hace falta decir explícitamente que Chaeryeong en el momento en que la historia completa fue soltara enloqueció por completo, amenazando con irse precipitadamente del hospital para darle "una lección" a el imbecil de Baekhyun aunque principalmente porque el menor se encontraba aferrado a su brazo y observándolo con esos bonitos ojos de bambi formando un puchero con su belfo abultado no le dio una paliza al bastardo cuando necesitaba hacerlo, y tras una gran platica con el menor terminó por prometer por sus zapatos favoritos Jungkook terminó por creer que cuando saliera del hospital las horas siguientes no iría a quemar con gasolina la casa de su maestro con el adentro, aunque conociéndola posiblemente lo vería por la ventana esperando a que tuviera un buen polvo antes de prender el fuego mientras tenían relaciones sexuales adentro. Una mujer vengativa con todas sus letras como Chaeryeong lo era podía ser capaz de cualquier cosa.

A pesar de todo lo que había pasado en su vida de una manera reciente se encontraba más que bien, sobre todo seguro de sí mismo por haber podido sobrevivir a todo lo que estaba pasando. Había comenzado a salir más con sus amigos gracias a la leve ausencia de Taehyung en casa, quien había comenzado a darle al mejor un poco más de la libertad que este nunca había llegado a tener y para ser sincero comenzaba a disfrutar un poco de su vida ahora, en casa con Kim todo era un sueño cuando se trataba de los cuidados especiales y los mismos que su pareja le daba.

Jugaba con el collar que posaba en su cuello mientras sonreía, escuchandose realmente animado en su platica con su mejor amiga quien seguía contándole con respecto a la misma chica que anteriormente había conocido, se veía feliz cosa que hacía sonreír inmensamente al azabache quien la miraba con emoción compartida por la nueva "enamorada" de la chica, pero por supuesto la felicidad no dudaría demasiado tiempo.

—Hey. ¿Ese de por allá no es el Sr. Poco hombre en toda su gloria quien viene por allá? —La voz de Chaeryeong interrumpió.

Su mirada enfocó a la distancia a Baekhyun caminando tranquilamente por los pasillos con sus manos en los bolsillos. No quiso darle demasiada importancia a aquel bastado pues sabía que lo único que haría serían recibir desgracias por su parte así que sin decir demasiado tomo la mano la Chaeryeong negando al ver como esta intentaba ir hasta donde el se encontraba, encontraría otra ruta para llegar hasta la cafetería aunque fuera un poco más larga pero no se someteria a sí mismo a que todos escucharán sobre sus problemas personales en un lugar como el que la universidad lo era. No valía la pena arriesgarse por ese hombre. Cuando le explico su idea de rodearlo y llegar al lugar por otra ruta a Chaeryeong no le quedó otra opción más que asentir con una expresión de disgusto al no querer hacer pasar un mal rato a su amigo, dándose la vuelta para caminar al lado contrario y regresarse por donde habían venido, pero apenas el menor giro sobre sus talones la voz masculina de otro hombre se hizo presente haciendo que su cuerpo se estremeciera.

—Kim. Estuve buscándote por toda la universidad ¿Donde mierda te habías metido? —Exclamó. Frunciendo el ceño el nombrado volteo, encontrándose frente a frente con a quien deseaba dejar en el olvido, una lástima que no se rindiera tan fácilmente como una persona razonable lo haría al darse cuenta que absolutamente no deseaba nada con él desde un inicio.

—Eso no te debería importar. Si no mal recuerdo tu eres un profesor y yo soy un estudiante mas de la facultad, no se si tienes en mente que puedo reportarte y estarás acabado. —Respondió. El cuerpo de el ajeno pareció estremecerse, pasando saliva en seco al escuchar esas palabras.

—Tu madre... ella me dijo que hablara contigo y que...

—¡Ella no es mi madre! Y mis problemas familiares tampoco son de su incumbencia, tomé una elección y sigo feliz con ella, no puede obligarme ni usted ni nadie a cambiarla por sencilla estupidez. —Sin más que decir se dio media vuelta con entes de irse.

No fue necesario dar más de dos pasos, ya el mayor se encontraba tomando su brazo con una espléndida sonrisa pintada en su rostro.

—Si tanto estas feliz con Kim te recomendaría volver a casa lo antes posible, no dejemos este asunto muerto ¿Está bien? —Escucho en un murmuró en el momento en que Baekhyun se inclino para susurrar a su oído, dándose la vuelta segundos después para irse caminando con serenidad.

El rostro del menor se veía igual de pálido que un papel, cuando su celular comenzó a vibrar y el contacto de Taehyung se vio reflejado en la pantalla. Rápidamente contestó la llamada entrante, mordiendo sus uñas con nerviosismo.

—¿T-tae? Amor, por favor dime que estas...

—Te amo. —Fue interrumpido por un murmuró al otro lado de la línea.

Y la llamada fue colgada.