capítulo dieciséis.

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Suaves pasos sobre la cerámica, sosteniendo sus zapatos en su mano derecha para no haber mucho ruido, había pasado todo el día anterior vagando por las calles sin tener algún rumbo a donde ir.

Al no tener otro sitio al cual acudir, terminó yendo al mismo sitio en donde siempre iba al estar en problemas...

Volvió de nuevo a casa de Taehyung.

Trató de ser lo más sigiloso posible, teniendo en cuenta que no deseaba ser visto por cualquier empleado, especialmente porque venían siendo ya las 2:45 a.m después de haber estado indeciso todo el día de a donde ir. No le quedó de otra que volver a aquel lugar. Mientras trataba de volver a su habitación nadie se percató de su presencia –por suerte– así que volvió a su habitación.

Entró al cuarto pero antes de que pudiera encender las luces fue acorralado y aprisionado contra la pared de su cuarto, ante el azote su boca emitió un jadeo debido a la sorpresa, sintiendo dolor en la parte afectada del impacto.

Sus ojos se toparon con los ojos de Taehyung que se hallaban completamente oscuros y perdidos de si mismo, aquel rastro de hermoso color azul se había desvanecido por completo de su mirar, eso asustaba bastante.

—¿En en donde habías estado, pequeño?

"Pequeño" Llevaba meses sin escucharse siendo llamado así a sí mismo, sorpresivamente sintió presión en su pecho, una presión un poco dolorosa que el sentimiento de culpa se causaba a sí mismo. Estaba mudo y sin habla, porque ¿Como explicar una acción tan horrorosa como esa? Era imposible, tampoco pensaba en decir nada.

Las lágrimas habían comenzado a acumularse en sus ojos, y aquel pequeño niño de antes que se refugiaba en Taehyung había vuelto sin ser consciente.

No supo cómo, ni tampoco en qué momento se había aferrado al cuerpo ajeno, dejándose caer al suelo entre los brazos ajenos que habían rodeado de igual manera su cuerpo.

¿Que le estaba pasando? Por que... ¿Por qué había vuelto a caer vulnerable frente a Kim Taehyung?

Se sintió cómodo por un momento, sus manos se aferraban a la camiseta ajena con fuerza como si no quisiese separarse.

—¿Jungkook? —Murmuró Taehyung tratando de obtener la atención del azabache quien parecía estar perdido y aturdido.

Taehyung sintió el peso del cuerpo ajeno sobre el, rodeando sus brazos sobre su cuello sus labios chocando con fuerza y uniéndose como un perfecto engranaje los unos con los otros.

Sus ojos se abrieron en grande de una manera sorpresiva, poco esperando que fuera aquel pequeño azabache que antes le había gritado y llamado por malos nombres.

Sus manos se fueron a sus caderas sosteniendolo, sus labios se movían al compás de los ajenos barriendo con todo lo que estaba a su alrededor. Su espalda chocaba con la fría y dura pared del cuarto y sin darse cuenta la lengua aleja se deslizó entre sus labios llenando el sitio de aquellos chasquidos que producían sus labios.

La mente del azabache estaba nublada, sin saber porqué había hecho algo así, sin embargo simplemente lo hizo.

Sus ojos se cerraron mientras sus manos se dirigían al cabello apretando las hebras castañas que el mayor poseía con completo deleite.

Cayendo en la tentación del efecto que sabrá el universo que había pasado por la cabeza del joven se aferro finalmente al cuerpo ajeno, dejándose caer por completo entre sus brazos sin intención alguna de separarse. Taehyung finalmente había logrado lo que anhelaba en su alma y eso era el hecho de que aquel pequeño azabache cediera ante el, una lástima que la causa de aquello se debía a la ausencia del joven que solía ser pareja del menor.

De manera posesiva recibió su cuerpo tocando sin pudor alguno, amando cada centímetro de la dulce piel pálida que sus manos tocaban.

¿Arrepentirse? Nah. Taehyung disfrutaba cada maldito momento que pasaba.

Por eso era que decían, todo hombre con poder obtiene lo que quiere y buscaba la manera de conseguirlo a pesar de los costos, y todos sabían éso más que nada.

[ . . . ]

Jungkook observaba su reflejo en el espejo con la que mirada perdida de nuevo, ¿Como el mismo había incitado a que algo similar pasará de nuevo? Mordidas y marcas nuevamente adornaban su cuello después de una larga ducha intentando procesar que muera había pasado por si cabeza en el momento en que el mismo se arrojó a los brazos del hombre que supone y era su tío. Sentía asco, pero no se Taehyung si no de sí mismo porque el fue el único que se arrojó a sus brazos después de haberlo insultado, fue el único que rogó porque aquello sucediera de nuevo mientras lloriqueaba debajo de Kim, pero... ¿Por qué? Maldita sea ¿Por que el lo hizo, por que el fue quien tomó la iniciativa? ¿Por qué no sólo se fue y se dispuso a llorar? ¡¿Por qué demonios había disfrutado de su roce otra vez!?

Sus ojos se llenaban de lágrimas ante la decepción que sentía de su propio ser al verse al espejo, le había fallado a Chaeryeong después de haber jurado que nada así pasaría de nuevo pero nuevamente se encontró cediendo su cuerpo ante el, permitiendo y disfrutándolo. Rogaba para que la tierra lo tragara y que todo quedara en el simple olvido al pasar el tiempo, pero ya no revertirá lo que hizo.

Solo estaba ahí... Utilizando una de las prendas favoritas de Taehyung mientras la culpa lo invadía sin piedad. Maldita sea.

Con la cabeza gacha se reviso a salir por algunos segundos hasta que finalmente lo hizo, y se arrojó en su cama abrazando unas de sus almohadas solo dignandose a llorar con desaprobación a sus acciones. Maldito cobarde, pensó para sí mismo mientras hundía su rostro en la suave tela con algodón llena de lágrimas saladas que corrían por sus mejillas.

Debía parar con ello y lo tenía muy en claro así que había tomado una decisión.

Se largaria de ahí el sábado por la mañana.

unhappy ও taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora