Abomination ⤖ Kol Mikaelson -ˋˏ [Español] ˎˊ

𝐗𝐗𝐗𝐕

Maratón 1/?

*̥˚ chapter thirty five: tequila*̥˚✧
-ˋˏ 'one shot, two shot, there shot, four shot. i think that you need some more shots'ˎˊ

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UN AÑO FUE MUY LARGO PARA KEZIAH ROSE para tener su humanidad apagada. Pero así es como la mantuvo. En cuanto la apagó, perdió todas sus ataduras. Nada la retenía.

Llamó por teléfono a Nik y le dijo que seguía adelante con su vida. Él se sorprendió y trató de discutir con ella. Pero ella no tenía nada de eso. Se ocultó, así que si alguien intentaba localizarla no funcionaría. Entró en crisis al no poder encontrarla.

Sin embargo, ninguno de los Mikaelson sabía que ahora era una vampira. De vez en cuando hablaba con Davina, pero si mencionaba a alguno de los Mikaelson le colgaba. Sólo podían hablar de cualquier otra cosa.

Keziah se trasladó a Los Ángeles y se hizo con un bonito apartamento en Los Ángeles y vivió la vida al máximo. Cuando quería sangre, la conseguía. Ansiaba la sangre, pero lo que más ansiaba era la caza. Conocía el control, pero pensaba que era más divertido dejarse llevar y no preocuparse por nada.

Había hecho un par de amigos, pero no les era leal. Si la fastidiaban, eran como si estuvieran muertos. Sólo dos de ellos sabían que no debían caerle mal. Una Hereje era realmente poderosa, y nunca querían molestarla.

Algunos aquelarres habían intentado detenerla, de nuevo. Pero fue inútil. Sin su humanidad, era una máquina despiadada que los derribaba con un movimiento de muñeca. Controlaba a todos los que la rodeaban.

Stefan había estado con ella durante un mes, una vez que finalmente apagó su humanidad. Se divirtieron mucho, siendo compañeros de asesinato. Sin embargo, todas las cosas buenas deben llegar a su fin y finalmente Caroline vino a buscarlo y se lo llevó. ¿Quién sabe si su humanidad seguía apagada o si Caroline consiguió que la volviera a encender?

Se apoyó en la barra del club, Vortex. Era su lugar favorito para frecuentar un viernes por la noche. Unos cuantos vampiros se aventuraban allí también, pero sabían que no debían interponerse en el camino de Keziah.

La música sonaba a todo volumen mientras la gente bailaba. Sus ojos escudriñaron la sala, buscando a la persona perfecta para atacar. Aumentó su capacidad auditiva y se centró en los latidos del corazón de los humanos.

Se fijó en un tipo que bailaba solo. Era perfecto. Se acercó a él y él la dejó bailar alegremente. Sus manos se aferraron a sus caderas y la acercaron. Pensó que le esperaba una buena noche, pero fue todo lo contrario.