11:00 am
Maisie Lee
Todas las mañanas cuanto me levanto siempre me pasaba por la mente una frase que me dice siempre mi mamá cuando viene a visitarme.
"Donde veas 1% de posibilidades ten 99% de fe"
Esperanza, fe, oportunidades, milagros, sueños, metas.
Todo eso se fue al demonio para mí a los 5 años, cuando me diagnosticaron mi primera enfermedad terminal, y con eso se fue mi felicidad aunque no me guste admitirlo.
Se sorprenderán lo rota que puede estar una persona, y con solo una sonrisa falsa puede hacer pensar a los demás que está bien, cuando por dentro está cayendo por un abismo, esperando a que llegue el impacto.
Pues digamos que yo estoy caminado al abismo lentamente, sin ningún control de mis piernas, puestas sigo caminando hasta llegar al final.
Y ¿yo?.
Yo no puedo hacer nada, salvo esperar el fin de mi existencia.Veo como pequeñas gotas de lluvia se quedan impregnadas en mi ventana, asegurándome que vendría otra tormenta como la qué pasó por la mañana, y también un día en que no podría ir a la azotea.
Sentía como mis pulmones se llenaban y se vaciaban con el oxígeno que me transmitía la cánula cuando inhalaba y exhalaba.
Por un instante sentí que sería otro día aburrido como casi siempre, hasta que.....Escuche la sirena de la ambulancia que estaba llegando y estacionándose a toda prisa.
De repente observé cómo bajaban a alguien de la camilla de emergencia, pero no lo pude ver bien por la lluvia y la distancia que había.Entonces empecé a escuchar muchas pisadas afuera de mi habitación, que resonaban por lo fuerte que pasaban.
Sentía mucha curiosidad.
No me contuve, así que decidí salir para averiguar que sucedía.
Al hacer tal acto me sorprendí al toparme con muchas enfermeras corriendo a un solo lado, así que me acerque a una para obtener mis respuestas.
—Disculpe, ¿Qué está sucediendo?— cuestioné a la enfermera.
—Dos muchachos tuvieron una pelea, y uno de ellos salió con una lesión grave en la cabeza, según me han contado señorita Lee— explicó y se retiró, sin antes yo darle las gracias.
Así que una pelea. ¡Wow!
Me pregunto cuál sería el motivo para utilizar tal violencia, al punto de dejarte en el hospital.
Entré nuevamente a mi habitación y le envié un mensaje a Mía contándole sobre el nuevo paciente que recién llegó, tal vez lo visitaría más tarde ¿visitarlo? ¡El dibujo!
—¡No puede ser!— masculle
Pues quería darle un dibujo como todos los pacientes, era una costumbre que ya hacía desde que tengo memoria, como ya les conté.
Cogí una hoja, junto con mi lápiz y borrador, pero me detuve al instante cuando la punta del lápiz tocó la hoja.
—¿Qué puedo dibujar?— me preguntaba para mí misma.
¿Qué le dibujarías a un chico que recién lo "conoces"? y no sabes sus gustos, edad o si quiera su nombre.
Solo sé que debe ser algo brusco ya que alguien que se meta a una pelea así no debe ser nada tierno.
Mire a mi alrededor esperando inspirarme en algo, pero no encontraba nada.
Cuando baje mi mirada, me quede viendo mi camisa de tiras que tenía puesto, era de color turquesa con una imagen de un girasol en el centro.
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My Sunflower
RomanceMaisie Lee se consideraría una persona como las otras, de no ser que desde tan corta edad le diagnosticaron dos enfermedades, una del corazón y otra en los pulmones, que la obligan a quedarse de forma permanente en el hospital. Conociendo el exterio...