Capítulo 50

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 - 15 años después - 

Mis niños estaban por cumplir 18 años. Se han hecho tan fuertes mis gemelos, me siento tan orgullosa por ellos. 

Veo como Erkan termina de hacer la comida y a Drako poner la mesa para comer, Alba en su etapa de adolescente rebelde baja de su habitación vestida (según ella) para salir con sus hermanos por su cumpleaños. 

- Ni estando loco Alba - habla sin dudar Drako, él parecía ser el más duro siempre pero en realidad los dos son unos dulce de leche. 

- ¿Erkan? - espera la aprobación de su hermano.

- Menos que menos - le hace entender. 

- Son muy aburridos y gruñoñes, así se visten todas para salir - exclama ella.

- No, todas salen vestidas, tu estas por salir desnuda - explica Erkan. 

- Ponte unos pantalones y te dejamos salir con nosotros - intenta negociar Drako.

- ¿Pantalones en verano? - exagera la rubia adolescente - mamá ayuda - me mira con sus ojos de gatito y yo me río.

- Lo siento, pero ellos tienen razón, ponte unos shorts negros y yo los convenzo - le guiño un ojo y ella corre a cambiarse.

- Eres una persona imposible - me reta Erkan.

- Cuidado que soy tu madre - le advierto - ahora, no la dejaran sola y mucho menos tomar tanto como ustedes, unos vasos y nada más - los miro fijo - y la quiero aquí antes de las 4am - hablo firme y ellos asienten. 

Todo parecía perfecto, estos años me han ayudado a perfeccionarme en una maestría y ahora doy clases de finanzas en una universidad. Los gemelos ya están por ingresar a su universidad y Alba es alguien que puedo manejar sin problema alguno. Después de gemelos adolescentes, ella es como un suspiro. 

Me recuesto en mi cama y pongo alguna serie que me ayude a pasar el rato, les aviso a los agentes que mi hijos estarán por las calles y ellos me dicen que estarán atentos. Ya no somos testigos de alto riesgo y vivimos en una casa un poco más grande a las afuera de la ciudad, pero Patterson y Arliss han estado estos años siempre. En cada cumpleaños, en cada primer día de colegio, en cada ida al doctor de madrugada, en todo; ellos ya no son nuestros agentes, pero ahora son nuestros amigos y eso me basta para hacerles saber que seguro voy a necesitar algo de ellos. 

Resultó que Patterson y Arliss terminaron casados y por eso tuvieron que dejar la agencia y convertirse en policías oficiales. Ahora son padres de una hermosa niña a quien llamaron Malena. 

Cuando me doy cuenta, ya son casi las tres de la madrugada y debo dormirme. Eso hubiese estado genial, si no me hubiesen despertado ruidos en la parte de abajo, me digo a mi misma que son mis hijos y me dispongo a intentar dormir. 


NARRADOR OMNICIENTE: 

Lo que Samantha había creído eran sus hijos, fue un gran error. Ella debió bajar a ver que sucedía, para ver lo que tanto había temido en estos quince años. 

El intruso revolvió toda la casa y desordenó todo, no buscaba nada en particular solo quería desordenar un poco. No podía soportar que todo fuera tan perfecto, que ella estuviese tan bien sin él, que todos sus esfuerzos por hacerla feliz hayan sido en vano por completo. 

La esposa de un VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora