Capítulo 14

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Narra Nikolai

Ver a Samantha durmiendo con las sabanas cubriendo la mitad de su cuerpo provoca una sensación de tranquilidad que no había experimentado en mucho tiempo. No desde aquellos días en Roma donde todo era perfecto.

Sam se remueve y me busca con su mano por toda la cama, esa acción me hace sonreír, pero solo me sale una mueca. Saber que de verdad fuí el primer hombre en su vida me vuelve loco, me enorgullece y siento que ella es la indicada; claro, sino fuese que la compró mi hermano en una subasta. Ese pequeño pero muy significativo detalle no me quita el sueño, podría haber sido peor para ella.

Poner como condición una mujer virgen era, más bien, una excusa para no volver a casarme, jamás creí que mi hermano se lo tomara tan enserio, que actuara tan rápido y que encima sea ella. 

Si bien mi relación con ambos es un poco tensa, no podríamos hacer nada el uno sin el otro, incluso Anton a veces nos necesita. Somos una familia chica, pero somos fieles.  

Ahora más que nunca necesitamos estar todos juntos, alguien está robando millones en la empresa y todavía no sabemos quién ni cómo, es por eso que aprovecho nuestro viaje a las islas para luego pasar unos días en Australia donde ya tengo pactadas unas reuniones con personas de seguridad e investigadores que vamos a contratar para que averigüen que pasa con el dinero.

- Hola - habla una voz dulce en un tono bajo - me dejaste dormir mucho - mi esposa comienza renegando, intento no sonreírle y vuelvo a la cama con ella dejando de lado las cosas de trabajo. Ella se hace la dura y vive peleando conmigo por cualquier cosa, pero sé que ella comienza a sentir lo mismo por mi que yo por ella. 

- Te perdonaré con una condición - digo y beso sus labios carnosos y suaves, ella me mira interrogante - deberás ir a cenar conmigo esta noche - sus ojos brillan pero ella se esfuerza de no demostrar ninguna emoción, sus brazos envuelven mi cuerpo y queda sobre mí, eso no me ayuda con el hecho de que estamos en nuestra luna de miel.

- ¿Una cena elegante?¿O más bien casual? - miro sus ojos e intento no perderme en esa marea - es para saber que tipo de outfit usar - ruedo los ojos y pongo mis manos con cuidado en sus glúteos esperando que no me quite y doy gracias que no lo hizo, más bien le dio paso a poner sus piernas a ambos lados de las mías.

- Puedes poner una bolsa negra de residuos y lucirás hermosa igual -sus ojos vuelve a brillar ante esas palabras.

- ¿Me estas diciendo basura? - pregunta con diversión en su cara. 

 - Primero deberíamos tener una merienda en la puesta de sol ¿Qué dices? - ignoro su pregunta que claramente la hace para enojarme, ella asiente pero no se mueve de encima mío y yo tampoco me muevo. Nuestros ojos mantienen una pelea intensa pero rápidamente los labios obtienen toda la atención para luego chocar entre sí provocando un desorden completo en nuestros comportamientos. 

Ruedo sobre la cama y ella queda debajo de mí, todo se vuelve caliente y sexual en cuestión de segundos e intento a apartarme pero Sam toma el borde de mi bóxer haciendo que mi cordura quede muy lejos, quizás en el medio del mar. Sus piernas me envuelven cuando estoy dentro de ella, que debo admitir es una de las mejores sensaciones que probé en mi vida, nada se compara, ninguna mujer iguala a Sam.

- No te detengas - gime en un tono más bajo de lo normal, su cara es de place absoluto y eso me hace sentir incluso mejo de lo que ya lo hago. Volvemos a rodar en la cama y ella queda encima de mi, comienza moviendo sus caderas de manera sensual que me vuelve loco y adicto a ella.

Entre gemidos y besos ambos llegamos al orgasmo, Sam se queda en mis brazos unos minutos hasta que decidimos tomar una ducha. Sus movimientos son suaves y se nota que premeditados, como si supiera que hacer exactamente y en que momento, su caminar al baño y la forma en que mueve sus caderas me vuelven loco, quisiera tenerla en esa cama y no dejarla escapar nunca.

- Luces un poco cansado - comenta mientras me quita el jabón de las manos - ¿Dormiste algo o sólo trabajaste? - pregunta en un tono un poco enojado, ahora recuerdo lo complicadas que son las mujeres.

- Dormí casi lo mismo que tú y desperté una media antes que tú - le miento y tomo sus manos haciendo que me abrace, puedo sentir sus senos desnudos en mi espalda y como el agua de la tina se pone entre nosotros - no te preocupes tanto, ¿Sí? - ella no contesta, entonces tiro sus manos un poco más y ella hace un sonido con su garganta.

- Es solo - suelta un suspiro que para en mi mejilla - es nuestra luna de miel y deberían ser vacaciones para ti, - habla rápido y parece no respirar, seguro las chicas hablaron con ella, malditas traidoras - ¿podríamos relajarnos al menos por un día completo, sin computadoras ni mails ni nada acerca del trabajo, sólo tu y yo? - esto es extorsión, está usando su cara de perrito mojado para conseguir lo que quiere.

- Solo un día - contesto - todavía me queda mucho por hacer.

- De acuerdo -contesta relajada y planta un beso en mi mejilla. Giro mi cara y miro sus ojos, sus labios, su nariz, lo bien que se ve todo junto, creo que comienzo a sentir eso que creía muerto y enterrado, el sentimiento de querer protegerla a pesar de todo, ponerla en una caja de cristal y que nada malo le pase, solo admirarla.  

- Podemos ir al centro comercial - comienza hablando de forma distraída.

- Sabía que me estabas manipulando - bromeo.

- Cuido tu salud - me reprocha mientras sale y se envuelve en una toalla - ¿sabías que el estrés es una de las principales causa de los ACV? - pregunta - no quiero un esposo medio tieso - hace un gesto de una persona tiesa. 

Esta mujer me encanta de muchas maneras distintas, es ocurrente con todo. Cada palabra para ella es inspiración para realizar un comentario muy ingenioso de cualquiera tema. 

- Tiesa me la pones - le digo con un sonrisa en mi cara, ella se pone color tomate y sale corriendo del baño. 

Ella nunca imagina porqué me escape anoche, no es que no la quiera, pero necesito tener mis momentos y mis cosas de hombre todavía. Volví a un lugar lleno de recuerdos, donde nadie sabe que ahí estuvo una parte de mi corazón riendo conmigo y tomando vino hasta el amanecer. 

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Masego ft Fkj - Tadow

La esposa de un VolkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora